Alabado o discutido pero inevitablemente respetado, David Lebón se ha caracterizado siempre por manifestar sus ideas y opiniones sin prestar atención a la polémica. El tiene su propia filosofía y no duda en señalar aquello que a su juicio esta mal. 
Poco antes de presentar su nuevo álbum en Capital Federal con una renovada banda, Lebón se decidió a analizar a fondo la realidad que lo rodea y por momentos lo ahoga.
Tiene bronca y se le nota. Pese a su natural aspecto tranquilo, cada palabra de David Lebón lleva impregnado ese sabor agrio que suelen dar las complicaciones. Y complicaciones justamente no le han faltado al guitarrista en los últimos tiempos. Pocos 
días antes de la edición de su álbum "Siempre estaré", Héctor Starc decidió que él no iba a estar como sonidista. 
Posteriormente, el veterano guitarrista dejó también su lugar en la banda como músico.
Diego Rapoport tomó idéntica actitud unos días más tarde.
Así, casi de la noche a la mañana y cuando el anunciado concierto en Vélez aún no había sido postergado, Lebón se quedó sin el cincuenta por ciento de su grupo. Tras rápidas gestiones, Julio Sáez y Babú Cervino ocuparon los puestos vacantes. De este 
modo, y al menos espontáneamente, David Lebón completó su banda de apoyo. Con la renovada formación va a presentar su nuevo álbum el fin de semana de Navidad en el teatro Coliseo. Pero pese a que todo da la sensación de encaminarse, Lebón 
sigue molesto por muchas de las situaciones que rondan al rock nacional y que por lo general el público no llega a conocer.

SIN RESPUESTA
David Lebón: '"Siempre estaré" es un disco muy distinto a 'El tiempo es veloz'. No sé si está más elaborado pero sí sé que nos detuvimos un poquito más en el sonido. Es un long-play limpio, no pusimos muchos instrumentos ni demasiados solos de guitarra.
Trabajamos dentro de un concepto limpio y tranquilo.
"El long-play es un poco lo que es David Lebón: tiene temas fuertes y temas románticos como cualquier disco mío. También está la primicia de mi hijo como futuro músico."
Pese a ser una de las figuras del rock nacional, David Lebón tiene que afrontar una serie de problemas para poder tomar contacto con el público como él lo desea.
D.L.: "Sinceramente, yo nunca quise hacerme la estrella. Además, creo que no lo voy a ser jamás, siempre fue muy difícil todo. 
Y ahora más que antes porque los sonidistas se avivaron, los iluminadores se avivaron, pero los músicos seguimos estando en el lugar más bajo. Y tendría que ser todo lo contrario porque si no fuera por nosotros no existiría mucha gente. Mira, después 
de muchos años de remar y remar yo tengo que estar ensayando en un cuartito. Hasta hace poco tenía alquilada una quinta donde podíamos trabajar tranquilos, pero los tipos me subieron un toco el alquiler y la tuve que dejar ... Eso me da bronca, porque después de tantos años y de saber quién sos, no estás donde deberías estar. Y no hablo sólo por mí. Hablo por Luis, por Nito, por León, por muchos que se matan y, salvo la del público, no tienen la respuesta que merecen en otros niveles.
"Acá cuesta mucho todo. Cuesta ensayar, cuesta organizar el sonido, cuesta organizar las luces. Yo creo que el día que el peso valga como el dólar, todo hombre va a tener su precio y cualquiera va a tener dinero como para comprar lo que realmente necesita. El segundo Dios del mundo es la plata. Nosotros seguimos, como dice Lerner, haciendo todo a pulmón. Yo ahora tengo unos productores de primera, pero no quiero abusar. Muchas veces la guita está pero lo que falta es el talento de los demás. Mi talento está y estuvo siempre desde que tenía doce años. Y creo que lo voy a tener hasta que me muera. Lo mismo ocurre con muchos músicos, pero el problema es que los demás no tienen talento. Te estoy hablando de los tipos con los que vos tenés que ir a transar, de los tipos que son la otra parte del show. Esos tipos no tienen talento, siguen siendo zorros que aprovechan la oportunidad. Desde el año pasado, el rock levantó un poco el boliche y entonces estos tipos cobran cada vez más caro.
