|
Las paredes blancas
del departamento contrastan con un afiche de Riff. A un costado, variados equipos de audio
llenan el aire de notas nuevaoleras. En un rincón, un bajo gastado sueña con la guitarra
de acrílico que duerme sobre el sofá. Es la casa de Víctor Bereciartúa
Vitico el bajista de Riff; un grupo que a partir de la edición de su disco
debut se viene consolidando en la escena nacional, y que ahora planea proyectarse al
exterior. Y mientras muestra entusiasmado álbumes con fotos tomadas por él mismo en
recitales europeos (Rainbow's Concert de Clapton, Beck, Boggert & Appice, West, Bruce
& Laing), Vitico cuenta la historia de su relación con la música, un romance que
comenzó cuando el rock recién empezaba a gestarse en la Argentina.
"Mi primer grupo fue uno de
barrio. Recuerdo que de entrada ni sabíamos qué instrumento iba a tocar cada uno. El
grupo se llama Los Mods y era muy divertido. Cuando nos separamos, el guitarrista y yo nos
fuimos a tocar con los Vips, que en ese tiempo eran lo máximo. Después me uní a Alta
Tensión donde tocaba Héctor Starc con los que grabé un par de long-plays
que no eran tan malos... Con ellos me divertía muchísimo, aunque en el fondo la música
era una basura. De Alta Tensión pasé a La Joven Guardia, por una cuestión comercial. En
ese momento había un concepto bastante equivocado porque cuando sé ganaba plata ya no se
podía hacer música, los que eran bárbaros eran los tipos reventados, que no tenían
para comer y que andaban arrastrándose. Eso era ridículo. Fue un poco un movimiento que
hubo acá que en parte fue lo que pudrió el rock'n' roll. Yo no veo por qué hay que
pensar que el rock lo tiene que hacer gente pobre, sin ningún medio, reventada y tirada
en una plaza. Hasta esa época estaba todo bien, pero un día el tarado de Billy Bond le
dijo a la gente en el Luna Park que se pasara de la popular a la platea y ahí vino el
serrucho. De todas maneras, a mi, con La Joven Guardia, me fue bien. Yo en ese tiempo
estaba tocando con la Pesada del Rock. Cuando me llamaron de La Joven Guardia dudé porque
no me gustaba la música, pero me pidieron que fuera a hacer un reemplazo por un fin de
semana. Hice el reemplazo y tuve que abrir una cuenta en el banco, cosa que no era común
en esa época."
LA JOVEN GUARDIA
"Después de La Joven
Guardia, agarré toda la 'mosca' y mi guitarra y me fui a Europa. Yo pensé que iba a ser
muy fácil todo, pero me equivoqué: allá te dan vuelta. Durante un año estuve haciendo
una audición por semana gracias a avisos del Melody Maker. Después de un año de andar
de aquí para allá con mi valijita y de rebotar en mil grupos por no saber el idioma y no
poderme entender con los tipos, comencé a dominar el inglés. A partir de ahí empecé a
conocer mucha gente. Me fui a vivir con mi mujer a un departamento que compartíamos con
un pibe que se llamaba Dick Fontaine y su esposa, Pat Harper, que fue la última gran
amante de Jimi Hendrix. Inclusive Jimi le dedicó el tema "Foxy lady". Era una
negra graciosísima. Con ellos empecé a conocer tipos que estaban en la cosa. Dick era
director de cine y Pete Townshend le había hecho la música para una película. Un día
Dick le habló a Pete de mi y nos fuimos a Battersea Kitchen, el estudio de los Who. Me
acuerdo que los tipos tenían estacionado en la puerta un camión de media cuadra de largo
con forma de torpedo, en donde había una máquina de dieciséis canales y un circuito
cerrado de televisión que se comunicaba con el estudio, donde había dieciséis canales
más. Te estoy hablando del ano '71, cuando las máquinas de treinta y dos canales que hay
ahora todavía no existían.
"Toda la vida estuve
convencido de que aquí las cosas se hacían mal. Eramos subdesarrollados hasta en la
música. Yo estaba convencido de que tenia que haber algo mejor. Cuando escuchaba un disco
de afuera me decía a mí mismo que no podía ser que esos tipos trabajaran igual que
nosotros. Por eso me fui. Me costó un año y medio llegar hasta los tipos que hacen las
cosas bien, porque allá también hay músicos que se mueven como los de acá. Y esos son
los grupos que nunca trascienden. Pero los tipos que matan tienen un nivel impresionante.
La primera vez que fui con los Who, yo llevaba mi bajo y me movía como sapo de otro pozo.
Quedé bastante desilusionado porque no me dieron ni bolilla. Volví a ir otro día
esta vez, solo y ahí cambió todo. Estaban tocando y de repente me chifló
Pete y empezamos a zapar Chris Stantion en teclados, Keith Moon en batería, Pete y yo.
