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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

David Lebon

David Lebón, el "segundo hombre" de varios grupos históricos del rock nacional, está viviendo un período muy personal. Sus actuaciones en el Coliseo sólo fueron el principio, y el impulso a la vez, para embarcarse en esta empresa, definitiva, que le pertenece absolutamente.

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revista pelo 1983

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Muchos artistas en cierto punto de su carrera, comienzan a alejarse del público que, en definitiva, ayudó a cimentar su posición. Se recluyen de su vida pública, se toman inaccesibles v prácticamente su única actividad es usufructuar del nombre impuesto.
Pero, también están los otros que se "recluyen'' por razones tácticas, como David Lebón, quien, paradójicamente, se aleja del público para poder estar más cerca de él durante las actuaciones. Nadie que conozca la trayectoria de este músico podrá negar la fuerza con que se brinda en cada una de sus presentaciones. Y ahora, luego de haber quemado muchas etapas está viviendo una nueva; la más Lebón.

Hablanos en forma retrospectiva sobre cómo se dio el proceso que llevó a armar la banda que se presentó en el Coliseo y que desembocó en este momento de tu producción musical.

Bueno . . . llegó un momento dado en que yo veía que con Seru las cosas se estaban alargando demasiado con respecto a las ideas que había, que eran pocas. A mí me gusta tocar mucho, y yo estaba trabajando en el estudio, pero necesitaba tocar con un grupo ... El primero que se integró fue Diego. Los dos queríamos tocar juntos desde la época de Seleste. A las zapadas comenzó a venir Pomo, y en ese momento yo sólo pretendía armar una banda para presentar "El tiempo es veloz".
Llamé a Héctor, porque él tenía que estar, sentía que debía estar conmigo. También hablé con Beto empezamos a ensayar en la casa de Babú, que tocaba con Héctor en Tantor. Y en esas reuniones había mucha energía y frescura, cosa que no sentía desde hace tiempo.
Yo siempre fui segundo en todos los grupos. No me sentía mal, porque hacía lo que me gustaba, y en cierto modo me sentía libre de varias responsabilidades sobre las decisiones finales. Pero por experiencia, y sobre todo con Seru, no estaba muy conforme con la forma de trabajo y con las ideas, porque todo era a muy largo plazo.
Tenía muchas ideas para hacer, pero parecía que la comodidad del lugar, la seguridad, hacía que no se saliera de la misma ronda de siempre.

O sea que con Seru se tenia la idea de irse afuera, pero no en forma inmediata . . .

Sí, tardaba mucho. Además, con respecto a Pedro, yo sabía que él se iba a ir, porque él necesitaba tocar todo el tiempo y superarse cada vez más. Y todo se dio en forma más o menos simultánea.
Yo nunca, en las grabaciones, corté las ideas de otros, siempre las respeté, pero al mismo tiempo a veces no creía mucho en eso. Me daba cuenta que faltaba algo. Ahora se está superando pero yo quise salir de todo eso.
No quiero juzgar a nadie, pero es como que me daba cuenta que no estaba siendo tratado como yo lo merecía. No esperaba nada increíble, pero ni siquiera tenía la tranquilidad como para poder trabajar.

¿La partida de Pedro aceleró la decisión que venías madurando?

Sí, en cierto modo ... En un momento había tanta inseguridad con lo que iba a pasar con Seru ... Yo me juntaba con Daniel y con Charly y ... Estamos en la era del "top spin" y "lo que el viento se llevo". Incluso tengo un tema nuevo que dice "Amigo mío, ya déjame de hablar" porque ya no soporto ni siquiera hablar a la gente porque la mitad de las cosas que dicen no las realizan. Es todo un mambo, como debe haber pasado cuando se juntaron para hacer lo de las Malvinas. Era todo un plan, pero no era la realidad.
Si a mí me dan una idea, voy y la cumplo, o por lo menos hago lo imposible. Incluso cuando ya se separaba el grupo, había hablado con Charly sobre la posibilidad de seguir tocando juntos.
Pero todo se fue estirando y un día dije basta, porque yo realmente necesito tocar. Es mi vida, más que la plata. Quiero tocar y ver a la gente, ver sus caras, si les gusta o no. Entonces llegó el momento de juntar este grupo . . .
Y resultó que, para mí, humildemente y con todo respeto, creo que el Coliseo le voló el cerebro a un par de miles de tipos, y no por mí, sino porque se dio como una magia, que es lo que todos los músicos siempre esperan que suceda. Y eso pasó en todos los conciertos del Coliseo, y me di cuenta que lo podía hacer, que podía seguir solo.