Al final, nos estamos tirando abajo nosotros mismos. La mitad del rock quiere que esto salga y la otra mitad es medio como que quiere y no quiere. Por un lado quieren que mejore y por el otro quieren hacer su negocio. Los músicos siguen siendo los 
únicos que hacen las cosas por la música misma."
LLORAR EL MANGO
En la opinión de Lebón, uno de los principales problemas que afectan al rock es la falta de respeto en todos los órdenes.
D.L.: "Acá yo voy por la calle y viene cualquier tipo y me agarra como si yo fuera el primo. En otro país eso no ocurre por una cuestión de respeto. Es probable que ahora la cosa cambie y el rock tenga otro tipo de misión. Tiene que nacer algo nuevo que levante el boliche. Y eso puede darse porque el nuevo presidente tuvo mucho que ver con la juventud. Y la juventud es la que quiere, aunque hay mucha juventud que está enferma, que todavía no se pudo sacar de encima todos estos años. No sé si tienen problemas de guita o qué, pero la mayoría de los tipos que yo conozco tienen muchos menos problemas de guita que yo, por ejemplo. Pero la gente sigue llorando por el mango. Nadie dice 'okey, no hay plata pero vamos a hacer un buen espectáculo para que la gente se vaya contenta y en el futuro haya plata'. No. Todos quieren hacer guita en una semana y eso no puede ser. 
Hay que hacer como dice Alfonsín: vamos a hacer las cosas entre todos. No puede ser que unos trabajen y otros se lleven la mosca.
"Yo no sé para qué la gente se desvive por la plata. ¿A dónde se la van a llevar cuando se mueran? Vos te pasas ochenta años de tu vida trabajando como un negro, jorobando a medio mundo, perdiendo a muchos amigos para qué ... En el cajón no tiene sentido meter la plata. Paul Getty, antes de morirse, dijo que lo que menos recomendaba a su amigos era que fueran millonarios. Alejandro El Grande al morir se hizo tallar una piedra que decía 'Alejandro El Grande vino a este mundo sin nada y se fue sin nada'. Hubo mucha gente que hizo guita y que en el último minuto de su vida quisieron vivir todo lo que no habían podido vivir. 
Los humanos venimos a este mundo a vivir, no venimos a hacer negocios. Yo lo único que pretendo es tocar y que la gente que me viene a ver se vaya. contenta. Nada más. A veces me pregunto qué obtuve yo con el rock nacional... ¿Y sabes cuál es la respuesta? Nada.
Por ahí una nueva guitarra, o un nuevo amplificador, pero ... ¿cuántas veces fui feliz y cuántas sufrí? Fui feliz sólo un diez por ciento porque antes de subir al escenario me tuve que pelear con un tipo ... Por cosas como esas yo me considero un profesional porque subo al escenario y se me ve la sonrisa y hago todo como si no hubiera pasado nada. Yo tengo la esperanza de que todo cambie algún día. Siempre fui de tener esperanzas. A mí me gustaría que los que lean esta nota tomen conciencia de que tenemos que levantar el boliche entre todos. Hay que lograr que nuestra cultura musical llegue a otros países. No 
tenemos que perder el tiempo en peleas tontas. Yo, por ejemplo, hice un tema sobre los chicos malos del rock y ahora todo el mundo pregunta por qué hablo mal de los tipos del heavy-metal, pero en realidad no hablo mal. Yo fui malo, yo toqué con Pappo, me puse campera de cuero y le pegaba patadas a los pibes en los recitales. Yo hice todo eso pero con el tiempo cambié y me tiré a la onda del amor, que es algo que nunca va a pasar de moda. Hasta los malos en algún momento quieren algo de amor ... Yo estoy en contra de los tipos que se hacen los malos y después la mamá los está esperando con un café
con leche. O del tipo que es comunista y tiene un Mercedes y un Rolex ...
"A mí me criticaron muchas veces porque siempre hablo del amor, pero ahora hay muchos a los que se les acabó el cuarto de hora porque de qué van a protestar. Los mismos tipos que hablaron mal de la música 'comercial' son comerciantes. Ojo, que yo
también soy un comerciante, porque vivo de esto y tengo que mantener cuatro hijos.
Pero antes todos hablaban de los 'comerciales' y sin embargo hace un tiempito se pusieron a cantar vamos a votar un presidente y toda esa mano.
Eso es jugar a dos puntas. En ese sentido, yo estoy tranquilo porque siempre me jugué por el amor ..."