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LABANDA
LabandaRock
de la calle - Muy lejos te vas Candombe llamada La música es mi amor
Malísimo Mama rolo) Montevideo Constelación.
Antes que nada, es mi deber dejar en claro una cuestión fundamental: yo escuché,
digerí y conservo en mi poder los álbumes "Magic Time" y
"Goldenwings", grabados en los Estados Unidos por el grupo Opa, liderado por los
hermanos Hugo y "George" Fatorusso, ex-Shakers. En tales discos, la presencia
del también uruguayo Rubén "Negro" Rada es decididamente imprescindible, sobre
todo en el primero, de los LPs mencionados, ya que tanto la co-autoría de los temas como
su voz increíble marcan por si solas gran parte del estilo-de Opa. Pero la "otra
parte" de ese estilo está definido por un tecladista de excepción, que se llama
Hugo Fatorusso, maestro en crear climas, sugerir y poner pelos de punta con fraseos
astronómicos de sintetizador. Antes que nada, les decía, es mi deber aclarar que estos
discos están, ineludiblemente, prendidos en mi cerebro por lo que me queda de vida.
Por lo tanto, descubrir tres temas de ellos en este LP de Labanda, liderada por el
Negro Rada y completa con una serie de instrumentistas argentinos de lo mejor, me suena a
derrota. "Malísimo", "Muy lejos te vas" y "Montevideo",
temas que gocé hasta el hartazgo con Opa, están aquí flacos, desnutridos, indefinidos,
diluyéndose en una interpretación ''perfecta"' pero carente del sentimiento
espeluznante que las versiones originales producían en el oyente. Pareciera que están
grabados "de apuro", aunque sigue sorprendiendo la calidad indiscutida de la
composición en si
El resto de las bandas del LP son reflejo de la música que Rubén Rada propuso en
sus recitales bonaerenses: mucho candombe, percusión, su voz extraordinaria y la
corrección de sus músicos. Entre ellos, Ricardo Sanz (un bajista espectacular) o
Bernardo Baraj (de reconocida trayectoria), contribuyen a lograr un ensamble al que nadie
le encontrará falla alguna. Y el álbum cierra con "Constelación", un
viejísimo tema compuesto por el tecladista Jorge Navarro (de la antigua escuela jazzera),
que (al fin...) aparece en un disco luego de tanta espera. Sin embargo, válgame Dios,
sonaba muchísimo mejor en vivo en el ciclo del Club de Jazz, cuando "Pampero"
Navarro tenia su cuarteto y volteaba las pocas paredes que quedaban de la Manzana de las
Luces...
¿Puede ser que un grupo haya nacido exclusivamente para tocar en conciertos, y no
para grabar? Si es así, este es el caso de Labanda. Tres temas que quedan deslucidos al
compararlos con sus versiones en Opa. Otros que preferimos escuchar en Music Up antes de
compartirlos con el tocadiscos del dormitorio. Y uno más, el último, que clama por
tiempos mejores ante una audiencia delirante. Labanda es un grupo sin errores que derrocha
calentura y desenfado en sus presentaciones. El disco de Labanda es, simplemente, un disco
sin errores.
Tapa: ¿Qué banda? ¿La banda en fuga de Wings? El sobre interior contiene
la lista de temas e integrantes, y el perimido chiste de un billete de un dólar con la
efigie de Washington cambiada por la cara de algún otro que, en este caso, es el Negro
Rada.
Resumen: para los admiradores del grupo, para los que buscan escuchar un LP
bien hecho... si. Pero, además, ahórrense unos pesos para ir a los recitales. El Negro
es un espectáculo que, por lo visto sólo puede ser apreciado en su totalidad cuando se
presenta en vivo.G.G. (***)
revista rocksuperstar 04/80
LEÓN GIECO
Siete años
Siete años. Parece mentira
que hayan pasado tantos, y tan sin darnos cuenta. O tal vez ocho, ya que En el país de la
libertad aparece en esta recopilación grabado en 1972. O nueve años, si queres contar
que ya estamos en el 81. Y Gieco, a través de casi una década, aún conserva
milagrosamente su capacidad única, su mismo estilo, la misma pronunciación y el sonido
idéntico. La misma dureza en sus letras, la misma dulzura. El insustituible grupo de
amigos que ayuda, acompaña, interpreta y apoya el mensaje. Y, sobre todo, la misma -e
indiscutida- calidad.
Sólo le pido a Dios (en vivo, 1979), Canción de amor para Francisca (1975), El
fantasma de Canterville (versión inmaculada y completa, 1975,) Quizá le dancen los
cuervos.( 1975), El que pierde la inocencia, La colonia de la vida (1974), Cachito, el
campeón de Corrientes (del 4° LP), Si ves a mi padre (1974), En el país de la libertad
(1972) y La Navidad de Luis (1973) son los diez temas que contiene esta antológica
selección. Sinceramente, en lugar de una recopilación todos hubiéramos preferido
material nuevo, pero parece que los rejuntes están de onda. Otra vez será.
Tapa: Formalita. En contratapa, información detallada.
Resumen:.Una mezcla inteligente que -se nota- no fue hecha a la marchanta.
Muestra la labor de Gieco, prolijamente, a través de casi diez años de música. Sólo el
empeño que han puesto en lograr coherencia e intenciones concretas basta para hablar bien
de esta recopilación.
G.G.
revista hurra febrero 1981
LEÓN GIECO
7 AÑOS
En general, los discos de
"greatest hits" no me gustan. En esta época en la que el LP tiene tanta
vigencia, al punto que se lo considera la forma artística ideal para la música, el hecho
de que una compañía agarre un montón de grabaciones de un artista, las mezcle a gusto y
saque disco "extra", me parece hasta una falta de respeto. Eso es, justamente,
lo que ha hecho por ejemplo la misma compañía que nos ocupa ahora, con un montón de
grabaciones de Charly García.