Esos conciertos fueron entonces, además de la presentación de un álbum, una suerte de desafío, de prueba para ver la respuesta de la gente hacia vos como músico . . .

Claro, mira, estas cosas quizá no las tendría que decir porque por ahí van en contra de mi estrategia de trabajo, pero a veces me olvido que soy David Lebón, y entonces cuando voy a un lugar y tengo que firmar autógrafos tomo conciencia de quién soy como músico. Y eso mismo me sucede con mi trabajo, en el sentido de que me pregunto si realmente lo podré hacer. Y el Coliseo fue la prueba absoluta de que sí se podía y muy bien.
Siempre fui una persona de esperar, y sabía que algo iba a pasar conmigo, pero yo no tenía que ponerme ansioso sino esperar. Y un día sonó el timbre de mi casa y apareció Alberto Ohanian. Por lo que yo había escuchado y por los músicos con los que trabajaba, como Luis, para mí Alberto era como un sueño.
Y yo estaba mal anímicamente. Ni sabía qué iba a hacer con mi vida musical. Porque yo no sé cuando se me van a doblar los dedos o algún día quizá se me corte la inspiración. Somos humanos, y así como te rompés una pierna, un día podes, llegar a dejar de sentir. Pero siempre tengo un resto de fe dentro mío que me da tranquilidad.
Me dijo pocas cosas pero tenían tanto que ver con el arte, y yo tengo un terrible miedo de que el plástico tape al arte. Y habló bien de mí y yo me quería morir, porque soy tan poco creyente en mis cosas. Por ahí un tema mío que le gusta a los demás no me convence del todo, pero creo que eso es bueno porque siempre me va a llevar a más.
Me preguntó qué necesitaba para trabajar y yo en principio hablé de un lugar donde pudiera vivir y ensayar, y que todo el día fuera música. Y a los tres días ya estaba resuelto. Esta casa es como una escuela de música, donde se toca, se compone, se crea ... Y en su momento no lo podía creer. Lo que pasa es que creo que soy uno de los músicos que asumió ser argentino y asumió trabajar con las pocas cosas que hay, y nunca me voy a ir de este país.
Me voy a tocar a otros lugares, pero no a irme. Te digo esto por esos que hablan de lo mal que se está aquí. Estoy de acuerdo en que es muy difícil vivir y trabajar, pero hablar y quedarse va contra ellos mismos y quizás nunca tengan la oportunidad de poder dar vuelta esa situación.

Ese enfoque autocrítico que presentaste antes, ¿es por una conciencia de la vulnerabilidad de cada individuo, o además por una cuestión de escepticismo con respecto al medio?

