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crónicas del siglo pasado

Revistero
de rock

La canción ¿es siempre la misma?
LED ZEPPELIN

Una de las razones fundamentales de la supervivencia de Led Zeppelin a lo largo de una década es la astuta política implementada por los mentores de la banda, Jimmy Page y Peter Grant. La imagen de Zeppelin es manipulada de manera de evitar el desgaste del tiempo y las modas, a través del eventual misterio y silencio que rodea la vida privada de los músicos.
Cada nuevo álbum llega precedido por velados comentarios y muy poca información concreta. Lo mismo ocurre con los conciertos, cada vez más eventuales y selectivos.
Esta atmósfera, reforzada por la desaparición de la banda durante dos años debido al problema familiar de Plant, acompañó al regreso en vivo y a la edición de un nuevo álbum de Zeppelin.
Todo comenzó en Dinamarca, donde el grupo se presentó como un avance de lo que semanas después ocurrió en el festival de Knebworth, Inglaterra. Simultáneamente fue lanzado el álbum ("In Trhough The Out Door"), rodeado por extrañas restricciones a la prensa, impuestas por la empresa encargada de la promoción, Hypnosis.
En este suplemento ofrecemos la crónica de los conciertos de Dinamarca y Knebworth, uno de los pocos reportajes que concedió Jimmy Page últimamente, y la crítica inglesa del nuevo LP.
De este material es fácil obtener conclusiones: Zeppelin es la más grande agrupación de rock metálico. Pero también manejan con sutileza sus glorias logradas. Algo que siempre les reporta el favor —fervor— de sus seguidores, no importa cuál sea realmente la dimensión de su talento. Led Zeppelin consiguió que la canción sea siempre la misma, no importa cuanto tiempo pase.

Fuente: Revista Pelo  octubre 1979






 

 

EL REGRESO EN VIVO
UN ESPECTÁCULO ESCALOFRIANTE
DINAMARCA

La reaparición de Led Zeppelin se produjo en Dinamarca, donde realizaron dos conciertos como "pre-calentamiento" para la presentación en el festival de Knebworth, Inglaterra. A pesar de todas las especulaciones y los rumores que siempre rodean a la banda, la mayoría de las veces generadas por ellos mismos, fue posible comprobar que Led Zeppelin no ha cambiado demasiado con respecto a los viejos tiempos. Siguen tocando maravillosamente los blues, con la mágica y mística cortesía de Jimmy Page, con el piano eléctrico pseudo-Chopin de John Paul Jones, la resonante batería de John Bonham y el tenor especial de Robert Plant.
Hubo algunos problemas externos en Dinamarca. En el primero de los conciertos surgieron inconvenientes con la iluminación del escenario, por lo cual se hizo esperar a la gente fuera del local casi dos horas. Solucionado parcialmente el problema, el público pudo entrar, y afortunadamente no hubo reacciones de represalia.
Ante tales perspectivas (los dinamarqueses son muy exigentes), en el segundo concierto apenas fueron cubiertas las tres cuartas partes de las localidades. De todas formas, la calidad de lo ofrecido en escena superó largamente las expectativas. Sabiendo del gusto en Dinamarca por el blues, el show comenzó con el más famoso de Zeppelin: "Desde que te estoy amando".
Todo el grupo sonó ajustado, en una entrega idéntica a la versión grabada. Page adoptó un enfoque casi cromático de su solo, al estilo Jeff Beck, poniendo de relieve los puntos típicos de la estructura del blues. Su ejecución fue displicente, como si cada detalle fuese producto de la casualidad y no de un trabajo artístico elaborado.
Toda la banda transmitió una imagen de seguridad y satisfacción ante la forma en que se desarrolló el concierto. Page no abandonó sus clásicas evoluciones por el escenario en los rocks furiosos, inclinándose de tal forma que lo único que impidió su caída fue el peso de su guitarra.
A Robert Plant se lo vio tenso y enjuto dentro de sus clásicos jeans super ajustados y gastados. Sin embargo, no perdió su sentido del humor y bromeó acerca de los problemas suscitados en la noche anterior. John Paul Jones insistió en tocar su guitarra de triple mango durante "Diez años", lo cual significó un buen rato de trabajo para conectar la enorme pedalera de bajo y efectos.
Las canciones que más sobresalieron fueron "Hot Dog", del nuevo álbum, y una extensa e hipnótica versión instrumental de "Kashmir".
El momento culminante del show fue cuando Page irrumpió en el escenario totalmente oscurecido con un arco de violín luminoso, que irradiaba destellos de color verde. Luego, una cortina de rayos Láser en forma de pirámide enmarcó la figura de Page. A medida que el ritmo de la música fue creciendo, la pirámide giraba a gran velocidad hasta transformarse en un cono verde brillante. Después el color y la forma fueron desapareciendo gradualmente sobre la figura de Page, que fue reemplazado por una entrega de percusión electrónica de Bonham.
Como despedida, la banda ofreció dos repeticiones que llevaron el delirio al público: "Escalera al cielo" y "Un montón de amor".
A pesar de los inconvenientes de organización y de algunos elementos desajustados en el show, Led Zeppelin demostró estar en buena forma. Estas deficiencias, perdonables para un grupo que hacia dos años que no tocaba, seguramente serán superadas a medida que se ejecute el nuevo show. Led Zeppelin siempre sobresalió por su hábil forma de manejarse y hacer todo; entonces es lógico esperar que con el tiempo Page recuerde las canciones y no necesite mirar una lista para saber qué viene después.

