Volver al Indice

crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Bee Gees





 

Ir al Sitio

En el mundo del rock ha pasado de todo. La fecunda década del '60 lanzó talentos por doquier. La del 70 fue más austera. Era inevitable la nostalgia. Hay, desgraciadamente, algunos muertos. Hay quienes se mantuvieron y lucharon por superar dificultades. Hay quienes se separaron
y no se volvieron a unir. Entre los que supieron que la unión hace la fuerza, hay un ejemplo claro. Después de un largo camino, los BEE GEES nos demuestran que la ley primera es la verdadera. Esa que dice que los hermanos...


ABC
El 1 ° de setiembre de 1947 el matrimonio Gibb (compuesto por Barbara —una ex cantante de night clubs- y Hugh -director de una orquesta bailable de 13 músicos que actuaba en un ferryboat) -se aprestaba a recibir el nacimiento de su primogénito, Barry. Dos años más tarde, mudados a la gris Manchester, llegaban Maurice y Robin el 22 de diciembre de 1949. No fueron los primeros ni serán los últimos padres que depositan sus esperanzas en los hijos. Y como los chicos parecían simpáticos y cantaban bien ¿qué tal seguir el ejemplo de Shirley Temple y convertirlos en niños prodigio? Fue tan fácil como el ABC. Los hermanos Gibb adoptaron el nombre de "Blue Cats" (Gatos azules) y en 1956 hacían el número vivo de un cine de Manchester. Barry tenia 9 años y los mellizos sólo 7. Lo inusual era que en ese momento, cuando la moda era el skiffle (una música típicamente inglesa hecha con instrumentos tipo tablas de lavar, latas de té, peines envueltos en papel de seda, etc.) los hermanitos cantaban armonías. Una especie de familia Trapp.
ABG
En 1958 los Gibb decidieron mudarse de nuevo. Esta vez a Australia, tierra de promisión. Los chicos siguieron cantando. Se presentaron en un concurso radial y al poco tiempo tenían su propio programa de TV en la ciudad de Brisbane. Sin embargo, las leyes impedían que los menores trabajaran por televisión y el trío comenzó a actuar en clubes, algunos nocturnos, algunos no, y las rutas australianas fueron conociendo al conjunto. Que, dicho sea de paso, cambió el BC de Blue Cats por el BG de Brothers Gibb. De ABC a ABG. Iban progresando. Grabaron una serie de LPs para el sello Festival y tuvieron varios singles de éxito: "Timber" en 1963; "Claustrophobia" y "Peace of mind" en 1964; "Wine and women" en 1965 y "Spicks and specks" en 1966. Varios en el número uno. Y papá Gibb veía cómo progresaban esos nenitos peinados con jopo, y vestidos con sacos a cuadros, sin mangas y corbatitas; medio orejudos y con los dientes salidos, tipo conejo. Y aunque los chicos ya estaban más creciditos y se tapaban las orejas con el pelo largo, no cerraban la boca para esconder los dientes. No. Seguían cantando.
En tanto, en Inglaterra, surgía un movimiento que envolvía a todo el planeta. El pop. Y los superlativos eran los Beatles. Parecían bien administrados. Un tal Brian Epstein era el manager y director de NEMS, su editora musical. Al Sr. Gibb, como se habrá deducido a esta altura, le gustaba mudarse. Pero adonde estuviera seguro. Así que mandó a Epstein un LP con los éxitos de sus hijos. Y a principios de 1967 se embarcaron. Cinco semanas de travesía por mar, y en febrero estaban en Londres.

De vuelta en el Reino Unido
En tanto trataban de ponerse en contacto con Epstein, los comentarios hablaban de lo difícil que estaba la escena musical, que convenía volver a Australia, que sólo Eric Clapton tenia futuro en ese momento. Los cuervos de siempre. Pero los hermanos Gibb no se iban a dejar amilanar y menos con papá Gibb atrás. Sólo una semana después del arribo, Robert Stigwood, en ese momento secretario de NEMS, los llamaba por teléfono varias veces hasta encontrarlos. Mientras lo esperaban en la escalinata, cuenta la leyenda que se distrajeron componiendo un tema: "El desastre minero de New York". Salió "Spiks and Specks", un éxito moderado que a Stigwood lo puso contento y en abril salió "El desastre minero". La publicidad decía "el nuevo talento más significativo de 1967". Sin embargo, se los acusó de copiar a los Beatles y el single sólo llegó al número 11. El segundo single "Amar a alguien" directamente no entró en el top 20. El tema, sin embargo, luego sería grabado por 250 intérpretes diferentes. El tiempo les daría la razón. En EE.UU. la canción llegó al puesto 17. Y el sello Atlantic les ofreció un contrato de 5 años por 80.000 £ , el mayor contrato ofrecido a un grupo nuevo. Después de todo, con la invasión de músicos ingleses a EE.UU. y sonando tan parecido a Los Beatles no podían ser una mala inversión. No.

