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crónicas del siglo pasado

Revistero
de rock

JIM MORRISON
UN MITO QUE RENACE
UN POETA INCOMPRENDIDO

Elevado a la categoría de mito, despreciado como un lobo rabioso, Jim Morrison ha vuelto a reencarnar la figura que tantas polémicas generó durante su compulsiva existencia. En este informe especial se analiza el fenómeno que creó este precursor del rock de los sesenta; y en un reportaje exclusivo, dos de sus ex compañeros de los Doors cuentan cómo fue realmente su vida.

Fuente: Revista Pelo junio 1981

 


 

 

Londres se veía como una pequeña joya en medio de la suave niebla de verano. El crepúsculo húmedo crecía ocultando la muerte del sol. Una violenta tormenta se estaba formando sobre el Canal de la Mancha; sábanas de agua, vívidamente iluminadas de azul y blanco, se dirigían hacia los acantilados de Dover.
Un hombre que había pasado toda su vida corriendo, Jim Morrison, volaba desde Los Ángeles después de haber terminado su último álbum, "L. A. Woman", y entró en París solo, cansado y con miedo.

Historia retrospectiva: Madison Square Garden. Las luces de la sala se van apagando, anuncian a los Doors, y una particular tensión crece en el aire; un pulso de emoción. Desde uno de los rincones oscuros del escenario, transmitiendo una corriente emocional, aparece Jim Morrison. "Hola." Y los Doors empiezan a tocar.
Tomando el micrófono como un látigo, él empieza a moverse rápidamente por el escenario. Exhorta al público, lo emociona, lo revoluciona...
Morrison fue una figura controvertida. La prensa lo odiaba, los críticos, que se sentían perdidos en su imaginería cinemática, nunca lo tomaron en serio. Se vestía de cuero negro, se bajaba los pantalones, gritaba groserías, y sólo era culpable de creer en el mito que él mismo había creado.
Después de todo, eso es algo de lo que casi todas las estrellas de rock son culpables.
Sin embargo, a Jim Morrison podía perdonársele que creyera en su propio mito, porque la imagen, el éxito y el poder de los Doors dependían de eso. Durante toda su vida, Morrison fue menos una estrella que un mito. Fue el poeta incomprendido dentro de los confines restrictivos del ambiente del rock. Los críticos juzgaban a los Doors sólo a partir de sus propios limitados términos musicales (eran un grupo estadounidense, pero no hacían blues ni les gustaba el sonido de la costa oeste, que en ese momento era lo aceptado).
Cuando Morrison cantaba "de acá no sale nadie vivo", no se refería a la sala donde estuviera actuando, sino a la vida misma. Esa era la base de su revolución, la idea que siempre lo obsesionó.
Morrison era un hombre que conocía a la gente. Escribía sobre cómo era en realidad la gente que lo rodeaba, y mucho de lo que escribía no era ni lindo ni agradable. Sin embargo, también escribió versos llenos de un romanticismo aparentemente imposible, supremamente amables.
Si se consideran todos los puntos de vista, "Strange Days" es el mejor álbum de los Doors, a pesar de que nunca se haya vendido tan bien como el primero. Ese álbum es el esfuerzo más cohesivo del grupo, y estaba por lo menos dos años adelantado a su tiempo. Si fuera editado ahora, sería considerado una obra maestra. Escuchar "Strange Days" es como mirar "Satiricón", de Fellini. Las palabras de Morrison son tan cinematográficas que cada canción forma imágenes en la mente. Más que cualquier otro compositor (o letrista) estadounidense, Morrison tenía esa cualidad. Como una película, "Strange Days" construye su línea argumental (de gente que trata desesperadamente de alcanzarse a través de las máscaras y las equivocaciones) con una serie de viñetas de imágenes y caracteres. Y la historia dramática se vuelve más y más visible a medida que uno penetra más profundamente en la película/el álbum. Es el mundo de Morrison, en el que las fuerzas negras y sin nombre cumplen su tarea de destruir vidas.
"La gente es extraña cuando
uno es un extraño, 
las caras son feas cuando 
uno está solo, 
las mujeres parecen malas
cuando no es deseado. 
Cuando uno es un extraño
salen caras de la lluvia, 
cuando uno es un extraño 
nadie sabe tu nombre." 
("People Are Strange", The Doors)
Parte del éxito de los Doors en disco fue debido a la producción de Paul Rothchild. Eso nunca se notó mejor que en el álbum en vivo, "Absolutely Live", donde el sonido limpio y la inclusión de la activa participación del público contribuyen a crear un cuadro claro y perfecto de la magia de Morrison en escena. Como "Strange Days", "Absolutely Live" crea una totalidad de sonido e imagen de un nivel mucho más alto que el que constituye la mayoría de los Iong plays en vivo.
"Sangre en las calles del pueblo de New Haven
Manchas de sangre en los techos y las palmeras de Venecia 
Sangre en mi corazón en el verano terrible 
Sol sangriento de Los Ángeles fantástica
La sangre de las calles me llega a tos tobillos
La sangre de las calles me llega a las rodillas
Sangre de las calles de la ciudad de Chicago 
La sangre que sube me está siguiendo." 
("Peace frog", The Doors)
París estaba mojada después de una lluvia de verano. Profundas nubes oscuras bordaban el cielo violeta, y a pesar del calor era tiempo de temblar, de cerrar las ventanas, de cerrar las puertas.
El avión aterrizó en Orly, los ómnibus de los pasajeros se acercaron al avión por los caminos serpenteantes, los amantes se cobijaron de la lluvia en los zaguanes, los truenos se hicieron oír con fuerza.
"En esta vida somos arrojados como un perro sin un hueso, como un actor sin público." -

Y en alguna parte, en un hospital, un enfermero desinteresado cubre mecánicamente con una sábana la cara de Jim Morrison, de veintisiete años, estadounidense, cantante de rock, poeta, hombre, que había sido encontrado muerto en la bañera de su departamento de París.