Sin embargo, en este caso la recopilación es válida. Primero porque se incluyen
algunas versiones en vivo, cosa que en el caso de León Gleco es importante, por cómo el
público reacciona ante su entrega total arriba de un escenario, muchas veces en única
compañía de sus instrumentos.
Así es que las tomas de "Sólo le pido a Dios" y "La colina de la
vida" (esta última, compartida con Nito Mestre), rescatan claramente el reciclaje
entre el público y los intérpretes, al punto que la emoción es clara y te puede agarrar
aunque no gustes ni de la música ni de tos músicos.
También hay versiones pertenecientes a otros discos. Y la selección es perfecta,
porque resume con seis canciones todas las virtudes y las tendencias de Gieco:
"Canción de amor para Francisca", la dulzura: "Quizás le dancen los
cuervos", la agresividad; "Cachito. el campeón de Corrientes", la
aproximación con el folklore ("Cachito..." es un excelente chámame, con
notable actuación de Dino Saluzzi en bandoneón): "Si ves a mi padre", las
influencias del folk y el country yanquis; "En el país de la libertad", el
idealismo; y "La navidad de Luis", el retrato social. León ha participado en la
selección, y eso se nota.
Pero como si esto fuera poco...se incluyen dos composiciones inéditas. "El
fantasma de Canterville", ese legendario tema de Charly en su versión original, la
que fue censurada, atacada y negada por las altas esferas. Bien, por fin la tenemos aquí;
aunque ya no nos puede sorprender tanto la canción en si, la versión es muy buena por lo
simple, directa y clara, con la vocalización segura y profunda de León. En cuanto a
"El que pierde la inocencia", es el tema grabado con Antonio Tarrago Ros hijo,en
cordeona; si bien tengo que confesar que yo esperaba algo más fuerte y
"espectacular", la canción destila dulzura y concepto, y se convierte, sin
dudas, en otra buena pieza, que no desentona con el ya bastante fuerte contexto.
En resumen, "7 años" es un disco excelente, que nos pinta un cabal
retrato de este León Gieco
revista el expreso imaginario febrero 1981
VARIOS
Música prohibida para mayores
ATC/Sazam
Yes, boys. ATC. Los mismos
que editaron boleros con amor, tangos con amor, gatitos mimosones en las tapas y demás
bazofias. Y encima cometen ahora la torpeza de bautizar este rejunte de rock nacional con
el titulo de su programa de los jueves, siendo que el mismo no difunde música progresiva
argentina sino en ínfima cantidad, y por lo general mal filmada y/o grabada. En tevé
pasan a Village People. En las bateas de las disquerías se hacen los rockeros. En fin.
Vayamos al disco.
Contiene los ya rejunados temas Música del Alma (García), Malísimo (Rada) y
Metegol (Porchetto), junto a Mañanas Campestres (¡sí!) de Arco Iris, el flamante Adonde
quiera que voy (Cantilo y Punch), Bajo el sol de Bogotá (una hermosa canción de Gieco),
los discutibles "Como en el túnel"(Lebón) y Hacia la libertad(Eurasquin), el
interesante En la cintura de los pájaros (Gieco y Mestre) y el espantoso La semana de una
cantante (Marta Rosa Yorio), que -me temo- tiene todos tos coros desafinados.
Tapa: No sólo es un horror el sentido que quieren darle a la maldita
"prohibición", sino que... en contratapa el ancianito posa con la lata de
pintura (supuestamente roja) que reza "ALBA 001 Blanco". No, si acá no somos
subdesarrollados...
Resumen: Una prolija alianza de ATC con el catálogo de Sazam. Me huele tan
feo que no lo puedo recomendar. La selección es linda, pero ¿no paladean un gustito
medio podridón por ahí?
G.G.
Revista Hurra febrero 1981
VARIOS
Música prohibida para mayores (Rock Nacional)
Resulta que hay un programa
de televisión que, entremedio de basuras de todo tipo mete buenos videos de rock nacional
y extranjero. Eso, fabuloso, porque sin duda, por una cuestión lógica de calidad, el
rock se tiene que imponer en la batalla y ganar audiencia.
Porque el público consumidor de rock siempre fue, en Argentina, chico. Basta con
mirar en cualquier revista extranjera los ránkíngs de venta, y compararlos con los
locales. Aquí, ganan Palito, el cuarteto Leo y Mario Milito; allá, muchas veces
estuvieron primeros discos como "The Wall"; o "Hold Out" de Jackson
Browne.
¿Qué tenia que hacer el rock loca! para ganar público? Por supuesto, difundirse.
O sea, darse a conocer, pero para eso, se supone que no era necesario cambiar.
En este disco se hace una selección del material discográfico de "rock
nacional", como reza la tapa, que es patrimonio de una compañía, Sazam. O sea, se
intenta hacer del rock un rubro más para difundir por todos lados A simple vista, todo
muy bueno.
Pero el disco, cuando uno lo escucha, realmente asusta un poco. Que el primer tema
sea "Adonde quiera que voy", por Miguel Cantilo y Punch, me parece que confunde
un poco al pibe que dice: "Quiero ver qué es esto del rock, a ver si me gusta".