¡Fuera los Bee Gees!
Y los Bee iban juntando fans también en Inglaterra. Porque pese a un éxito moderado en el primer single y un fracaso en el segundo, un productor televisivo los designaba como "el mejor talento autoral después de los Beatles". Como si los vocales de los tres hermanos fueran pocos (además de Maurice en bajo, Barry en guitarra rítmica y Robin en guitarra acústica) incorporaron otra guitarra, Vince Melouney, y en batería a Colin Petersen: dos muchachos australianos amigos.
En Australia, los Bee Gees siempre hablan soñado con una orquesta. Y Stigwood no se iba a quedar atrás, la prometió.
Y para la tapa del primer álbum "Bee Gees First" contrató los servicios de Klaus Voorman, quien había diseñado el álbum "Revolver" de los Beatles. El siguiente single, "Massachusetts" fue número uno en EE.UU. y en toda Europa. Otra melodía pegadiza que todo el mundo podía cantar o silbar en el camino al trabajo. Eso si, si uno la cantaba probablemente no podía dar la nota alta que sólo Robin podía alcanzar con su falsetto.
Pero pese a que los hermanos Gibb eran ingleses, Vince y Colin eran australianos y menores de edad y las leyes inglesas les vedaban el permiso de trabajar. La carrera de los Bee Gees estaba amenazada. Y los fans se hicieron notar. Las calles de Londres vieron desfilar una caravana de elefantes con cartelones que decían "Queremos a los Bee Gees". Era un mundo pop, ese. Y las leyes inglesas se elastizaron. Después de todo, los Bee Gees habían demostrado portarse bien. Los tres eran buenos cristianos; ninguno estaba interesado en la política; a todos les gustaba el bife y las gaseosas; a Robin le asustaba la oscuridad, la soledad y la pobreza y en un accidente ferroviario en el cual murieron 50 personas —pese a estar herido- había salvado a varias; Maurice se enamoraba de Lulú, una cantante pop nada liberal, en tanto soñaban con una cama circular a estrenar después del matrimonio inminente; y EE.UU. ofrecía un contrato para una gira de 130.000 £ , lo que significaba que aportaban divisas al Reino Unido. El permiso de trabajo fue otorgado y el "fuera los Bee Gees" enterrado en el olvido.

Bee Gees para el mundo
1968 traía otro excelente LP, "Horizontal", seguido de "Idea", la filmación de "Cucumber Castle" con Spike Milligan para la TV, la gira por EE.UU., y Stigwood abandonando NEMS para llevarse consigo al grupo. Los éxitos en single de "Palabras" y "Mundo" luego de "Fiesta" y el famoso recital en el Royal Albert Hall con una orquesta de 60 músicos, coro y la banda de bronces de la Real Orquesta de la Fuerza Aérea. Ya llevaban 18 meses desde su aparición en la escena inglesa y tenían 10 millones de singles vendidos y 3 millones de álbumes. La línea de la romántica balada y las originales letras, muchas de ellas dramáticas, habían sensibilizado y conquistado el mundo. Y las voces, que habían alcanzado armonías sólo igualadas por los Beach Boys antes, convertían sus melodías en clásicos eternos. La infinidad de artistas que a partir de entonces comenzaron a elegir canciones de los Bee Gees para incluir en su repertorio eran una prueba. Porque una misma canción "Amar a alguien" se escucha por Janis Joplin, Tom Jones, Eric Burden y los Animals, Roberta Flack, The Flying Burrito Brothers, Nina Simone o Lulú. Y Richie Havens, Al Green, José Feliciano, Johnny Mathis, Cher, Andy Williams, Viki Carr, Dean Martin, Cilla Black, Rey Orbisen, Lynn Anderson, Ray Conniff, Brenda Lee, Sarah Vaughan, Paul Mauriat, Daliah Lawi, Glen Campbell,... y hasta Elvis Presley irían incluyendo sus temas en el repertorio. ¿Hace falta seguir llenando la página? Si los Bee Gees hubieran querido dejar de actuar, podían haber seguido viviendo de regalías.

