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Las seis mil personas
que permanecieron en sus butacas bajo una intensa lluvia de febrero, en un anfiteatro en
las sierras cordobesas de La Falda, recibieron de Raíces una tormenta eléctrica y
candombera que finalmente los hizo vibrar bajo la lluvia. El percusionista y vocalista
Jimmy Santos bailó en el escenario hasta que saltó y se mezcló con la multitud, que
también bailó el tema "Esto es candombe" (que ahora será incorporado al
segundo álbum del grupo).
Tal vez por su herencia negra, Jimmy (27) tiene un humor simple y patético, casi
triste, que ensambla al resto del grupo a su alrededor. En escena, él conduce (junto con
Satragni) el despliegue de la banda.
Desde un comienzo, Jimmy fue el respaldo más tenaz que tuvo Satragni, desde que
juntos formaron Raíces en 1977 con Roberto Valencia, ante los obstáculos que debieron
sortear. El es la esencia candombera, el que nunca dejó de luchar por imponer el ritmo
que, como negro uruguayo, conoce como su folklore. El primer disco de Raíces,
"B.O.V. Dombe", quedó en el anonimato por la inexperiencia discográfica, que
les impidió reflejar en el álbum la vitalidad de sus presentaciones. El empuje desatado
en Córdoba dentro y fuera de Raíces, con una repercusión que se reproduce tanto en el
público de Buenos Aires como en los músicos que presenciaron aquella actuación del
grupo, tomará forma en el segundo álbum, en el que "Esto es candombe" será
nuevamente incluido (figura en el primero). Con dos nuevos integrantes (Enrique Sinessi y
Diego Rapoport), Raíces tiene en ese tema la clave para que Jimmy haga participar a los
que quieren dejar de ser sólo espectadores de la música.
Bola de energía
¿Qué ocurrió en Córdoba?
Subimos al escenario, frente a un diluvio, y vimos seis mil personas inamovibles,
un verdadero mundo acuático. Eso nos transmitía la necesidad que la gente tenia de ver,
de sentir, de escuchar música. La gente se sentía, se identificaba con lo que ocurría
en el espectáculo. Y eso era contagioso. Por la lluvia torrencial que caía, los
micrófonos tenían corriente, eran peligrosos, y otros decidieron postergar su
actuación. Nosotros decidimos salir igual. Nos pusieron un tablón donde pisar. La gente
necesitaba sentir otra cosa. Le dije a Beto que tocáramos, y apareció Raíces. La gente
estaba al mango. Subimos nosotros y se puso al remango. Y con "Esto es candombe"
fue increíble. La gente bailaba y yo también me puse a bailar. Salté del escenario y me
fui con la gente. Fue una reacción natural, había algo que me impulsaba a hacerlo.
Necesitaba estar con la gente. Y la gente se identificó mucho con ese tema y nosotros.
Había calor, una bola de energía ahí abajo, que era impresionante. Tanto es así que,
cuando nos pidieron otro tema, repetimos "Esto es candombe" y el público lo
siguió cantando después de que bajamos del escenario. Y lo cantaban mientras tomaban los
ómnibus de regreso o cuando nos veían pasar en los autos.
¿A qué atribuís el
afianzamiento del grupo?
Sí, ahora el grupo está sonando muy bien. Estamos ganando aplomo sobre el
escenario. Necesitábamos estar más juntos entre nosotros, tocar más seguido, lo que
sucedió en carnavales. Y eso hace que el grupo se arme sobre el escenario. Lo que
ocurrió en Córdoba se repitió en los shows que hicimos. Volvimos con unas ganas de
transmitir la visión que tuvimos; nos sentíamos seguros de que aquí la gente nos iba a
entender, y así ocurrió. La gente se recodó. Pero todo esto se debe a la continuidad de
actuaciones y al estar muy juntos.
Música es sentimiento.