JIM MORRISON
UN LOBO RABIOSO
Después de casi una década de silencio los dos Doors sobrevivientes, Ray Manzarek y Robby Krieger, consintieron en hacer una entrevista que desnudó la extraña mezcla de magia e infierno que definieron los días de los Doors.
Robby Krieger está trabajando en un álbum. A pesar de que todavía no ha firmado contrato con ninguna compañía grabadora, piensa salir de gira con un conjunto de temas viejos y nuevos, ni bien termine su long play, en el que participa el tecladista Don Preston. Roy Manzarek está produciendo a un nuevo grupo, The Zippers, en Los Ángeles, y espera firmar el contrato para hacer la versión de "De acá nadie sale vivo". John Densmore, el tercer Door vivo, ha estado tocando la batería con Bess Snyder Dance Company, y piensa debutar como actor cinematográfico.
Las respuestas que dan Krieger y Manzarek en este reportaje muestran que todavía hay muchos puntos oscuros que iluminar en un tema que ya ha llenado tres biografías y muchísimos metros de columnas en diarios y revistas.
¿Hubo un momento de crisis en los Doors, un momento en el que se dieron cuenta de que les cosas se les estaban escapando de las manos y yéndose al diablo?
Krieger: Siempre teníamos un buen show en una parte u otra, pero fue básicamente cuando empezamos a tocar en salas enormes (1968) cuando las cosas se empezaron a poner feas.
¿Quién estaba arruinando al grupo?
Manzarek: Jim había empezado a tomar mucho. Ahí empezamos a preocuparnos de que hiciera algo sin darse cuenta, porque estaba borracho.
¿Las borracheras de Jim no eran una reacción contra la represión de que eran objeto los Doors?
Manzarek: Sí, de la represión y de las presiones.
¿Bajo qué otras presiones estaban los Doors?
Manzarek: Presiones personales. Jim tenía problemas con su mujer (Pamela Courson), siempre peleaban. Ella siempre le insistía para que dejara el grupo y estuviera todo el tiempo con ella. Y cuando él editó su libro de poemas y los críticos dijeron que "no estaba mal para una estrella de rock", eso lo mató. El no se veía como una estrella de rock, pero todos los demás lo veían únicamente de esa manera.
¿Qué pasó con Pamela cuando Jim murió?
Krieger: Ella murió en Los Ángeles en 1974. Después de que Jim murió ella se deprimió mucho, siempre estaba triste.
¿El comportamiento de Jim los afectaba mucho a ustedes?
Krieger; Sí. Nosotros teníamos que estar lo mejor posible, para equilibrar las situaciones y los estados de ánimo.
Manzarek: Nosotros teníamos que tener cuidado; todos estaban pendientes de lo que Jim podía hacer, para venírsenos encima. Nosotros teníamos que tratar de controlarlo un poco, para que no nos persiguieran tanto.
¿Qué era lo que le atraía a Jim de su peligroso estilo de vida?
Manzarek: Para él el rock era la más grande libertad: chicas, rock & roll y poesía.
¿Piensan que Jim estaba terminado cuando viajó a París en 1971, después de que el grupo grabó "L. A. Woman"?
Manzarek: No creo que él estuviera predestinado. Pienso que era lo mejor que podía hacer ir a París, sentarse en un café, tomar algo, conocer poetas y artistas, y escribir. Estaba intentando escribir un libro.
¿Jim murió porque lo empujaron demasiado?
Manzarek; Sí, no resistió más. Ya no aguantaba más. Simplemente explotó.
¿Pero ustedes se sorprendieron con su muerte?
Manzarek: Yo me sorprendí.
Krieger: Yo no, al principio no lo creí, directamente. Después, cuando tuve que aceptar su muerte, me parecía muy raro que no estuviera con nosotros. Fue como una especie de irrealidad. Yo pensaba que nunca se iba a morir. Después de todo lo que había resistido, era ridículo saber que se había muerto de un ataque al corazón.
¿Las grandes estrellas siempre son vulnerables?
Manzarek: Sí, más que el común de la gente. Hay presiones que no se pueden resistir.
¿Eso se aplica también a ustedes?
Manzarek: No, porque yo no soy una estrella. Yo era el músico detrás de la estrella.
Krieger: En alguna oportunidad puede que haya sido un poco más vulnerable que el resto de la gente, pero en general siempre pude resistir.
¿La película "De acá nadie sale vivo" es un relato fiel? ¿O sensacionaliza a los Doors?
Manzarek: No, todo lo que se muestra es verdad. En el fondo, creo que es demasiado fiel a la historia.
Krieger: Pienso que todos los que conocieron a Jim podrían escribir un libro completamente diferente, si les interesara hacerlo.
¿En la carrera de los Doors, y en sus vidas privadas, nunca pasaba nada que pudiere llamarse normal?
Krieger: Por supuesto, pero las cosas normales no le interesan a nadie, no son noticias ni para publicar ni para leer. Yo creo que la gente podría haberse ocupado del mejor lado de Jim: la poesía. En vez de mirar ese lado, todos prefirieron verlo y pintarlo únicamente como un lobo rabioso.

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