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El fantasma de la
nostalgia, entre otros menos, etéreos, parece estar lejos de retirarse de los escenarios
de rock locales, aunque esto no menoscaba ni las vitales actuaciones ni la calidad de las
composiciones. Tal vez alentados por la masiva respuesta que capitalizó Almendra en su
regreso, Manal también intenta reunirse para abril o mayo próximo. Claudio Gabis, que
estuvo en la Argentina durante la eventual unión musical de Almendra, viajó a España
para convencer a Javier Martínez del regreso, ya que él seria el más renuente a
abandonar Barcelona, donde reside desde hace siete años.
También hace diez años, Manal comenzó a diluirse hasta dar por terminada una
etapa en la que el blues, el jazz y las descarnadas, lúcidas letras de Javier Martínez
hacían silenciar a las audiencias, respetuosas y hechizadas por la devoción. Por su
lado, Alejandro Medina continuó con la Pesada del Rock And Roll, Aeroblus, Pappo's Blues
y sus proyectos de grupo propio, que ahora tomarán forma cuando grabe un álbum para
Microfón.
La gente pide Manal
¿Cuál es tu nueva banda?
Mañana empezamos a ensayar. Los
músicos son Juan Rodríguez (batería). Gastón Cubillas (guitarra), Willie (percusión)
y Gustavo Pires (teclados), que también toca en Aschavel. Quiero hacer un grupo que no se
llame Alejandro Medina, para que todos aporten. Tengo temas de blues, rock, jazz, afro,
funky, me gusta todo, me gozo todo en todas las ondas. Pero quiero hacer temas junto a los
demás y que los demás traigan sus temas.
¿Cómo vivís la posibilidad de
que Manal vuelva a reunirse en un escenario?
Tengo muchas expectativas al
respecto. De los grupos que han grabado y que he grabado, el que más me gusta es Manal.
Me gustaría mucho hacerlo. Primero, para demostrar la música que hacíamos hace diez
años y lo actual que es, lo linda que es. Y después, por lo que demostró ahora
Almendra: la gran cantidad de gente que está ávida por escucharlos, que no vieron
aquellos grupos. Como consecuencia, funciona Almendra, y, como consecuencia, la gente pide
a Manal. Quiero subirme a un escenario en las condiciones técnicas óptimas de sonido y
dar vuelta a la gente.
Una época muy confusa
¿Son compatibles a nivel musical
y humano, después de diez años?
Por qué no lo seríamos, si no
terminamos a las trompadas. Tenemos muy buena relación entre nosotros, seguimos tocando y
mucho mejor; tenemos la mente mucho más clara, tenemos más tranquilidad, la locura está
más suelta. El amor que nos une por lo que hemos hecho todavia continúa. Esas son
razones suficientes para que haya expectativas.
¿Cuánto tiempo hace que no
tocas un tema de Manal?
Hace muy poco, un mes más o
menos. Lo hice tocando en escuelas, en las fiestas que los chicos hacen para juntar fondos
para su viaje de fin de curso. Toqué "Una casa con diez pinos", "Informe
de un día", etcétera. Me pidieron hacer un recital tipo "reviva!", con
temas míos de La Pesada del Rock And Roll, además de Manal. Con Juan (Rodríguez) y dos
guitarristas jóvenes hicimos otro recital en la onda rock, y los guitarristas ya
conocían los temas y estaban super emocionados.
¿Qué recuerdo tenes de La
Pesada del Rock And Roll?
Pocas cosas. Fue una época muy
confusa. Cuando se hizo la Pesada, no había más nada. Charly García o Porchetto
comenzaron a existir a partir de (Jorge) Alvarez y nosotros, que grabamos sus discos. De
no haber sido por la Pesada, ninguno de ellos pudo haber existido, porque las grabadoras
no querían saber nada de rock. Todo esto lo digo a nivel cultural, no de dinero. El
dinero no me importa lo poco que tengo no lo hice por mi música. En esa época, trabajaba
diez horas metido en el estudio de grabación. Si ahora hiciera lo mismo, también
tendría dinero.
Un blues combinado
¿Los músicos locales siempre
llegan tarde en cuanto a tendencias musicales extranjeras?