Porque si el pibe escuchaba antes melosidades propias del bajo gusto argentino, digamos
por caso Francis Smith o Tormenta, el tema sin dudas le va a gustar. Pero, acá está la
cosa, no va a encontrar ninguna diferencia, nada que lo haga pensar que el rock es mejor
que lo otro. El temita está muy bien tocado, muy bien cantado, pero no le cabe otra
palabra: es complaciente. Incluso, la música comercial que tradicionalmente se escuchaba
en Argentina, ha venido evolucionando, como es lógico; y basta pasar por cualquier
disquería grasa para darse cuenta de que muchas cosas que nosotros siempre consideramos
complacientes, lo superan en calidad, y por mucho. Y en cuanto a las letras, bueno, causa
gracia cómo algunos colegas dicen que esto tiene "el mismo valor testimonial que las
de Pedro y Pablo", La letra de "Adonde quiera que voy" es mucho, muchísimo
más estúpida que cualquiera de las de nuestro campeón-poeta Palma, sin ir más tejos.
"Bajo el sol de Bogotá" es un tema grabado recientemente por León Gleco
En Estados Unidos, con Gustavo Santaolalla y amigos argentinos. Está bien, sin dudas en
un excelente tema tradicional de León; pero tal vez aquí haya un problema: melódica y
estructuralmente. Gieco se está repitiendo. "Como en el túnel" es otra
decepción: un inédito de David Lebón bastante mediocre, y con otra letra, ¡otra letra!
que no tiene nada que ver con esas que se pueden esperar en el rock. Encima, musicalmente
es uno de los temas más flojos que se le hayan escuchado al habitualmente inspirado
Lebón.
"Hacia la libertad" es uno de los buenos. Lo canta Miguel Ángel
Erausquin. acompañado muy bien por los teclados de David Impeluso y el charango de Jorge
Cumbo, formando una telaraña con reminiscencias andinas, para la excelente vocalización.
Sigue "Malísimo", interpretado, según dice en el disco, por
"Rubén Rada con 'La. Banda' "(¿hasta se dan el lujo de cambiar el nombre que
los mismos intérpretes se ponen?). Es un buen tema, pero se me hace que en este contexto
va a ser malinterpretado.
El "Metegol" de Raúl Porchetto inicia el lado dos. El tema ya fue
comentado en esta sección junto con todo el disco. Yo. con perdón de ustedes, quisiera
agregar algunas cosas. Primero, algunas preguntas que me dio el rock: ¿Por qué esa onda
tan ingenua? ¿Qué pasó con nuestra ira juvenil? ¿Ha sido superada por las
circunstancias? Otra cosa: me parece que la canción tiene una virtud maravillosa esta
bien hecha, incluso en cuanto a duración, para ser pasado a toda hora en FM,
"Mañana campestre" es la broma del disco; sirve, si, para recordar qué
grupo era Arco Iris, cuántas ideas, cuánta onda propia, cuánta fuerza. Pero, ¿qué
hace mezclado entre cosas relativamente nuevas? Creo tener la respuesta: aquí se busca
tener "gancho", que quienes escuchan a Los Iracundos, se acerquen al rock.
"La semana de una cantante", por María Rosa Yorio. también.se salva de
los palos. Está tocado con polenta, y cantado por María Rosa maravillosamente: la letra
es clara y fuerte, una confesión interna bastante interesante. Tal vez la música
decepcione un poco; está a cargo de Gieco, quien repite esa estructura que ya le
conocemos. Les sugiero, para comprobarlo, escuchar "Bajo el sol de Bogotá" y
este tema seguidos.
Sobre "Música del alma" está todo dicho. Un tema dulce y hermoso, con
perfecta interpretación de Charly y David Lebón.
"En la cintura de los pájaros", por el dúo Gieco-Mestre, realmente no
aporta nada. Es un tema inédito, pero sin novedades.
Bueno. Me corre un escalofrío por la espalda, ¿Qué paso con "Noche de
perros", o cualquier otro tema fuerte de los Serú? ¡Eso es rock actual, que pinta
las cosas con propiedad, y está bien hecho' Pero claro, no los incluyeron porque ya no
están en la compañía. ¿Y qué pasó con "Poder" de David Lebón? ¿Y
"Sólo le pido a Dios", o "Cachito..."? ¿Porqué no el "Rock de
la calle", en lugar de "Malísimo"? Claro, no era un tema de amor,
perdonen. ¿Cantilo no tiene alguna canción "testimonial". con mejor letra, con
mejor música, por más que sea New Wave?
¿Esto es el rock? ¿Esta blandura, esta banalidad, esta cosa estéril y trillada,
pulidita y sencilla, tonta, es e! rock? ¿En una selección de rock no podía caber, -y
sin mucho esfuerzo, ¿eh?- algo de mucho más nivel?
Decía al principio que el público que consume rock es reducido Pero es bueno, es
selectivo. Se identifica. Y por eso los discos de rock tenían hasta ahora una venta
asegurada. Reducida, tal vez. pero segura. En cambio, ni Palito Ortega tiene la seguridad
de vender cuando lanza un disco. Necesita que el disco tenga gancho. ¿Le pasará eso a
estos músicos? Yo no creo que ellos sean los que se vayan en esta dirección. Hay muchas
cosas de por medio, pero tal vez algún toquecito de atención no venga mal.
Bueno, al final no importa. Porque el rock, si, ahora se pasa en FM Es la onda,
loquita. Para estar en onda hay que curtir rock, ¿viste?
Creo que necesito un trago.
Cesar Nieszawski
revista El Expreso Imaginario febrero 1981
ALMENDRA
El valle interior
En el mismo y exacto orden
con que fueran presentados en Obras Sanitarias, se suceden aquí los siete temas nuevos de
Almendra, dos a cargo de Emilio y el resto con Luis como responsable.
Esperé hallar en la placa algún aliciente que me hiciera olvidar el mal rato
pasado en el estadio, y la amarga sensación de aburrimiento que las flamantes
composiciones me habían provocado entonces. Confieso que no lo encontré.