Sendas separadas
E iban a dejar de actuar, al menos juntos. Luego de la gira norteamericana, Robin tuvo un colapso nervioso y Barry anunciaba que dejaría el grupo luego de cumplir los compromisos. Los diarios hablaban de las presiones internas y externas. De las ofensas que se propinaban los hermanos, como presión interna. Las externas consistían en los cambios que sobrellevaba la música en ese entonces. Por un lado Stigwood estaba entusiasmado en ese momento con su nuevo supergrupo, Cream. Por otro, el pop evolucionaba hacia el camino progresivo dejando de lado la balada clásica, el fuerte de los BGS. Pasaron unos meses sin editar ningún single. En el momento en que se decidió extraer uno del álbum "Odessa", Robin quería que la cara A fuera "Luz de lámpara", en tanto Barry proponía "Primero de mayo", que cantaba sin la asistencia de Robin. Molly Hullis, la mujer de Robin declaraba que siendo él la voz característica del grupo debía ser acreditado como correspondía. Papá Hugh opinaba que Robin debía mantenerse con sus hermanos. Cuenta Robin: "Papá vino a mí y me pidió que nos reconciliáramos. Le dije que se fuera. Luego trató de ponerme en custodia de la corte". Se acercaba otra gira por EE.UU. y Barry decía que la harían con o sin Robin. Hacia mayo de 1969, Barry decía que no trabajaría más con Robin aunque quisiera. Estaba muy herido por lo que Robin había dicho de Maurice, de él y de su manager. Stigwood amenazaba a Robin con acciones legales. Por su parte, Vince había abandonado al quinteto para tocar blues un año antes y en agosto Colin se iba también. Los Bee Gees quedaban reducidos a Barry y Maurice. Robin, por su parte, editaba "Salvado por el gong" y pese a que Barry había pensado que no era comercial el tema llegaba al número dos. Barry y Maurice manteniendo el nombre del grupo editaban un LP ("Castillo de pepinos") y el single "No olvides de recordar" llegaba al número 3. Luego, Barry abandonó a Maurice y a Stigwood para cantar solo. A Maurice tampoco le quedaba otro remedio. Sin embargo, Robin pese a editar un LP "El reino de Robin", no pudo repetir el suceso del primer single y Barry y Maurice por separado tampoco. En sólo dos años, el grupo más prometedor había quedado reducido a la nada.

Los hermanos sean unidos
El año 1970 encontró en su segunda mitad a los hermanos reuniéndose. Era el único remedio. Juntos habían triunfado, separados no. En Inglaterra y EE.UU. habían caído en el olvido. El único lugar donde se mantenían como grupo-culto era en Alemania. Allí en las listas del '67 al '69 habían estado primeros, superando a los Beatles y los Rolling Stones. En 1970 estaban en el quinto puesto gracias a recopilaciones que incluían a los temas solistas dentro de LPs bajo el título de Bee Gees. Habían pasado casi dos años desolados. Y había que empezar de nuevo, casi desde abajo. En el camino habían perdido un poco la noción de adonde se iba dirigiendo la música rock. El público de sus admiradores, más restringido, los había encasillado en la balada. Su nuevo álbum, decía con nostalgia dos títulos "Dos años después" y "Días solitarios". El comienzo del año 1971 vio la entrada de los Bee Gees a los hit-parades con este último tema. Robert Stigwood había conseguido reunirlos y esta vez no los iba a dejar escapar. Cuenta Robin: "Si no hubiéramos estado emparentados probablemente no nos hubiéramos vuelto a reunir jamás". Una reparación estrictamente familiar. Lo que corrientemente se llama "reconciliación". El siguiente álbum, "Trafalgar" dio un nuevo número uno, también en EE.UU.: "Cómo puedes reparar un corazón roto". Sí, ¿cómo? Los fans, fieles, seguían comprando sus temas: "Mi mundo" y "Corre a mí" llegaron al puesto 16. Ambos temas eran del álbum "A quien pueda interesar". Y era así, sólo interesaban a algunos. Esos algunos que se ocupaban eran los que estaban de acuerdo con lo que Barry había dicho en una oportunidad: "Gracias a Dios que lo hippie está retirándose del pop. Hablé con fans del pop y odian a esos grupos desgarbados. Prefieren ver a Cliff Richard o Scott Walker luciendo sus trajes serios. Es mucho más sano". Indudablemente tales declaraciones no eran favorables al movimiento progresivo que estaba tomando la música. Pero los Bee Gees se mantuvieron en su línea. O casi. Porque la reunión también puso las cosas en su lugar. Habría lugar para las melosas baladas de Robin, pero también debía haber ritmo provisto por Barry y Maurice. El camino del reencuentro no fue fácil. Con Maurice habiendo fracasado en su intento de carrera actoral y en su matrimonio con Lulu; Robin en su carrera solista; Barry distrayéndose de su talento autoral buscando cobertura para él y su novia en la prensa; el fracaso de Vince por formar un grupo y la expulsión de Colin en malos términos había servido de triste experiencia. Una sensación claustrofóbica que trasciende en el título del álbum "La vida enlatada". "Mr Natural" intentaba salir del trance con naturalidad. Consiguieron nuevamente entrar en los charts, al menos en EE.UU. con ese LP. Pero los singles no conseguían hacerlo. Y el single es el parámetro con el que se mide la popularidad en el mundo del rock. Como dijo Barry: "Hicimos lo mismo por tanto tiempo que no veíamos lo que pasaba con nosotros. Casi habíamos caído en el olvido cuando nos dimos cuenta que estábamos con un grave problema".