FESTIVAL DE KNEBWORTH
En esta época en que los empresarios luchan por conseguir enormes espacios para conciertos de un cuarto de millón de personas, cuando muchos de los grandes grupos se niegan a actuar en esas condiciones, hacer un festival se está volviendo demasiado caro y complicado. Además, las exigencias y garantías requeridas para conceder las autorizaciones son cada vez más difíciles de conseguir.
En Inglaterra, Knebworth se ha transformado en el festival de rock de mayor importancia y jerarquía. Un concierto masivo que en estas últimas ediciones arrastró multitudes de todas partes de Europa.
Knebworth 79 tuvo el interés particular que representó el triunfal regreso de Led Zeppelin a los escenarios luego de dos años de ausencia. Como siempre, Peter Grant, la gente del sello y los propios músicos, se encargaron de adobar convenientemente el halo de misterios que los rodea. Esto sobrecargó la expectativa sobre el nuevo show y el álbum que acaban de lanzar.
Por eso, a pesar de la calidad de algunos de los números soporte, la multitud fue a Knebworth por y para Led Zeppelin. El ambiente estuvo tenso durante las actuaciones preliminares, y la ovación que los recibió sobre el escenario fue escalofriante. Cuando todos se acomodaron y Jimmy Page atacó los acordes de "La canción es la misma", la gritería y la aclamación fueron ensordecedoras.
La elección del material para este show fue bastante acertada. Nada se puede objetar al material clásico y al par de nuevas canciones del álbum "Entrando por la puerta exterior".
Led Zeppelin continúa siendo el único grupo de rock metálico respetable de la escena internacional que aún no tuvo necesidad de recurrir a versiones "disco". Su presentación escénica —ahora sí ajustados algunos detalles— resultó irreprochable y fue el entorno adecuado para el talento de sus músicos.
Inteligentemente, sólo tocaron dos temas del nuevo disco: "Hot Dog", que es una historia de Country & Western muy bien llevada por los acordes de Page, y "Por la tarde", un típico caballo de batalla, con riffs pesados en guitarra y la convulsionada batería de Bonham.
Page, como era de esperar, progresó ostensiblemente en el manejo de su instrumento (si no resulta una irreverencia decir esto), y tuvo sus momentos de gloria durante esa noche.
Una de sus ejecuciones más logradas, al igual que semanas atrás en Dinamarca, fue el blues "Desde que te estoy amando". El grupo arrancó lenta, cadenciosamente. Page enseñó el camino con notas breves, cargadas de sentimiento, hasta el climax final. Pero el pasaje más sobresaliente del guitarrista fue sin duda su intervención con arco de violín, que ahora no se hace durante "Ofuscado y aturdido''.
La imagen espectral de Page dentro de una pirámide giratoria de rayos Láser, empuñando un arco luminoso rojo, causó un efecto escalofriante en la hipnotizada multitud.
También John Paul Jones hizo su aparición brillante con su solo de piano en "Sin un cobre", secundado luego por otra perfecta intervención de Page.
Por fortuna, John Paul Jones no castigó esta vez a la audiencia con su interminable solo de batería. En cambio, su interpretación ajustada y poderosa estuvo presente en todo momento. También en este aspecto Jones recortó la duración de sus solos de teclados, con lo que logró un show dinámico y parejo.
La iluminación espectacular realzó en todo momento la música interpretada. El público se sintió satisfecho por la entrega, y, cuando sonaban los acordes finales de "Escalera al cielo", todo el mundo tuvo a mano un fósforo o un encendedor. Un final impresionante para un gran concierto.

