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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Alfredo Toth
comenzar a despertarse

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revista Pelo
1980

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Desde que el rock surgió en Buenos Aires, hace más de diez años, Alfredo Toth siempre estuvo ligado a él. Por su historia personal, su visión de la música que emergió del rock se basa en la experiencia directa, y, por los cambios producidos en estos últimos años, actualmente su opinión es una mezcla de optimismo y escepticismo.

Dejar atrás el recuerdo de Los Gatos, aquel grupo que removió los cimientos de la música pop en 1967 al incorporar el rock cantado en castellano, es una meta a la que llegó Alfredo Toth, actual bajista de Los Desconocidos de Siempre. Un logro que siempre comenta con cierto y notorio alivio. Seguramente, porque el estigma de ser precursor ha inmovilizado a muchos músicos, que sólo pueden vivir de nostalgias.

Luego de la separación de la segunda y poderosa formación de Los Gatos, la frustración más difícil de digerir para Toth fue el grupo Sacramento, donde también tocó Ciro Fogliatta, ex compañero de Los Gatos. En esa banda, particularmente enérgica y rockera, depositó muchas expectativas que no lograron continuidad.

Su larga experiencia se contradice con su cara, tan adolescente como la de sus comienzos. Esa es la razón por la que sus amigos León Gieco, Oscar Moro y los demás integrantes de Los Desconocidos de Siempre lo apodan "Dorian Gray", aludiendo a la obra de Oscar Wilde cuyo personaje central vende su alma para mantener su eterna juventud. Sin embargo, Toth no ha vendido su alma para conservar el éxito perenne, sino que prefiere archivar el recuerdo de otros sucesos y dedicarse a tocar la música de hoy para la gente de la nueva generación.

Nostalgia y fracasos

Para mucha gente los Gatos son una nostalgia. ¿Para vos también?

Si, seguramente. Pero es como una cosa que ya pasó. A mi me hablas de los Gatos, y es una especie de sueño en el que se recuerdan cosas gratas. Es una nostalgia no sólo por todo lo que pasó musicalmente en ese momento, sino por lo que vivíamos a nivel grupo. Vivíamos todo al mango.

Por lo que decís, parece que los Gatos son un recuerdo que querés dejar bien enterrado.

Y... si. Para mi pasó hace mil años, y son diez. Es mucho tiempo. Pero me sirvió totalmente. Todo lo que aprendí lo aprendí en ese grupo. A partir de los Gatos, con Moro y Ciro pudimos bancarnos un buen tiempo en los Estados Unidos para escuchar a alguna gente; ese viaje lo hicimos con el producto de nuestro trabajo en unos carnavales. Cuando regresamos fue cuando se integró Pappo y cambiamos bastante. Fue la época de más polenta de los Gatos, hicimos más rock and roll.

Pero Sacramento también fue un grupo de mucha polenta.

Si. es verdad. A mi me gustaba mucho. Pero fue un esfuerzo sobrehumano y un montón de cosas resultó al revés de lo que pensábamos: nos pasamos ensayando más de un año, y grabamos un álbum que mataba, el segundo; pero la compañía no lo sacó y no podíamos trabajar sin disco. Eso nos llevó a la separación.

¿Ese fracaso lo sentís como una frustración?

Si, totalmente. Estábamos al mango y además sonábamos bien, de verdad. Aparte nos llevábamos bien grupalmente, que también hace a la cosa. Nos quedamos frustrados. Era un grupo para salir fuerte. El primer álbum fue algo como tirarse a la pileta, porque no estaba muy, muy elaborado, pero el segundo mataba.

Desde entonces hasta ahora, ¿te pudiste sacar esas ganas?

No, me quedan las ganas. Me gustaría integrar un grupo que haga música fuerte, poderosa.

¿Como la etapa final de Los Gatos?

Si, absolutamente. No sé si rock y blues, porque hacer música con fuerza, en este momento, no significa que lo único que me gusta hacer es rock and roll y blues. El rock y el blues me siguen gustando, los escuché en un comienzo y me quedaron, pero ahora me gustaría hacer otra cosa. Hacer música fuerte con la que subís al escenario y te sentís al mango. Esto no quiere decir que con lo que estoy haciendo con Los Desconocidos no estoy al mango, pero es mucho más contenido.

Más movimiento

¿El rock en la época de Los Gatos provocaba una participación mas directa e inmediata que la música que se hizo después?