El "sonido Almendra" está presente -salvo algunos pasajes que me sonaron
muy "invisibles"-, pero se lo reconoce más sutil y delicado. En Miguelito por
dar un ejemplo, se advierte a leguas de distancia un intrincado mensaje, a pesar de que el
oyente cae en profundo sopor antes de llegar a percibirlo.
La grabación es impecable, realizada en el Conway Recording Studio de Hollywood,
pero no asombra ni sorprende como era de esperar. No es tan superior a la de aquí,
realmente, aunque se nota la "limpieza" detrás.
Lo que se salva; Las cosas para hacer (Del Guercio), Espejada (sin las
desafinaciones de Obras, pero otra vez sin garra, cantada como mexicano en siesta) y el
Buen día, día de sol de Spinetta. Me cuesta en el alma reconocerlo, pero el resto del
material no me movió ni un pelo.
Tapa: Muy bella, con un dibujo de Santillán y diseño de nuestro
diagramador Sergio Pérez Fernández, un niño muy requerido.
Resumen: No me resisto a creerlo. Con el optimismo que aún me queda, espero
diciembre del 81 y un nuevo recital que amaine esta mufa. ¿"El Valle Interior"?
Solo para fanáticos. Para nadie más.
G.G.
revista Hurra febrero 1981
ALMENDRA
ALMENDRA EN OBRAS 1 Y 2
Con mucha tranquilidad, me
dispongo a encarar el comentario de esta cosa. Con calma. Después de haberme pellizcado,
pinchado y preguntado si esto era Argentina, si esto era el viejo rock argentino, si yo
estaba despierto,, si no se tratarla de una ridícula "ilusión auditiva" (mal
que muchos críticos de música solemos padecer, ante los bodrios con los que se pueden
despachar nuestros admirados).
Bien, analicemos un poco. El orden de los temas es el de los conciertos. aunque
faltan algunos, por ejemplo "Fermín", "A estos hombres tristes".
"Final", "Hoy todo es hielo en la ciudad" y de los nuevos.
"Espejada. La calidad del sonido, las interpretaciones tan sólidas, tan
sensacionales. el montaje que tomó lo mejor de los seis recitales, incluyendo algunas
acotaciones de Spinetta y los cánticos de las tribunas, todo es sencillamente increíble,
como para pellizcarse de verdad, fuera de broma.
Bueno. La gente grita, impaciente. El flaco dice: "Un, dos, tres, cuá."
¡Chan! "Ana no duerme", polenta, energía, pieles de gallina. Y desde entonces,
no se cortará más. "Para saber cómo es la soledad" (o tal vez, "Tema de
Poroto"). Spinetta suave, reflexivo, un final hermoso. "Plegarla para un niño
dormido", con el solo impresionante de Edelmiro, para que la concurrencia,, lo
ovacione mitad sorprendida', mitad enfervorizada- . "Figuración", entonada con
total expresividad por Spinetta.
Lado dos, primero del segundo disco. "Jaguar Herido", el que más me copa
de los nuevos temas de Luis para Almendra, que suena como un grupo de muchos años, de
muchas situaciones. "Color Humano", otro demoledor solo de Molinari, autor del
tema; el ritmo es pesado y la gente... parece formar parte de los mares de algodón.
Lado tres, segundo del primer disco (clarísimo, viejo). "Cambiándome el
futuro", el hermosísimo tema nuevo de Emilio, con su guitarra acústica marcando el
ritmo sincopado y el grupo en sutil acompañamiento. "Vamos a ajustar las cuentas al
cielo", Luis con total versatilidad se convierte de .repente en un cantante de rock
electrizante, repitiendo después de cada verso "Uh, uh, uh".
"Mestizo", y detengámonos un poco. ¿Lo mejor? Puede ser. Aquel tema del
segundo disco de Almendra se ha transformado en un funky pesadón, con letra que no ha
perdido un micrón de vigencia; Emilio marca con el bajo, imparable, la acentuación
justa. Y ahí viene el solo de Rodolfo, una catarata de mil golpes distintos, una cosa
indescriptible. Sí, no hay dudas, éstos son los mismos músicos de hace diez años, pero
"algo" pasó: el tiempo. Y con el tiempo, la calidad, la seguridad, la fuerza
aumentaron hasta niveles que...
Lado cuatro. "Hilando Fino", suaves pensamientos de Luis. Edelmiro parece
ponerse sicodélico, no sea cosa que haya dudas sobre sus recursos, no sea cosa que haya
algo que criticarle. Y Luis que lo dice sin vueltas: "No hay un corazón que quiera
una guerra/con nuestros hermanos, ni loco, ni soñando."
"Muchacha, ojos de papel". Todavía lo tengo muy presente, la gente se
calló casi por completo, el silencio únicamente se quebraba con el suave susurro de las
"eses", porque todos, muy bajito, estábamos también cantando. Y las eses eran
lo único que se notaba, porque cantábamos como para escuchar al mismo tiempo, como
mordiendo cada palabra. Mil escalofríos que recorren todo el cuerpo, no sigamos dándonos
cuerda, por favor.
¿Terminó todo? Mentira, un canto de la multitud y "Hermano Perro", el
lema que mimetiza a Almendra como un grupo New Wave, patente. Una sorpresa estremecedora.
y todos, claramente se escucha en el disco, todo Obras gritando desaforadamente;
"Tira, tira..."
Y faltaba todavía que nos acordáramos de algo, de cuando todos nosotros (¿quién
no lo hizo?) viajábamos con poca guita y muchas ganas por las "Rutas
Argentinas".