Es porque soy consciente de que un día todo se puede cortar. Mi madre era cantante de ópera, y un día se quedó sin voz y nunca más pudo cantar. O sea, yo sé que profundamente en mi corazón yo tengo un poder muy fuerte, pero no es mío, vino de fábrica. Yo sé cómo hacer para sacarlo afuera, pero una parte mía es suficientemente humilde como para demostrarme que no me tengo que creer todo el tiempo que ese poder va a estar conmigo.
Y ahora yo siento que tengo la posibilidad de hacer cosas.
Vamos a hacer una serie de conciertos increíbles y luego pienso irme, con este grupo argentino, para hacer una gira muy larga en Brasil, Perú, Colombia, Panamá, California, Miami, España y todo lo otro que se pueda hacer.
Tengo más energía ahora que cuando tenía dieciocho años. Yo quiero hacer,algo, para que cuando sea viejo y ya no pueda tocar, pueda decir que estuve aquí, aquí... no solamente Mendoza, Córdoba, el Coliseo y Obras, y los otros shows de siempre. Realmente me pone mal que habiendo tantos buenos grupos en el país, a los productores no les dé el bocho para llevárselos afuera.
Recién ahora, después de dieciocho años de rock, se empezaron a dar cuenta de que lo que tenían que hacer es comenzar a vender los números afuera. Pero hay músicos como yo, y más viejos, que ya están cansados, cansados de haber caído en cana, de ser perseguidos, de ser echados del país para no cantar letras de verdad, de ensayos en lugares de m . . ., de todo eso ... Y los que se quedaron han demostrado una paciencia divina.
Y también están los que confunden el papel de los músicos. En una conferencia de prensa que hubo antes de un concierto que dimos en Córdoba, me empezaron a hacer preguntas sobre política y yo aclaré que mi política es mi música, mi grupo y la gente que va a verme. No creo en los políticos, porque la política nunca, en ningún país del mundo sirvió.
Siempre hubo un sector que odiaba al que estaba arriba, nunca nadie tenía la simpatía de todos. Y yo allí tuve que aclarar, porque comenzaron a ponerse agresivos, que sólo era David, el tipo que esa noche iba a dar un recital. Sólo quería hablar del long-play, del grupo, quienes tocan. Fuera del Mi y del Re no sé más nada, porque yo me dedico a eso.
No somos profetas ni la música es la salvación, porque cuando termina el concierto, la mente vuelve otra vez, y los problemas también. La solución es personal, no la van a dar ni David, ni León ni Spinetta. Y con respecto a este grupo, yo vi que me tenía que ocupar personalmente de que funcionara.
Por suerte tengo a mi lado a un montón de músicos con mucha experiencia, entregados solamente a la música. Y hemos hablado de eso, por toda la historia que trae un solista con respecto a la banda. Sé que si no estuvieran Beto o Daniel Colombres a mi lado, por ejemplo, yo no podría firmar ningún autógrafo, porque la cosa no estaría funcionando.
Y realmente este grupo va volar bochos, no va a quedar nada. Yo tengo treinta años, y hasta los treinta y cinco voy a volar peluquines. No va a quedar nada, lo presiento. Y yo necesitaba un lugar como éste. No para ponerme en estrella, sino porque si la gente necesita de mí, yo necesito un lugar así para poder trabajar, para poder crear. Pero para tener esto hay que tener plata, y para tener plata hay que trabajar mucho.
Y eso es lo que estamos haciendo ahora. Yo no hablo mucho del dinero, pero el segundo dios es la plata. Esta Dios y después viene la plata. Hablo de esta era, porque antes importaba poco. Te doy un ejemplo donde puedo juzgar porque soy músico.
Vino Van Halen. ¿Qué fue eso? A mí me daban ganas de vomitar. Ahí le doy la razón a los tangueros, la música era toda igual. Si un musicólogo se sentara a escribir lo que Eddie Van Halen hacía con la guitarra, lo mata. No había nada coherente, era toda una bola de magia, sonidos, efectos, y mucha polenta adelante. Vos dale esos equipos a Riff y a Van Halen lo deja por el piso, no queda nada.
Además, ese rubio lleno de spray en el pelo tiene que buscarse otro trabajo, porque no sirve para eso. Se deben entrenar, hacen mil giras, pero también debe estar lleno de médicos en el camarín. Y ese es mi miedo, el plástico. Muchos bafles, muchas luces, las pilchas, los bultos gigantes, un cantante lindo, flaquito, y esa es la música de hoy. Y si el mundo va a ser así, yo antes me mato.
Un día vamos a estar bajo tierra y estuvimos viviendo como unos idiotas. Hagamos algo de verdad. Yo no me salvo de esas cosas, pero voy a tratar realmente de hacerlo y de llevar esta música a otros lugares, para demostrarles realmente que no somos indios. Porque con lo de las Malvinas, por ejemplo, decían "les vamos a , demostrar que no somos indios". Y si somos indios, somos unos indios gigantes, pero por lo menos vamos a tratar de demostrar qué somos indios que aprendimos a hacer otras cosas.

