Volver al Indice

crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Diego Rapoport
Un músico funcional

rapoport2.jpg (29129 bytes)
Spinetta-Jade, Raíces Y Seleste. Tres grupos, tres estilos diferentes. En los tres el denominador común es la presencia de Diego Rapoport. Gran músico y gran persona, Rapoport encarna a un tipo de ésos que ya no abundan en el rock.

revista Pelo
1980

Ir al Sitio

 

Cuando Diego Rapoport está tocando el piano, las notas pasan a ser gotas de luz que caen mansamente, en tanto desaparece la indiferencia, y los límites de lo cotidiano se diluyen en una cascada luminosa que rodea al que lo escucha. De ahí en más, la tranquilidad nos impregna. Esa tranquilidad es la que sentimos cuando Diego nos recibe en su casa (a pesar de haber dado ese día nueve horas de clase). Hay tanta serenidad en él, en los seres y en las cosas que lo rodean, que no cabe la menor duda: viene de muy adentro suyo.
Cuando hablamos con él se siente su paz interior y el profundo amor que siente por todo lo que hace.

DEJAR QUE TODO FLUYA

Con el piano Yamaha (en Spinetta-Jade) logras un sonido hermoso.
Ese es un instrumento excepcional, prácticamente un piano de cola, pero portátil, tiene una expresividad muy grande porque son cuerdas, no es como éste (Rhodes) que es un diapasón. Aquél es como un piano común con martillos, pero con las cuerdas acortadas, no es un sonido electrónico. Cuando toco el Rhodes lo hago de una manera y el Yamaha de otra, es como automática, el sonido indica las posibilidades de armonizar.
Para ponerse a hacer música hay que estar muy tranquilo, con mucha paz adentro, para que pueda fluir todo y para poder entregarse hay que estar muy relajado.
Así se logra más compenetración con el instrumento, más integración entre lo que querés transmitir y el que te escucha.
También depende de la seguridad con que podes afrontar todo, y para llegar a tenerla se necesitan muchos recursos, que se logran a través del entrenamiento, tocando todo tipo de música, entonces te sentís más tranquilo. Pero yo hablo de otro tipo de relax, al que se llega cuando no estás para correr ninguna carrera, ni esperando que alguien diga lo maravilloso que sos. Lo importante es hacer algo que llegue a la gente, que todo el mundo goce de lo que sale de allí.
Comenzando por vos.
Entonces hay que aflojarse para que todas las veces que uno toca salgo lo más maravilloso que pueda salir.
Pero vos te entrenás todos los olas.
Estudio dos o tres horas diarias, pero trato de no saturarme; aunque nunca dejé de tocar por más de quince días seguidos. Sí paso una semana sin hacer música, cuando me siento al piano lo hago con tanto placer, y rindo más que si estuviera todos los días.
Ahora estás en tres grupos (Spinetta-Jade, Raíces y Seleste) y eso permite que estés entrenándote constantemente. ¿Cómo hacés para compenetrarte con los distintos lineamientos musicales de cada formación?
"Los tres estilos son muy diferentes entre sí, pero me gustan muchísimo. La de Luis es la de él, no hay vuelta que darle. Aunque a mí no me gusta clasificar demasiado, es música más elaborada, con armonías y ritmos intrincados, con más acordes. La de Seleste es la belleza de tos temas lentos y el rock furioso. La de Raíces es con más ritmo, más improvisación, más latina.
Esas diferencias llevarían a que tengas que separar lo que haces con cada uno.
No, la separación es más bien intuitiva, yo no me la impongo. Me entrego con el mismo amor a tocar todas estas músicas, y como siento que deben salir.
¿No estabas en un grupo que se llamaba la Nave de Aldo Bonzi?
En ese grupo estoy con Pedro Aznar y Juan Carlos Fontana, pero en este momento no tenemos tiempo, aunque pensamos que si lo vamos a tener dentro de unos meses.

rapoport1.jpg (18314 bytes)

¿Quien lidera esa agrupación?
Si un grupo no está establecido y hay buena disposición para hacer cosas, uno se entrega a lo que va surgiendo, y aunque no haya un líder establecido, va surgiendo alguien que conduce naturalmente el asunto. Por ejemplo, Pedro es un tipo tan exuberante y tan extravertido, que de por si se mueve con mucha vehemencia; entonces, si no lo seguís, podes perder el tren. Fontana sabe muchísimo, pero es más tranquilo, es otra personalidad.
¿Cuánto hace que tenes alumnos?
Desde hace un año, y les enseño de la manera que a mi me hubiera gustado aprender. Una de las cosas que más necesitan es relajarse, sentir que lo que están haciendo los hace progresar y que no es una cosa tediosa, insoportable. Yo les digo que el ritmo lo imponen ellos: si estudian más, vamos a ir más rápido hacia las cosas más lindas, hacia la improvisación. Cada alumno es un mundo diferente, pero al saber qué es lo que estudió, sé hacia donde puedo llevarlo. Necesito mucha concentración, que no se canse, que no se aburra; es apasionante y cansador a la vez.
¿Te queda tiempo para escuchar otras músicas?
Cuando estoy cerca de recitales no, pero cuando puedo escucho a Jarret, Wonder, Corea, Hancock, W. Report; y también escucho a Eric Satie, Ravel, Bach, Debussy.
En tu familia hay inclinación por la ecología.
A mi mujer y a mí nos interesa mucho; incluso un tío mío se dedica a su estudio, en especial a la introducción de especies no locales en un sistema, que van desplazando a las especies nativas. Por ejemplo, en Australia largaron el conejo europeo, que se multiplicó tan rápidamente que controlarlo les costó más que una guerra.
¿Hay algo más importante que la música para vos?
Aunque la música es muy importante para mí, mucho más lo es mi matrimonio. Lo esencial, el objetivo de mi vida está totalmente claro, ya no tengo ninguna meta material a donde dirigirme, no voy a estar haciendo fuerza para ningún lado, si sale, bien y si no, no importa. Lo importante es disfrutar la maravilla que significa estar vivo.

volver

Google
Web www.magicasruinas.com.ar

siguiente en la sección