Bueno, terminé de hablar de los temas, de la increíble actuación de Emilio,
Luis, Edelmiro y Rodolfo; de la emoción, de los discos. Pero no terminé. Falta algo, tal
vez lo más importante Mucho más allá de que el nivel, la fuerza, la convicción, la
perfección de todo esto sean incomparables, muchos más allá de una critica
estrictamente musical y minuciosa, hay algo que flota cuando uno termina de escuchar. Yo,
ustedes creo que también, sabemos de qué se trata (aunque no lo podamos explicar
completamente) Sabemos que esto es el "rock argentino . que con tantas situaciones,
todavía sigue siendo un fenómeno con repercusión (sí lo sabemos, estoy seguro, aunque
no podamos contarlo) cuando un disco puede llegar a resumir toda nuestra vivencia con el
rock y cuándo no.
Y bien, en estas dos placas, en estas cuatro fotos de tapas, en esos objetos tan
sencillos y de los cuales todos tenemos muchos otros aparentemente iguales, todo eso
está, mágicamente condensado. .
Bastarla quizás ver la contratapa del disco 1, donde, terminado el recital,
algunos pibes se toman la nuca, otros la garganta, y todos tienen la cara cansada, pero
contenta. Todos saltaron, todos cantaron (o gritaron), todos vieron el escenario y todos
fueron parte de él Todos sintieron que cada una de esas palabras y cada una de esas notas
eran parte de sus propias vidas..
Cesar Nieszawski
el expreso imaginario
julio 1980 |
CHARLIE GARCÍA
Pic-nicNo
se asusten... No se trata de un nuevo LP de Charlie García. A decir verdad, tampoco es un
LP de Charlie García, ya que el 90% de los temas (salvo Música del Alma y el Fantasma,
grabados en el Festival del Amor, y este último en versión de legalidad-lilalilá)
pertenecen a Seru Giran. ¿Qué es ésto, entonces?
Bueno, es un buen método para MH -acaba de perder a García & troupe de su
catálogo, ya que se formó el sello independiente SG- de llenarse los bolsillos, editando
material viejo en una selección, tocada por un grupo que ya no aportará más a sus
arcas.
Ahí están Perro andaluz, Noche de perros, Autos, jets, aviones, barcos, El
mendigo, Viernes 3 AM, Seminare y La Grasa, además de las otras dos antes nombradas, para
hacer las delicias de quienes quieren tener todos los temas juntos sin cambiar de disco en
la bandeja.
Tapa: Insufrible. Grundig debe tener canje con MH, porque grabadores de esa
marca aparecen en la tapa de "Música prohibida" y también en Pic-nic. Los
chicos de Seru (en una foto vieja que alguna vez una revista colega pensaba sacar como
poster) simulan pasarla muy bien tomando Teem y fumando Jockey Suaves. Pero... ¡ay,
David, esa pancita! ¡Gente grande, che!
Resumen: Un "Grandes Éxitos" que no se justificaba, tan
compulsivo que apareció casi simultáneo a "Bicicleta", En un momento en que
"Bicicleta" debe ser prioridad. Seru Giran, aclaramos, nada tiene que ver en
esto, ya que dejaron de pertenecer a Music Hall.
G.G:
MIGUEL CANTILO con PUNCH
Adonde quiera que voy
Adonde quiera que voy; Lava
blanca luna- La serpiente oirá vez; Cacho Palos: Buenas ondas:Yo soy un jornalero:
Atención a! camino: Bien caliente: Chacarera de plata; Directriz: A tres mil metros sobre
el nivel del mar; La vuelta al origen.
Personal: Miguel Cantilo. canto y guitarra rítmica: Quique Gornatti, guitarra y
canto: Fernando Huici, teclados y canto; Morcy Requena. bajo y canto: Isa Portugheis.
batería y canto
Perdonen la crasa omisión pero nos habíamos traspapelado éste, uno de los
álbumes más interesantes que nos dio el panorama local en los últimos meses, en
opinión de vuestro humilde escriba.
Para armar Punch, Miguel Cantilo se rodeó de varios excelentes músicos argentinos
de la primera carnada: los ex-Cófrades Requena, Portugheis y Gornatti y el tecladista
español Fernando Huici a quienes reclutaron tras una extensa estadía en la madre patria.
El tiempo y la experiencia de tocar en los lugares más diversos pulió el sonido
de la banda, haciéndoles delinear un repertorio que combina eficazmente una variedad
notable de estilos (hard-rock, folk. reggae. ska y country) con un nivel musical
individual y ensamble grupal que no se ven iodos los días por aquí.
Líricamente Cantilo retuvo mucho de la poesía incisiva que le conociéramos en la
era Pedro y Pablo con su dosis de refrescante humor que pone de manifiesto en este LP con
temas como "Bien caliente" y "Cacho Palos" sátiras disparadas con un
guiño de ojo al mundo del boliche y a la ambición desenfrenada respectivamente.
Cantilo romántico, sutilmente melancólico está presente con creces en "Lava
blanca luna". "El regreso al origen" y el tema que da nombre al larga
duración, "Adonde quiera que voy", una canción que merece integrar la
antología del rock local: una melodía de primera, una slide guitar pulsada con maestría
por Gornatti y unos coros como para erizar la piel. ¡Bien!
Cuando la banda hace rock, se hace sentir. Como prueba bastan "El
jornalero", un número "autobiográfico", y "A 3000 metros sobre el
nivel del mar" un rocker compuesto por Miguel durante su estadía en Colombia.
Tenemos más. Está el bien logrado ska de "La serpiente otra vez", el
country/reggae de "Atención al camino", el folklore de "Chacarera de
plata" y dos excursiones al campo de la new wave en "Buenas ondas" y
"Directriz" que, sin decepcionar. les falta la redondez general del resto del
repertorio.