¿Qué aporte hizo Enrique
Sinessi, el nuevo guitarrista, a Raíces?
El nivel que como instrumentista tiene Alberto Bengolea, anterior guitarrista del
grupo, es bien conocido. La línea se mantiene, pero Quique es más rockero, mientras que
Bengolea es más jazzero. Las dos tendencias matan; lo importante es que no se perdió la
calidez de la música. Con Sinessi, el grupo suena un poco más agresivo. Pero te quiero
dar una primicia: Diego Rapoport es el nuevo tecladista estable de Raíces. |

¿A qué se debió
tanta lentitud en la finalización del último disco?
El álbum estaba terminado, pero no teníamos pensado incluir "Esto es
candombe". Cuando volvimos de Córdoba, Beto propuso incorporarlo, y agregamos el
tema. Creo que saldrá a mediados de abril. Si bien mantenemos los fundamentos de nuestra
línea musical, este disco representa un vuelco total. No habíamos tenido una experiencia
discográfica con Raíces. Lo único que hicimos fue el primer álbum, "B.O.V.
Dombe", que, como todas las primeras cosas, tiene defectos por nuestra falta de
experiencia. Claro que no estoy diciendo que el disco sea horrible. El grupo carecía de
experiencia. Musicalmente, "Los habitantes de la rutina" tiene más sentimiento
que el primer álbum.
¿Cómo surgió en
vos el despliegue escénico que a veces haces en los recitales de la banda?
Desde luego que no hay nada deliberado. Eso lo dispone la gente. Quiero enseñarle
a la gente que no tenemos que quedarnos con esos tabúes ante el baile, o pensar que es un
plagio de algún extranjero. Nuestra música es para escuchar, pero también para bailar.
Quien sienta deseos de bailarla, que lo haga. Si veo un público que se mece, que se mueve
con la música que hacemos, y siento ganas, bailo. Quiero que el público se largue a
bailar, si lo siente. La música es eso, un sentimiento. Si te podes liberar, bailas.
La onda latina
¿Cómo te relacionaste con la
música?
Nací en Palermo, un barrio de candombe, en Montevideo. De chico aprendí a tocar
el tambor; ahí se reunían y se hacían concursos de comparsas. Esas manifestaciones se
organizaban siempre por intermedio del tambor. Absorbí todo eso, la música entró en mi
de esa manera. Pasé por un montón de grupitos, hasta que llegué a Buenos Aires e hice
teatro con el "Negro" Valencia. Luego de una largo periodo de estar desvinculado
del teatro, Beto y Valencia fueron a buscarme, y ahí surgió Raíces.
¿Por qué no mencionaste tu
participación en la versión argentina de la ópera-rock "Hair", estrenada hace
varios anos?
No la mencioné porque, más que musical, mi participación fue a nivel actoral. A
partir de ahí, me vinculé con el circulo del rock, con sus músicos. Después de
"Hair", estuve en el grupo Mandingo, de Uruguay, y, durante una época bastante
difícil, tratamos de imponer el candombe.
Hace poco dijiste en una
conversación privada que éste es el año de Raíces ¿A qué se debe tanta confianza?
Tuvimos una lucha tremenda para llegar a esto que logramos ahora, a despertar el
candombe en la gente. Alguna vez hemos tenido salas con muy poca gente, y con esto no digo
que en el futuro nunca más podamos volver a tenerlas. Pero este año comenzaron a suceder
un montón de cosas. Ahora las audiencias se interesan por el candombe. Para este pedazo
del Río de la Plata, el candombe era un folklore muerto. Hacerlo renacer nos costó
muchísimo. Ahora hay otros grupos de candombe, no estamos solos. Noto que el candombe ya
no es un tabú. En principio, porque estoy seguro de que se viene una onda latina, y
segundo, porque este año arrancamos con todo, por las posibilidades que se nos están
dando. Por todo eso digo y creo que éste es el año de Raíces. |