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"Aschabel es una
palabra que no designa un personaje ni pertenece a mitología alguna, pero, en virtud de
lo limitadas que se tornan las palabras cuando se trata de comunicar un sentimiento,
podría traducirse como una expresión de buenos deseos -'una buena estrella', a la
vez que pretende ser el símbolo de un grupo de músicos que dirige sus energías en la
misma dirección." Esta es la autodefinición que dan los músicos de Aschabel.
Con la incorporación de Héctor Pineda (bajo) y Eugenio Elías (trompeta y
flügelhorn), en reemplazo de Carlos Madariaga y Daniel Johansen, la banda reencontró la
unidad de criterio que había perdido. Johansen abandonó la formación para comenzar a
estudiar en la Berklee School Of Music, de Boston. Los nuevos integrantes y los anteriores
Daniel Volpini (batería), Gustavo Pires (teclados), Roberto Martínez (percusión),
Eduardo De Luca (saxo tenor y flauta traversa) y Jorge Di Pasquo (guitarra)
completarán el álbum a mediados de abril, grabación que fue suspendida debido a que el
sello del productor, Fernando Falcón, dejó de funcionar.
El disco contendrá ocho temas: "Tándem" (donde toca como invitado el
trompetista Víctor Morel), "Mowna", "Trópico de Cáncer", una
canción sin titulo definitivo, "Tema devocional", "Resabios" y
"Bienvenidos a la banda del universo" (cantado por Celeste Carballo y los coros
del grupo). A partir de abril, Aschabel tiene una gran cantidad de trabajo, con
actuaciones constantes en Folk y Music Up, su participación en un festival de cuatro
días organizado por la Dirección de Cultura de Santa Fe (junto a Enrique Villegas,
"Chivo" Borraro, La Banda, Rodolfo Mederos, y otros), en junio en el Auditorio
San Isidro y en octubre un ciclo en el Auditorio Buenos Aires.
Cambio de ritmo
Salvo los dos últimos temas
mencionados, el material que fue registrado en el disco tiene un año de antigüedad,
mientras que en las actuaciones equilibran la cantidad de temas nuevos y viejos. A pesar
de los cambios tímbricos y estilísticos que significó el ingreso de los dos nuevos
músicos (uno de ellos, el trompetista, reemplazó el saxofonista), el proyecto inicial de
Aschabel se desarrolla naturalmente hacia la consolidación de una rítmica centro y
sudamericana.
Gustavo Pires: "Nos sigue
uniendo la idea de siempre: la banda, y no un grupo reducido. Esta formación significa un
gran esfuerzo, para mantenerla y para encontrar músicos jóvenes que toquen bien y que
congenien en las intenciones; especialmente en este tipo de música, no comercial. Por ser
el compositor de la mayoría del material de Aschabel, mi propuesta es mostrar el tema,
para luego ponernos todos de acuerdo con el carácter de la música."
Roberto Martínez: "Lo
fundamental es concordar en el sentido con que se debe encarar el tema que trae Gustavo.
El trabaja más estrechamente con la guitarra y los caños, mientras que Daniel organiza
la base rítmica."
Roberto: "Desde mi lugar de
percusionista, noto un cambio de matices, en el cromatismo, y no es solamente por mi
incorporación. Hay un gusto diferente, más a Buenos Aires, aunque esto no implica que
hagamos música urbana. Pero esa también es nuestra influencia." |

Espacio en blanco
Para un grupo nuevo como
Aschabel, los primeros pasos son lógicamente difíciles. Uno de los problemas de esta
banda es que carecen de letras, ya que, según afirman, no hay entre los músicos jóvenes
una comunicación que les permita hacer un intercambio creativo.
Gustavo: "Nunca negamos la
posibilidad de tocar temas con letra; en definitiva, todos tienen algo que decir. Claro
que no siempre se encuentran letras cantables. Los que intentan componer algo cantable,
no todos, pero algunos caen en el manifiesto. Nosotros somos esencialmente una
banda de instrumentistas, por lo tanto tenemos que recurrir a otros compositores o poetas
para tener temas con letras. Para ello se necesita una comunicación entre los músicos
que forman un movimiento musical. Y eso no ocurre. Esto es algo que queda entre los
músicos jóvenes como un espacio en blanco. Nadie lo hace.
Brasil es un ejemplo de
movimiento musical, en el que compositores de distintas líneas se intercambian
composiciones. En la Argentina, desde hace dos años, se despertó la fiebre de los
solistas. Es decir, músicos conocidos cada uno con su banda, lo que conduce al
aislamiento, a establecer islas. Si miramos para atrás en la historia de esta música,
caemos en la cuenta de que fueron los grupos los que obtuvieron mayor repercusión, como
el caso de Almendra, Manal, los Gatos, etcétera. Se da una competencia entre músicos, no
se va a los recitales de los demás a disfrutar otra música, sino a cuestionar y comparar
virtuosismos ajenos y propios. Seguimos estando muy aislados"
revista pelo 1980 |