Al escuchar una y otra vez el LP y reparar en el cuidado de los arreglos, la
calidad estructural de las composiciones, el ensamble de los instrumentos -en particular
la multiplicidad de Huici sobre las teclas y la guitarra de Quique- y la emoción y
personalidad de la voz de Camilo me sentí mal de pensar que en plenos años 80, una banda
de este nivel haya sido blanco de prejuicios extra-musicales.
La placa adolece de cierta sobresaturación de agudos que hace que las eses
"rompan" y es notoria la diferencia de niveles sonoros entre los dos temas
grabados en España ("Chacarera...." y "Atención") y el resto del
material.
Pero, por fortuna, la música contenida redime esas falencias. Resumiendo: pulgares
hacia arriba para "Adonde quiera que voy", un muy buen LP debut para Miguel
Cantilo y Punch.
Alfredo Rosso
el expreso imaginario julio 1981
MORÍS
MUNDO MODERNO
Grabado en enero de 1980,
este segundo álbum español de Morís lo muestra totalmente asimilado al público y al
mercado ibéricos; es una colección de nueve temas en menos de media hora, todos
compuestos por él, con el mismo lenguaje simple (casi rudimentario) y callejero que
solía manejar en estos pagos.
A "Mundo Moderno" no le podemos negar una cosa: es una placa con una
fuerte personalidad. No cabe la menor duda sobre quién escribió los temas; pero, por
desgracia, éstos acumulan tantos defectos en la estructura musical, tan poca originalidad
y tan mezquino ingenio creativo, que escucharlo desde el punto de vista argentino puede
resultar hasta un poquito ridículo. Los españoles recién le están cazando la onda al
asunto éste de la "marcha", y les importa bastante poco lo que haya más allá
del ritmo y la polenta. Sin embargo, incluso la polenta del disco no es la que se podía
esperar, por lo menos, como contrapeso a la falta de imaginación y la reiteración de
fórmulas tan viejas y gastadas.
Cuatro rocks (uno instrumental), una especie de guayabo tropical ("Don
dinero", una de esas canciones que parecen compuestas por estudiantes que vuelven a
su casa en un micro escolar), un tema de claras influencias disco ("Te espero en la
discoteca", yo creo que no voy a ir, perdón) y tres baladas, componen todo el
material. Las baladas son quizás lo más rescatable, porque la voz de Moris sigue
teniendo ese sabor boleristico y ese sentimiento romanticón que siempre nos fascinó;
particularmente "El labrador", pese a lo pobre y tosco de su letra, me pareció
un buen número, pero estoy seguro de que, metida en otro marco más decoroso, hubiera
pasado como una canción más.
La banda, compuesta por Ciro Fogliatta, Carlos Riganti (teclados y batería
argentinos), Gustavo Gregorio (bajo) y Johnny Galvao (bajo y guitarra) cumple lo suyo con
corrección, pero la verdad es que muy dificultoso no era tocar esta música; y en cuanto
a fuerza y energía, se nota que no están al máximo. La voz de Moris sigue siendo la
misma, y tal vez no sea lo malo que desafine o se enroquezca, pero si es un punto en
contra la forma en que parece perderse, sobre todo en los rocks, debajo de la
instrumentación, que incluye también una desaprovechada sección de vientos.
La tapa: una buena idea de Juan Oreste GattI (hacía cuanto que no teníamos
noticias de él!), desaprovechada por los colores burdos y la mala impresión. O sea, una
presentación bastante de acuerdo con el contenido del disco.
"Mundo moderno" es un disco grabado para los "chochamu"
gallegos. Su edición en Argentina tal vez no tenga mucho sentido, pero de todos modos es
probable que algún viejo admirador se emocione y lo escuche con gusto. Yo soy un viejo
admirador de Morís, y además me gusta el rock and roll. Pero a este disco, creo, lo voy
a archivar en cuanto termine el comentario.
Cesar Nieszawski.
el expreso imaginario marzo 1981
SERU GIRAN
SERU GIRAN
El primer Long play de Serú
Giran se abre con un tema dentro de la mejor tradición compositiva de Charly: Eiti Leda.
En realidad es un tema viejo, que en la época de Sui Generis se llamaba Nena. Y la nueva
versión es impresionante, va creciendo desde la voz sentida de García, apoyada
suavemente por la orquesta. Cuando entran los coros, comprobamos la dulzura que pueden
alcanzar Charly y David cantando juntos: "Quiero verte desnuda/ ...sobre alguna
autopista/ que tenga infinitos carteles/ que no digan nada". Se desata entonces el
grupo sonando con una potencia sorprendente. Aznar hace malabarismos con el bajo, Moro es
un bloque de firmeza y brillo. Charly lanza su sintetizador que recuerda un poco a Wakeman
en su juego con la orquesta. "Eiti Leda" es una prometedora apertura para un
álbum. Le sigue "Mendigo en el. Andén", cantado por David sobre una trama de
piano y guitarra, poniéndose más rockero a! final, con Charly usando todos sus teclados.
García vuelve a hacer la primera voz en "Separata", una canción con piano, y
un levísimo fondo de sintetizador, que es una obra maestra de síntesis y feeling.
Para rematar el lado tenemos: ''Autos, Jets, Aviones, Barcos": "Por el
Ecuador y el trópico/ el sol/ saluda a nuevos vagabundos/ porque en tierra nadie queda/
la verdad es que se está yendo todo el mundo". Asombroso el ritmo de Moro, ese
"tropical pesado" que es su especialidad. Asombroso el vertiginoso trabajo de
Aznar.