De concretarse esas salidas al exterior, ¿comenzarían a darse poco después de la presentación en Obras?

Sería en el '84. Este año vamos a trabajar acá, a ensayar con el grupo. El nuevo álbum sería presentado hacia fines de año. Por ahora nos estamos dedicando a la presentación en Obras, y hay cincuenta personas trabajando para esto.
La gente se piensa que David tiene mucha plata, o que León o Spinetta también tienen mucha plata. Pero lo que tienen es mucho talento, muchas ganas de trabajar y hacer cosas. Yo vivo bien, de acuerdo, pero hacer las producciones que hacemos nos cuesta muchísimo. Mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucho sudor personal. Pero por eso salen bien.
Yo me moví mucho para abaratar los costos de los recitales en el Coliseo, y lo que me quedó de ahí me alcanzó para tomar un taxi, ir a cenar y hasta por ahí nomás. Pero yo tengo fe en que todo va a cambiar. Además, si se van los músicos, la música del país, ¿qué va a pasar? Nos vamos a tener que matar todos. Porque lo único que queda en Argentina que es real son esos viernes, sábados y domingos que hay recitales. Yo prendo el televisor y escucho a los políticos y no me creo ninguna, porque con mirarlos a los ojos me doy cuenta que están mintiendo. Los tipos se piensan que seguimos siendo unos imbéciles, pero Dios nos creó con un sexto sentido que es esa radiografía que vos haces de una persona con sólo estar un rato con ella.
Ahora todos hablan de votar ... Yo no sé, o soy un ermitaño, o estoy loco, pero a mí me parece que eso es como cuando la revista Pelo hablaba mal de los grupos comerciales y bien de los grupos progresivos.
Por otra parte el público es increíble, porque ellos se dan cuenta. Cuando terminó lo del Coliseo, me emocioné completamente y lloré como un chico porque se había terminado, y yo quería que siguiera. Me llenó tanto que hasta el día de hoy no puedo olvidarlo. Por que me dio algo que no sé cómo llamarlo, magia, amor, experiencia ... y me dio la energía y la fuerza como para seguir trabajando de esto, y componer y hacer más.

¿Lo de Obras se está armando con el mismo criterio que se aplicó en el Coliseo?

Sí, es una producción que hacemos con la agencia. Vamos a llevar todo lo que sea necesario, va a haber un buen montaje de escenario. El escenario va a ser más grande e incluso habrá cosas que antes en Obras no se podían hacer, como cambiar el escenario por ejemplo.
Va a haber muy buena onda, porque hay mucha energía puesta en esto. Creo que la gente se va a volver loca, le va a encantar. No te voy a dar más detalles ... Lo que sí espero es que pongan todo lo que dije. Porque hace un tiempo, en otra charla, hablé sobre ésta y dos revistas que habían salido muchos años atrás, y que habían separado a la comercial de la progresiva, y eso fue malo para la música en este país.
En los Estados Unidos, por ejemplo, los grandes músicos no hablan mal de los grupitos, porque cada uno tiene su público. Pero esas cosas no salieron y después de todo era mi opinión ...

¿Cómo es tu vida aquí?

Estoy muy feliz. Tengo más trabajo que antes pero soy feliz porque necesitaba esto. Tener un hogar donde poder hacer un fueguito a la noche y sentarme a cantar . . . Los que están conmigo me tratan bien, y en definitiva son inteligentes, porque si estoy bien voy a producir, entonces habrá plata y van a estar todos bien. Y eso es lo que más me interesa, que la gente comience a practicar la inteligencia, no la ignorancia de la mente ... Y durante todo el día me siento David Lebón, el tipo que toca, que hace música. Yo necesitaba esto desde hace tiempo. Llegó ahora; y bienvenido sea, espero que dure bastante.

 

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