Plato fuerte
Era cierto. Era 1975 y los Bee Gees hacía tiempo que no tenían un verdadero hit. Esos hits tan fabulosos del principio. Era 1975 y en EE.UU. surgía de Philadelphia el Philly Sound, un sonido que invadiría la nación inaugurando la fiebre de las discotheques. Los Bee Gees en su aproximación semi clásica al pop distaban mucho del sonido que se estaba gestando, el sonido disco. Si alguna vez se les hizo una crítica fue la de ser monótonos, melodramáticos.
Y en 1975 conocieron a Arif Mardin, productor de la discográfica Atlantic que había convertido en éxitos LPs de Bette Midler. Manhattan Transfer y Average White Band. Cuenta Maurice: "Cuando comenzamos a trabajar con Arif fue un vuelco para nosotros. Como productor, Arif se convirtió en nuevos oídos para nosotros y cambió la química de todo el grupo". Era el cambio necesario: el LP "Main Course" incorporaba el sonido disco al grupo. Y los temas "Noches de Broadway" y "Jive talking" trepaban los rankings. La gente no podía creer que ese sonido bailable proviniera de los Bee Gees. Sin embargo, Stigwood cambió la distribución americana de los discos del conjunto de Atlantic a Polydor y Mardin no pudo seguir trabajando con ellos. La solución fue explicada por Maurice: "No podemos negar que Mardin hizo el 50% del trabajo de los hits hoy. Todos saben qué gran productor es. No pretendemos producir como él, pero hemos aprendido a componer nuestra música como él la produciría". En efecto, el siguiente álbum "Niños del mundo" vuelve a incursionar en el "sonido disco" con éxito. El tema "Deberías estar bailando" da prueba de ello. Las encuestas colocaban a los Bee Gees en el tope de los grupos escuchados en las discotheques

Los sucesores
Y esta década del 70 que vuelve a traer la locura del baile, la evasión del sábado por la noche, los convierte en los reyes inusitados. Lo que demuestra que los Bee Gees son tan dúctiles como para recorrer el camino del rock desde la balada hasta el disco-sound. Explica Barry: "Muchos periodistas tratan de rotularnos de grupo disco, cuando realmente hemos estado haciendo todo tipo de música en los últimos 10 años. Escribimos para alcanzar la mayoría de la gente y para que disfruten nuestra música". Por si hacía falta hacérselo recordar a alguien, en 1977 los Bee Gees editaron su primer álbum en vivo, recorriendo sus éxitos de 10 años y demostrando su vigencia.
Cuando Stigwood requirió que los Bee Gees compusieran música para el film "Saturday Night Fever", estuvo en lista una semana y media. Y 1978 probó ser el año definitivo del retorno de los Bee Gees. En tanto el film batió las taquillas, el álbum trepó al número uno, y los singles extraídos de él llegaron todos a los top 10. "Stayin' alive", "How deep is your love" y "You should be dancing" por el grupo llegaron al número uno. Los temas por Ivonne Elliman y Tavares compuestos por ellos treparon con facilidad. Un tema producido por ellos para la cantante que descubrieron en 1969, Samantha Sang, "Emotion" llegó al número uno. Como autores, como productores, como intérpretes: número uno. Y la dinastía Gibb se amplió con Andy Gibb, el hermano, también número uno. Y como si faltara algo, filmaron "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". actuando como la banda del Sgto. Pepper junto a Peter Frampton Esto simbólicamente representa algo que hoy es vox populi: los Bee Gees son los únicos capaces de cubrir el vacío que dejaron los Beatles en el mundo del pop. Después de todo, al principio... sonaban parecidos.
revista rocksuperstar
agosto 1978

volver

Google
Web www.magicasruinas.com.ar

siguiente en la sección