Si, se perdieron cosas. Se perdió un diálogo más fluido con las audiencias. Eso es el rock and roll: es un contacto físico.

¿Estás de acuerdo con la música que se está haciendo ahora?

Si, con algunas cosas si. Es como que recién ahora hay un poco más de movimiento. Hasta ahora hubo un bajón terrible, no pasó absolutamente nada. Los grupos que me copan son Raíces, Seru Giran, Porchetto. La primera vez que escuché a la nueva banda de Porchetto en Parquerama me dio vuelta, me asombró, porque estaba acostumbrado a las cosas que conocía de Porchetto. Pero él está haciendo ahora una cosa totalmente diferente.

Desde el escenario, entre los músicos, ¿percibís algún indicio de renovación?

Te cuento lo que me pasaba con la música de Porchetto, para citar un ejemplo práctico. Antes escuchaba de él melodías impresionantes, me gustaba, me agradaba. Raíces también me gustaba, pero parece que la gente recién ahora comienza a descubrirlo. Raíces tocó en un festival en Córdoba con gran éxito. Pero ahora con las dos bandas me pongo a bailar, me mueven. El baile no tiene nada que ver con la música bolichera. Cuando voy a tocar a festivales, me pongo a bailar. Y la gente, por una serie de prejuicios, no lo hace. Pero, por ejemplo en el festival que se hizo en Córdoba, con Raíces fue impresionante que cinco mil personas se levantaran y se pusieran a bailar, o que bajo un verdadero diluvio se bancaran un espectáculo y bailaran; fue algo total. A mí eso me erizó la piel. Cuando fuimos a tocar a Mar del Plata, la gente estaba también predispuesta, pero los organizadores cometieron un error muy grande: tocamos en un estadio de fútbol donde se levantó el escenario en medio de la cancha, muy lejos de la gente. Se cortaba el clima. Pero es como que la gente se está despertando o necesita despertarse. Y eso tiene que ver con el despertar, entre los músicos, de buscar más polenta. Es algo reciproco. La gente y cada uno de los músicos necesitan dar.

Música prefabricada

¿No te afecta dejar de dar en tu condición de compositor, además de instrumentista, por no tener tu propio grupo?

Hasta el momento, no. Además, dentro del grupo de Nito, cada uno es libre de hacer y dejar de hacer, lo que quiera. Es el caso de Gorosito y el "Mono" Fontana. No sé qué me pasa, porque a veces necesito, hacer otra música.

¿Qué fue lo que hizo despertar tu vocación por el rock, que no abandonaste hasta ahora, a pesar de que en tu adolescencia había otros ritmos de moda?

Es difícil de explicar. La sensación física que me produjo fue clave. En aquel entonces, el rock me dio vuelta la cabeza. Lo primero que escuché fueron los Beatles, cuando sacaron un álbum doble. Pero cuando escuché a los Rolling Stones mi cabeza giró, giró y giró...

¿Eso tiene puntos de contacto con la "nueva ola"?

Si. Pero, sacando a Bob Marley y el reggae, la "nueva ola" es una música que no me llega; no sé por qué. Me parece que es como prefabricada.

¿Te pareció más honesto el punk rock?

No sé si fue más honesto...

¿Se puede requerir honestidad a esta altura de la industria musical?

No sé tampoco (risas). Me refiero a que el punk y la "nueva ola" no me parecen espontáneos.

¿Eso implica que todo le que se graba y crea está pautado por intereses industriales?

No totalmente; hay músicos que no entran en esa variante, pero en la mayoría de los casos es así. Además, es natural que sea así; llega un momento en que uno se plantea qué es lo que hay que darle a la gente. En los Estados Unidos pasaron de la música al espectáculo visual, por ejemplo.

¿La generación de músicos de tu edad puede comunicarse con la generación de actuales adolescentes?

Si, no he sentido rechazo de la gente más joven que yo (tiene 30 años). Pienso que esa diferencia no la tienen en cuenta.

Después del bajón que hubo hace dos o tres años, ¿por qué al rock le cuesta restablecerse?

Porque, después de cada bajón que pudo tener el movimiento, siempre le cuesta salir. Durante ese bajón, no estuviste tirado panza arriba esperando que pasara algo, sino que estuviste al mango y se siente una especie de cansancio. Pero cuando se da lo que comentaba antes, que la gente comienza a despertarse, es como que se cargan de nuevo las pilas.

Luego de Almendra y Manal, ¿existe algún proyecto de reunir a los Gatos?

No, ninguno. Que yo sepa...

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