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"Me inicié
musicalmente en el 74 en Santa Fe, donde me conecté con el grupo Virgem. Con ellos hice
una obra de casi dos horas de duración ("Indio"), encuadrada dentro del rock
sinfónico. Cuando abandoné el grupo para venir a Buenos Aires, junto a mis padres,
realicé trabajos como músico profesional y di clases de guitarra para sobrevivir.
Gracias a Edgardo Folino, me relacioné con la gente de Bubu donde estuve hasta que se
pudrió todo. Luego me llamó Emilio Del Guercio para que me uniera a su banda.
"Mis influencias son Deep Purple, Yes, Hendrix y Beck, entre otras. De los
guitarristas argentinos me gustan Borda, Bazterrica y Starc."
Esta sintética autobiografía sirve para presentar a Eduardo Rogatti (26),
guitarrista de la Eléctrica Rioplatense, quien alcanzó el máximo reconocimiento del
público luego del concierto que dio el grupo junto a Spinetta-Jade, en Obras, a
principios -de mayo.
Muerte natural
¿Qué pasó con Bubu?
Bubu murió de muerte natural. Cuando una parte de un grupo tira para un lado, y la
otra parte para el opuesto, es inevitable que esto suceda. Entre nosotros hubo problemas a
nivel humano. Algunos no miraban bien a Miguel Zavaleta, porque él iba camino a ser una
estrella. También influyeron los problemas que tuvimos para editar "Anabelas".
De todas maneras, tengo un buen recuerdo del grupo. Para mí, Bubu se fue muriendo
lentamente. Petty Guelache entró en la época de agonía.
¿La Eléctrica Rioplatense es un grupo o la banda de acompañamiento de un
solista?
La Eléctrica está planteada como un grupo, pero en realidad es una banda de
acompañamiento. Todos los temas son de Emilio; nosotros sólo colaboramos en los
arreglos. Por lo general no ensayamos seguido, porque todos tocamos en otros grupos. Esto
se debe a que no podemos vivir de lo que da el grupo. De todos modos, los músicos son
individualmente muy solventes por lo que no se necesita mucho ensayo.
¿Cuál es tu aporte al grupo?
Compositivamente, yo no aporto. Mis temas no entran dentro del estilo del grupo.
Además, Emilio tiene una personalidad musical definida, y por eso él se encarga de
componer lo que desea para su grupo. La onda musical es latina. Yo soy el rockero; pero el
hecho de que dé el toque rockero no quiere decir que no aporto lo mío en los momentos
suaves. En escena, a mí me gusta el circo, pero si es coherente con la música. Si el
grupo suena bien, el circo no lo afecta, al contrario, lo enriquece.
¿Qué planes tiene la Eléctrica Rioplatense?
Emilio quiere grabar un disco. El problema va a ser que nos juntemos todos, ya que
andamos un poco dispersos debido a nuestras actividades paralelas. De todos modos, a
Emilio no le molesta que toquemos en otros grupos.
¿Vos también tenes otro grupo aparte de la Eléctrica?
En realidad tengo un proyecto de grupo, junto a Edgardo Folino, Andrés Calamaro y
posiblemente Miguel Zavaleta (con un baterista a designar). Con esta banda que
quizás se llame Bidú-Cola tocaríamos rock. |

Recién estamos dando los
primeros pasos. Por el momento tocaremos todos temas míos, pero si luego hay temas de los
demás que encajen en la onda del grupo, los haremos.
Bidú-Cola lo formé porque necesito tocar temas que no quiero que queden en el
tintero. Yo creo que valen.
Si en el futuro tuvieras que optar por la Eléctrica o por Bidú-Cola,
¿con cuál te quedarías?
La música de la Eléctrica me gusta mucho, pero si tuviera que optar, creo que me
quedo con Bidú-Cola.
Falta polenta
¿Cómo ves a los
músicos jóvenes?
Yo estoy de acuerdo con Starc en que a la juventud le falta polenta. Los
pibes nuevos se dejaron influenciar demasiado por el jazz-rock.
Yo a los músicos los divido en intérpretes y compositores. El jazz-rock es para
intérpretes. Yo prefiero componer un tema y gozar escuchándolo. Para mí, el jazz-rock
es una música vacía, de alardes tecnicistas y que solo sirve para alimentar el ego.
Volviendo a los jóvenes, aquí en la Argentina han aparecido músicos muy buenos,
que dominan muy bien su instrumento, como Pedro Aznar o Lito Vitale. De ahí, que el
panorama argentino pinte bien. Lógicamente que hay etapas de recambio en las que parece
debilitarse el movimiento, pero yo creo, inclusive, que la música de aquí puede llegar a
trascender en el exterior. La música buena gusta en todas partes... |