El lado 2 comienza con una pomposa orquesta -arreglada y dirigida por Daniel
Goldberg- que da paso a un juego de voces de David y Charly, y a un temperamental piano de
Charly. El tema es "Serú Giran", con una letra en idioma inventado llena de
sugerencias (la ilustración fotográfica de su significado está en el sobre interno). La
viola se mete en las pequeñas partes rockeras y Aznar repite la melodía con el bajo. Es
un tema un poco pretencioso, pero no se puede negar que está bien hecho, sin duda el
mejor uso que se haya dado a una orquesta en el rock argentino.
"Seminare", en el surco que le sigue, es una canción sin mayores
brillos, salvada por momentos gracias a la excelencia de las voces. Es en "Voy a
mil" donde está el punto débil del álbum. Se trata de un rock and roll en honor a
un conocido productor de rock: "Hey doctor,/ tengo la sangre prometida/ déme la
coramina". El tema ha reunido muchos clichés que van desde los enérgicos reefs de
viola hasta las trepadas de sintetizador. Aznar, como siempre, se destaca con su bajo en
unos contratiempos que dejan sin aliento.
La tapa es un acertado collage en blanco y negro. Contiene las letras y la
información técnica.
Grabado en Brasil, adicionada la orquesta y mezclado en Los Angeles. Muy bien
arreglado, cantado y tocado. Extraordinaria labor de Pedro Aznar. Voces brillantes. Un
buen long play debut.
Pipo Lernoud
revista el expreso imaginario diciembre 1978
MÍA
Cornonstipicum
Hay discos dotados de una
atmósfera propia que ni bien los pones se escapa de los surcos, se trepa por las paredes
y te envuelve en un mundo con vida propia que crece a medida que pasan las bandas. Este es
el caso de "Cornonstipicum", tercer LP de MÍA y quinta obra grabada, si
contamos los cassettes de "Saturno" y "En Vivo".
Al escuchar "Cornonstipicum" lo primero que resalta son las dos
corrientes de composición que siguen sus temas. El lado uno comienza con tres piezas de
Daniel Curto, el inefable "Mordaz". "La Coronación Del Fabre"
inaugura la placa con un clima casi pastoril, elaborado delicadamente en el fondo de
guitarra acústica (Daniel) y la combinación de flautas traversa y dulce (Daniel y
Liliana Vitale) ¿Homenaje al can de los MÍA? Si es así, el perrito se debe sentir más
que orgulloso.
Imagen III continúa la atmósfera con un muy dulce pasaje vocal de Liliana
mientras Lito Vitale lleva la línea melódica con una superposición de órgano,
sintetizador y melotrón. Muy bien los efectos de pajaritos y los silbidos del final,
agregando el elemento de color con delicado buen gusto. Crifana y Tamilstenes completa el
trío de temas de Mordaz con un comienzo coral (Liliana.Daniel y Lito) para luego
sumergirse en una zapadita concierto tufillo jazzero guiada una vez más por los teclados
de Lito.
Las Persianas No, es un apéndice de 45 segundos que cierra el lado con una especie
de broma interna de la cual me quedo envidiosamente afuera.
El lado dos comienza con "Piedras", una pieza dulcemente introspectiva
con Lito al piano, preludiando la "tour de force' del LP: la obra
"Cornonstipicum" compuesta por Lito, Nono Belvis y Juan del Barrio. Teclados,
coros y guitarra eléctrica (Mono) se juntan aquí para edificar un pasaje que va subiendo
en intensidad y temperatura a medida que transcurren los minutos. Nono pasa a la acústica
para un pasaje suave, con Daniel y Liliana aportando una vez más su exquisito duelo de
flautas traversa .y dulce.
Se mete entonces el coro, contraponiendo distintos registros en un interludio de
connotaciones casi siniestras, algo así como la "calma que precede a la
tempestad". En cierta forma lo es , ya que enseguida entran los demás instrumentos
en un final desbocado cacofónico pero super-coherente.
Es curioso: cuando un grupo graba un LP doble y el resultado es desparejo, suele
decirse "podrían haber hecho un disco solo pero excelente". Con
"Cornonstipicum" sucede lo contrario. Hay tanta música y de la buena que
algunos finales de temas parecen compulsivos, como si hubiesen sido forzados por
condicionamientos de grabación. Creo que el mayor elogio que puedo brindarle al LP es
decir que un álbum doble no hubiese desentonado en absoluto.
Tapa: Sobria, armoniosa, y bien realizada.
Resumiendo: Otra confirmación de que el rock nacional (o música
contemporánea, si les gusta más) sigue vivito y coleando, a pesar de los agoreros que
tiran palabras de tierra antes de tiempo
Si conocen a alguno, regálenle "Cornonstipicum" para las fiestas. Van a
ver cómo le cambian la cara.
Alfredo Rosso
revista El expreso imaginario diciembre 1978
RAUL PORCHETTO
Televisión
¿Habrá días de sol?; No me
dejes caer; Me siento bien; Qué chatura señor; Televisión, ¿está bien o está mal?;
Eternos necios; Miedo de volar; Se ha perdido el coraje; En el fondo del cielo; Como el
bien y e! mal: Canción número cero.
Personal: Raúl Porchetto, teclados, voz; Pablo Guyot, guitarras, Alfredo Toth,
bajo; Willi Iturri; Rubén Rada. Los Fanta. Isa Portuguéis y La Banda, coros (en 4).
Este es el segundo trabajo que Porchetto emprende en una nueva etapa de su carrera:
una revitalización, tanto rítmica como temática de sus anteriores álbumes, más
introspectivos y endeudados con las corrientes sinfónicas y jazz-rockeras.
De "Metegol" a "Televisión" encuentro algunos puntos negativos
y otros positivos.