Los músicos y la juventud siguen
lo que pasa allá arriba, en los Estados Unidos y Europa. La generación reciente copia y
eso es un índice elevado de comunicación. La Argentina quiere estar actualizada,
constantemente. Ahora el músico está mejor informado, no tienen dificultad en tocar
mejor porque escucha todo. Antes teníamos que escuchar discos de Charlie Parker, John
Coltrane, que no estaban al alcance de muchos, salvo los estudiosos. Los músicos de jazz
son intérpretes, no creativos. En el rock pasa lo mismo, salvo que es un fenómeno
mundial. Todos empezamos a tocar mejor a partir del año 74, más o menos. La base es el
blues, es la clave para comprender al jazz, porque después se puede ver con claridad que
todo es un blues cambiado, cromatizado. Si no comprendes el sentimiento y la armadura del
blues, nunca podrás gozar del jazz.
Mas potente que Almendra
En su momento, ¿Manal fue un
grupo basado en el jazz que tocó para el público de rock?
Más que nada, fue blues y swing.
El blues es fundamental. Una vez, cuando volví después de haber estado en el extranjero,
me encontré que aquí había una fobia con respecto al blues y la música pesada. Estaba
el bando de los "blandos" y de los "duros". Era exactamente lo mismo
en los músicos, excepto que los del segundo bando usaban el pantalón con la raya bien
planchada. Muchos músicos se volcaron al jazz-rock sin haber pasado por Hendrix, cuya
contribución a ese estilo es muy importante. |


¿Está confirmada la reunión de
Manal?
No, no sé si se hará. Por un
lado, tengo muchas ganas de que se haga, pero, por otro lado, no me preocupo por eso.
Tengo que seguir haciendo la mía, no puedo hacerme ilusiones con la reunión de Manal. Yo
sigo mi carrera: voy a grabar un álbum para Microfón, probablemente haga un concierto
pronto, tal vez vaya a Mar del Plata con el grupo MAM. Lo más probable es que Javier diga
que no. Dios quiera que se haga, mataría. Para nosotros. Manal fue muy fuerte. Si
después de diez años, volvemos a mostrar el material que teníamos, más algunas cosas
nuevas, seguramente vamos a sentir una satisfacción y unas ganas de amar a todo el mundo
impresionantes, totales. Esto surgió como una consecuencia: habiendo sido Almendra un
éxito, tenemos el cincuenta por ciento de certeza de que Manal va a ser otro éxito, tal
vez mucho más potente porque uno edifica cambiando los errores que el otro cometió. Yo
no voy a tocar con un equipo de cuatro mil watts. No discuto la calidad de los temas ni de
la ejecución, pero la pobreza del sonido fue brutal. En las populares no se escuchaba
nada. También es un acto heroico del público argentino, que siempre abre las orejas lo
más que puede para entender mejor la cosa y, por eso, se dice que es muy exigente.
Un trío de dos
¿Cuál era la reacción que
recibía Manal de su público en su periodo de apogeo?
De respeto, de mucho respeto, de
no entender nada lo que estaba escuchando. La gente no tenia un material de información
discográfica como para comparar. El público tenía los oídos vírgenes. Saltaban,
reían, lloraban de emoción por escuchar algo nuevo, más las letras, la voz y la
filosofía de Javier. De aquella época, puestos en el colador de todos los grupos sólo
quedan Manal y Almendra. Ninguno de los dos tuvo letras complacientes. Javier sabia tocar
muy poco la guitarra, básicamente él escribía. Vivía en mi casa. El me pasaba los
temas y yo se los armaba. Cuando, llegaba Claudio, él aportaba su parte. Pero en el 70 y
71 se acabó. Eran como tres años de lucha, y era demasiado. Me acuerdo que nuestra
consigna era hacerle la cabeza a la gente porque no sabia, no entendía y no estaba
preparada. Eso era muy pesado, muy grande. Llegó el momento en que dejamos de crear,
tocamos durante un año el mismo material. Cada uno tenia ganas de hacer su cosa. Javier
siempre estuvo copado con el jazz y ahora está tocándolo, además de blues y funk. Y
Claudio también. Y yo podría tocar con ellos en las músicas que están haciendo. No
porque estuve haciendo Rhythm & Blues, que es lo único que sé tocar. Por mi parte,
nunca me decidí a armar una banda, pero cuando finalmente la hice, llegó el Mundial de
Fútbol y no pasó nada. Con respecto a Manal, cuando grabamos el álbum "El
León" ya se notaba que era un trío de dos. La otra vez estaba escuchándolo y la
base rítmica iba para un lugar y la guitarra iba para otra. Fue la época del bajón.
Te pone reflexivo hablar de
Manal.
Estoy recordando. Fue una
vivencia muy importante. Fue un periodo de crear canciones que decían cosas. La que más
me gusta es "Informe de un día", esa que termina diciendo: "Para qué
complicar, complicar..."
más Alejandro Medina aquí
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