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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Dúo Fantasía
el sueño del pibe

Con más de doce años de formado, el dúo Fantasía logró su consagración tocando como número de apoyo en una actuación de León Gieco. A raíz de su presentación, fueron contratados para comenzar a grabar en abril su primer álbum, asistidos por músicos conocidos. Uno de sus integrantes, Gabriel Maccioco, compositor de todo el repertorio, contó los difíciles comienzos, el éxito y los planes. Fantasía empieza a ser considerado como una de las perspectivas para este año.
La historia del dúo Fantasía, relatada por Gabriel Maccioco (20) en esta nota, es completamente real, aunque tiene todas las características de las fantasías adolescentes en las que los personajes finalmente consiguen los objetivos por los que lucharon. Respaldados por la consagración obtenida en sus últimas actuaciones, en febrero, secundando a León Gieco, el dúo fue contratado por Sazam Records para grabar tres álbumes y un simple.


revista Pelo
1980

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El relato de Maccioco contiene la candidez de los novatos, particularmente en su apreciación sobre el mundo del espectáculo. Las letras que canta con Luis Viola (guitarra y voz, 26) son uno de los pilares sobre el que se asienta la atracción de las audiencias. La elocuencia de la narración de Maccioco deja poco lugar para los comentarios, porque no retacea nada de la trayectoria del dúo.

Maccioco: "Fantasía surgió por casualidad. Mi hermano y el hermano de Luis asistían a la misma escuela; ellos se conocieron, y después yo conocí a Luis por su intermedio. Luis y yo comenzamos a ensayar informalmente en nuestro barrio, en San Antonio de Padua, en noviembre de 1977. Durante los carnavales del año siguiente, un amigo que organizaba bailes en un boliche nos invitó a participar. Después decidimos hacer las cosas en serio o no hacerlas. En febrero del '79 fuimos a Music Hall, dimos una prueba con el grupo que habíamos formado con Leonardo Romes (batería) y Edgardo Vals (bajo). Esa banda se separó enseguida por las discrepancias que teníamos con el bajista. Después, de mayo a octubre, estuvimos peleando con el productor para que nos concediera otra prueba como dúo. Mientras tanto, nos presentamos en Music Up, en un ciclo exitoso con Instinto de Vida, hasta que conocimos a nuestro actual manager. El se ocupó de interesar a su amigo León Gieco y el productor discográfico. De ese modo llegamos a tocar con León en Parquerama, donde nos ocurrió algo increíble.

Una película cursi

"La idea de tocar ante mucha gente me encantaba, porque desde chico soñé que era un Beatle y hacia la mímica de que tocaba la guitarra, frente a una pared que, para mi fantasía, representaba cinco mil personas. Lo que nos ofrecían era como el sueño del pibe, y lo mismo le ocurría a Luis. Aceptamos tocar, aceptamos el desafío, nos jugábamos a lo que fuera, ya que nos Íbamos a topar con cuatro mil personas, y nada menos que junto a León Gieco. Hasta que llegó el momento. Fuimos a tomar algo con León antes de subir al escenario, y él nos recomendó que estuviéramos tranquilos. Y nosotros simplemente estábamos contentos porque íbamos a tocar.

"Cuando subimos, no nos aplaudió nadie, a pesar de que León nos anunció personalmente como algo que a él le había gustado. Pero después, todo fue maravilloso, fue genial. En el segundo tema ('Dime por qué'), cuando entra el estribillo, palmeé dos veces y el público de inmediato comenzó a batir palmas. Nos pidieron otra. Me emocioné mucho cuando nos sentamos de nuevo y nos ovacionaron. Y todavía más cuando, al retirarnos, los chicos que estaban cerca del escenario estiraban sus manos para saludarnos.

¡Como si fuéramos famosos, y no somos nada! En diez minutos cambió todo. Antes de empezar a tocar, León dijo ante los micrófonos que se había quedado sorprendido, y que somos la nueva música contemporánea. Después fuimos a ver si podíamos subir a los coches chocadores de Parquerama. Y fue increíble la cantidad de autógrafos que firmamos. Parece una película bien cursi, de esas en que alguien llega a la fama de la nada.

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Ni bancario, ni artista

"Y aquí estamos, preparando un ciclo en el teatro La Piedad para mayo, donde seguramente tocaremos con gente importante. No lo hablamos con ellos, pero pensamos que podría ser con Petty Guelache, Jorge Durietz (ex Pedro y Pablo) y 'Beto' Satragni, de Raices. Cuando grabemos, lo vamos a hacer con Alfredo Toth, Rodolfo Gorosito y Oscar Moro. Vamos a hacer el disco con lo mejor que hay acá: queremos tener a nuestro lado la experiencia que nosotros no tenemos.

"En síntesis, la música de Fantasía es la libertad, es querer ser libres. Te podría decir que Fantasía es una voz de la juventud de mis veinte años que dice las cosas que ve y que quizás la gente no ve. Musicalmente, tenemos muchos arreglos de voces; no somos como Pastoral, en el que Alejandro estaba arriba y Miguel Ángel abajo. Ni Luis ni yo somos primeras voces, y los arreglos nos llevaron mucho tiempo. No sé si lo que hacemos es música folk. Tampoco es folklore latinoamericano ni argentino: es música, canciones que pueden ser el folklore de la ciudad, o su alma.

"Hacer música por dinero no sirve. Si es que tenemos algún objetivo es llegar a toda la gente que podamos con la mayor humildad y con el mayor sentimiento que tengamos para dar. Seria feísimo llegar a ser un artista, porque cuando me ponga en artista voy a perder toda la sinceridad que pueda tener ahora como persona común. El día que me agrande porque me piden autógrafos o me saque una foto en la calle, ya no voy a poder cantar lo que canto ahora. Tal vez quede mal, porque no lo conozco personalmente, pero en tal caso solamente podría cantar como canta Charly García sobre Hollywood y las estrellas. Trato de no llegar a ser artista. Quiero ser como ahora y vivir cantando. Llegar a ser un ser humano normal, nada más que, en vez de ser bancario (como lo fui alguna vez por tradición familiar), canto."

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