Lo que impresiona de entrada es una cuidadosa (si bien no impecable) producción,
desde el arte de tapa hasta la ecualización de los temas (aunque no me guste el sonido
que proviene de Guyot en "Se ha perdido el coraje"). Musicalmente Porchetto ha
progresado: vocalmente la disciplina aplicada fue otra y la utilización de los teclados
(en especial el sonido del Prophet 5) llenan posibles huecos (caso: "Habrá días de
sol" tratada a lo Weather). Si bien la mayoría de los temas tienen elementos que los
distinguen, en muchos casos (semejanzas rítmicas y sonoras sobre el teclado) la
personalidad de todos ellos termina por unificarse en una única masa. Los temas ligeros
-"Eternos necios", "Qué chatura señor", "Habrá días de
sol"- guardan una semejanza que, por momentos, los hace predecibles (al menos para mi
gusto). Por otro lado los temas "acústicos" -"Miedo de volar",
"No me dejes caer", "En el fondo del cielo"-, si equilibran la placa
(algo de lo cual adolecía "Metegol") evitando el descarte de cualquiera de los
que integran el álbum. Las letras son otro punto donde Porchetto afinó su puntería,
destacándose "Eternos necios", "En el fondo del cielo" y "Qué
chatura señor". Si conseguimos ver "Televisión" desde un ángulo que no
incluya un análisis de evolución musical de un álbum a otro, estaremos de acuerdo en
que merece las estrellas que tiene.
R. Petinatto
Revista El expreso imaginario noviembre 1981
MANAL
Reunión
Doblé en una esquina; Como
si fuera a tocar las estrellas; Juega el juego, Jugador; Te daré mi mano; Sacúdeme la
vida; Nos veremos mañana; Tengo algo en mi mente para vos; la Centuria.
Personal: Claudio Gabis, guitarras, piano, String Ensamble, sitar, percusión;
Alejandro Medina, bajo. voz, coros, percusión; Javier Martínez, batería, percusión,
voz, coros; Roberto Fernandez, trompeta (en 5 y 7); Román Rulo Rodríguez, percusión.
***
Desde hace unos años a esta parte muchos
pioneros-del-rock-"en-castellano" (inmigración iniciada por Almendra) volvieron
al redil. Muchos, en sus nuevas producciones, salieron airosos (caso Almendra) y otros no
aportaron nada que superara su pasado (caso Morís o Los Jaivas, en mi opinión). Manal
pasa a integrar la primera lista.
Sus músicos -Graduados de la Adolescencia hace ya muchos años- han cambiado (y
crecido) en sus diferentes estilos, y en la composición salta de inmediato. Salvo Javier
Martínez (con su voz más madura y declamatoria que antes y su tradicional apego a los
blues) los restantes han conseguido nutrirse de nuevas corrientes de esta década. Gabis,
por ejemplo, más inmerso en las variantes de fusión (algo previsible ojeando su pasado)
trae "La Centuria" (único instrumental del disco e inspirado en "Las
Centurias", célebre libro del enigmático astrónomo Nostradamus), que se relaciona
con "Como si fuera a tocar las estrellas" (el otro tema de Gabis). Medina aporta
su funk (influencia inevitable en cualquier bass player de esta época) con "Juega el
juego jugador" y cantos del "macho a la hembra, lleno de instinto y
dulzura" en "Sacúdeme la vida" (donde acontece el solo más macizo de
Gabis). Finalmente, Martínez muestra su destreza -y comodidad- en "Nos veremos
mañana", el único Blues-blues del álbum. En fin..., Manal ya no piensa como antes
(incluso su poesía es más ligera y optimista). La evolución de esta banda pasa, ahora,
por otra parte.
El arte de tapa es discreto y el sonido del álbum no me convence (faltan agudos)
aunque la atmósfera de pulido y prolijidad impere.
R. Pettinato
revista el expreso imaginario noviembre 1981
LITTO NEBBIA
Litto Nebbia
Alguien se olvidó de avisar;
Vive Bonito; Sabor de amigo; Cuando llega el ocaso; Más que loca; Para John; Fattobello
Faltoruso; No importa la razón; Recuerdos en un taxi; Hay que aprender a morir; Un poco
de vida.
Personal: Litto Nebbia, canto, piano acústico, percusión, batería (en 6),
teclados; Néstor Astarita, batería; Jorge González, contrabajo eléctrico; Jose
Iglesias, flautas (en 3 y 4); Jorge Pavón, percusión (en 3).
***
Este disco, editado por RCA en nuestro país (aclaro esto porque los últimos años
discográficos de Nebbia salieron de su propio estudio en México, Melopea Records), es el
último de su producción (mayo del '81), si es que no edita otro mientras escribo este
comentario.
La producción discográfica me parece deficiente (deducción que no sólo surge de
escuchar a González y Astarita) aunque no así la convicción con que se interpretan los
temas. Poéticamente, no me ubico entre sus devotos. Y, desde una perspectiva musical,
sigo añorando su "Muerte en la Catedral", "Melopea" y partes de
"Despertemos en América".
En este álbum Litto consigue elaborar varios chispazos ("Más que loca",
"Sabor de amigo") aunque ninguno de ellos sea demasiado estridente. Para los
seguidores de este compositor les digo: "Litto Nebbia" no será un álbum
decepcionante. Para los que han escuchado otros trabajos de su última era no creo que
haya dado un paso demasiado largo. Para mi hay tres temas ("Recuerdos en un
taxi", "Hay que aprender a morir" -verdadero hit- y "Un poco de
vida") que condensan lo que Litto quiere decir en esta época. Creo que Litto Nebbia
está atravesando una etapa demasiado auto-indulgente si nos remitimos a las épocas del
"trío", aquella agrupación de una sola pieza.
R. Pettinato
revista el expreso imaginario noviembre 1981 |