Durante una semana, esas zapadas se hicieron una costumbre. Yo nunca me sentí mejor. Con
ellos aprendí que hay que tocar lo justo. Townshend es un gran guitarrista justamente por
eso, porque toca lo justo. No importa lo que uno toque, sino el sonido general, lo que
sale armado. Esa época para mí fue gloriosa. Además, había gran farra. Un día nos
fuimos en el Rolls Royce de Kit Lambert a un bar. Imaginate lo que es entrar con Pete
Townshend y sentarte en una mesa con Keith Emerson. Se pudría todo. En ese tiempo, los
Who estaban terminando de grabar 'Quadrophenia'. Pete es un tipo muy inteligente.
Absolutamente todo lo que son los Who está pensado y manejado por él. El manejaba hasta
los chistes de Keith Moon." |

el grupo Alta Tensión

Vitico
PAPPO'S BLUES
"Un día yo volvía del
estudio con un tipo que era asistente de ellos y de repente me dice que un amigo de él
necesitaba un bajista. Cuando le pregunté el nombre casi me caigo de espaldas: era Paul
Rodgers. Una noche suena el teléfono en casa y mi mujer viene temblando a decirme que era
Paul. Empezamos a ensayar con Bad Company y todo funcionaba bien, pero surgió un problema
imprevisible. ¿Te acordas de Tetsú, el bajista japonés que tocaba en Free? Bueno, este
tipo se mandó una macana tan grande en Inglaterra que le cerró las puertas a todos los
demás músicos extranjeros. Tetsú tocó dos años sin ningún tipo de permisos hasta que
la Unión de Músicos lo descubrió. Allá no es como acá que cualquiera puede tocar
libremente. Fue duro, pero lo tomé como una experiencia.
"Un día, hace ya un año,
me llamó Pappo y me propuso armar Riff. El primer Pappo's Blues lo formamos Black, Pappo
y yo. Yo me abrí porque gané plata y me fui a Europa, pero en realidad siempre tuvimos
con Pappo ganas de volver a tocar juntos. Una vez cada dos años nos reuníamos y
tocábamos. Todo surgió por una gran simpatía personal. Un día estábamos en la casa de
Pappo y nos llamaron para hacer un show de Pappo's Blues. Lo hicimos, y después de eso yo
le dije al Carpo que para mi Pappo's Blues estaba terminado, que había cumplido su ciclo,
y que estaba demasiado gastado y con mala imagen. Pappo's Blues no tenia futuro. Así
nació Riff. Primero probamos con un cantante que era muy bueno, pero que el público
rechazó. Yo pienso que recién ahora Riff está dando todo lo que tiene que dar. El
primer disco fue una explosión de cosas que teníamos adentro y el segundo va a ser más
terrible todavía."
VIENTO Y GATOS
"Antes de viajar a Europa,
participé del trío Viento, junto a Edelmiro Molinari y Luis Gambolini. En ese momento,
Edelmiro salía de Almendra y tenia una terrible cantidad de equipos. Lo llamamos a Luis
Gambolini, un excelente baterista, y empezamos a tocar. Al poco tiempo Luis y yo nos
abrimos porque Edelmiro me parecía uno de los peores guitarristas con los cuales he
tocado. Al principio nos metimos porque nos alucinamos con sus equipos, pero después
salimos corriendo. El tipo de música que Edelmiro quería hacer tan rebuscada, tan
argentina no me gustaba nada. Con Viento estuvimos ensayando en mi quinta del Tigre.
En esa quinta pasaron cosas divertidísimas. En una época ensayamos allí con La Pesada.
Me acuerdo que un día tocaban Los Gatos en un castillo que estaba en la isla de enfrente.
De repente nos caímos Pappo, Billy Bond, Jorge Alvarez y yo en un bote a remo, a los
gritos. Los tipos no entendían nada."
"Lo principal de Riff es que
a todos nos da gusto tocar y también nos da gusto estar juntos. Yo no me bancaria tocar
en un grupo donde no fuera amigo de los otros.
"A nosotros lo que más nos
gusta es que la gente participe de nuestra alegría y baile con nuestra música. Eso sí,
nosotros le pedimos a la gente que se calme, que no se delire, porque siempre hay un grupo
de tarados que se creen que rompiendo cosas es más divertido. Lo ideal es saltar, cantar,
bailar, pero sin romper nada ni molestar a nadie. En Obras tuvimos que pedir calma, pero
una vez que lo hicimos nadie hizo más nada. Esa noche se rompieron menos sillas que
cuando tocó Nito Mestre, y eso que con Mestre se deben quedar dormidos..." |