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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Emilio Del Guercio
La energía desatada

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Ahora que Almendra quedó reducido a los arreglos comerciales para la edición de su álbum en vivo y la película, Emilio del Guercio comenzó o revitalizar su Eléctrica Rioplatense para un concierto que compartirá con la nueva banda de Luis Alberto Spinetta, a principios de mayo. El planteo inicial de su música está intacto; lo que se modifica constantemente es el enfoque creativo y sus motivaciones. Todo eso es lo que, probablemente, se registrará en un álbum.

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revista Pelo
1980

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La reunión de Almendra fue una conmoción también para sus integrantes. En el caso de Emilio del Guercio, sirvió como motor para incursionar más lejos aún en la línea musical que encaró desde el año pasado con su banda, la Eléctrica Rioplatense. Aquel material, pocas veces presentado en público durante 1979 (más algunos temas nuevos) será retomado para el concierto que se realizará en el Estadio Obras Sanitarias el 3 de mayo, junto al nuevo grupo de Luis Alberto Spinetta. Un concierto conjunto que empezaron a preparar mientras se solucionaban los últimos inconvenientes para editar el álbum en vivo y la película de Almendra: un entredicho suscitado entre la grabadora que lo lanzará (CBS) y la que publicó los primeros discos del grupo (RCA), y la culminación de la película dirigida por Perotta con su todavía indefinida distribución.

El rescate de Aquelarre

"No sé cómo voy á traducir la energía desatada por Almendra: lo que si sé es que me sirvió para estar aún más seguro de la búsqueda de mi lenguaje, de continuar con la fusión de varias músicas que me interesan. En principio, lo más visible es mi vuelco hacia lo latino, hacia algo más distendido. La raíz está, pero no de una manera ortodoxa, porque no soy un erudito en música latina y tampoco tengo esa relación con la música. Soy un convencido de que para que la música avance, debe tener fusión, pero regenerativa. A mi no me aportaría nada tocar música latina ortodoxa, jazz o blues; mata conocer eso, pero cuando ingresas al campo de la composición, tenes que fusionarlos. Cuando espiritualmente lo conseguís, dejas entrar otro tipo de información. Ahí aparecen distintos estilos que antes escuchabas de manera subliminal como el tango o el folklore de distintos países. El tipo que crea tiene que estar sintonizado con el mundo para sacar elementos nuevos, en otra combinación. Y esto también se da en la plástica, la literatura.
"Hay un montón de cosas que rescato de Aquelarre. Casualmente, me llevé al veraneo un cuaderno donde escribí todo lo que compuse desde 1972. Repasándolo me di cuenta de que habíamos hecho un trabajo a conciencia, donde pusimos mucha energía creativa."

La fusión inevitable

"Uno se mueve en un medio con un código, y este código acepta y rechaza cosas. Cuando más amplio sea ese código, más elevado va a ser el nivel de la música argentina. Y del Arte en general. En la Argentina, el público tiene miedo del lugar que ocupas está más preocupado por individualizarte dentro de un rubro musical. Si hacemos un análisis profundo del acto creativo y de su material, ese tipo de cuestiones no cuenta para nada.
"Nuestro folklore tiene Cosas rítmicas muy interesantes; lo que no se dio es la rítmica de raíces africanas, porque la Argentina no tuvo una gran afluencia étnica africana. El rock y el jazz fueron una manera de acercarse a través de un intermediario al pulso con raíces en África, y ahora comenzamos a prescindir de intermediarios.

La fusión es inevitable, salvo en los que son cerrados como los hinchas de Boca y River. Y no se dan cuenta de que se privan de que su cabeza sintonice un canal más, que puede tener cosas muy nutritivas.
"Con respecto a mi poesía, noté en el cuaderno que revisé en el verano que las letras eran buenas. Eran ciertamente herméticas, pero ése es un mecanismo bastante natural en mí. No es que busco el hermetismo para ser difícil de leer o escuchar. Algunas letras de Aquelarre, al leerlas, me parecían buenas, bien escritas y bastante armoniosas, pero cuando las cantaba veía que la música perdía blandura en función de la buena factura del texto.
"En cuanto al contenido creo que no tengo una dirección. Siempre hay una dirección gruesa, pero ideológicamente las letras que provienen del movimiento rockero están saturadas de un tipo de motivación. Eso lo analicé dentro de las cosas que he hecho. Cuando hago una letra o una música, percibo el mismo tipo de sentimiento que tengo cuando dibujo. Cuando escribo una poesía siento que para mi es una búsqueda de un conocimiento de un camino, que a veces sintoniza con lo individual y a veces con lo colectivo. Pero mi poesía no está dirigida a determinado tipo de preceptos. El acto de crear parte de una misma concepción del mundo, que se amplia. Cuando era chico pensaba que el mundo era un poco diferente de como lo veo ahora, pero siempre lo miré desde una posición.

Una obra conceptual

"Dentro de mí está la idea de componer una obra conceptual en la que pueda fusionar la plástica. De la plástica aprendí cosas conceptuales con respecto a la música. En la plástica se estila abordar un tipo de idea y se elaboran quince o veinte trabajos donde aparecen diversos cromatismos, tratamientos enfoques y con tamaños y volúmenes diferentes.
"Por ahora quiero ver cómo las distintas músicas que salen de mi se van ensamblando, empastando; no sólo desde un punto de vista formal sino desde lo compositivo. Primero quiero que las cosas salgan, e identificarlas en una coherencia, para después si encarar una obra conceptual, que no es nada fácil. La composición es seducción: me seduce ese lugar inasible que significa crear, descubrir cosas en mi mismo. Pero si en este momento, en esta misma semana, por ejemplo, no me preocupo por alcanzar una definición de lo que estoy haciendo es porque estoy creando. Más adelante, veré lo que compongo en perspectiva. Por ahora creo."

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