LA ENTREVISTA A JIMMY PAGE
UNA UNIDAD DE CUATRO INDIVIDUOS

En ninguna de las entrevistas que se le hicieron durante los últimos tiempos Jimmy Page aceptó hablar del nuevo álbum. Según expresó en todos los casos, prefiere dejar que se difunda y que lo escuche la mayor cantidad de público posible, porque no es un álbum de concepto propiamente dicho. Se trata, en cambio, de un nuevo enfoque que ha adoptado la banda. En realidad conviene hablar de una frescura renovada, ya que la esencia del grupo y su identidad sigue siendo la misma de siempre.
La falta de disponibilidad de Page para hablar del nuevo trabajo quizá tenga que ver con la actitud del sello grabador del grupo, que en un principio se negó a hacer escuchar el álbum a los críticos. No importa, ya que no es ése el único tema que gira en torno a Jimmy Page, una figura significativa en la historia de Lez Zeppelin.
La actuación de la banda en Inglaterra no sólo marca el regreso en vivo a ese país después de cuatro años, sino que, además, significa la reaparición de la banda después de dos años de ausencia en ei mundo del rock.
Los problemas comenzaron con la trágica desgracia familiar de Robert Plant, hace dos años, cuando tuvieron que cancelar los últimos siete conciertos de la gira norteamericana de 1977. Desde entonces se habló mucho acerca del futuro de la banda, ¿Habían llegado ya a su final? ¿Volverían a tocar como grupo? Este tipo de dudas surgía una y otra vez en el controvertido mundo del rock. Sólo en mayo del año pasado la situación pareció aclararse, cuando se anunció oficialmente que los cuatro miembros de la banda se reunirían para comenzar los ensayos.
"Ese período de ensayos —explica Page— fue básicamente una manera de re-encontrarnos, de saludarnos de nuevo en un plano musical. Hacía mucho tiempo que no tocábamos juntos, y ese encuentro era la primera vez que tocábamos en serio después de lo que nos había parecido una eternidad. En realidad fue un receso que no duró más de viente meses. Fue una manera de entrar en ablande."
Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no pasó nada durante los meses subsiguientes. La única actividad significativa fue el regreso de Robert Plant a las actuaciones en vivo. Recién a fin del año pasado Led Zeppelin empezó a grabar otra vez, en Estocolmo, con lo cual se hizo realidad, por fin, la esperanza de que la banda retomara su ruta conjunta.
"Trabajamos en Estocolmo, en el estudio de Abba. Elegimos Suecia porque quisimos intentar un nuevo enfoque en una serie de cosas. El ambiente era novedoso para nosotros. No nos movíamos del estudio, parecíamos presos. Más que un lugar de recreación, el estudio se transformó en la sede de un gran proyecto. En efecto, nosotros fuimos a trabajar allí con un proyecto in mente. No quiero decir que fuimos con una tarea pensada, pero al menos sabíamos lo que hacíamos, y nos sentíamos preparados para todo."

Atmósfera y sentimientos
La banda pasó prácticamente un mes en Estocolmo antes de Navidad, durante el transcurso del cual terminaron con casi toda la grabación. Sólo quedaban algunos efectos y mezclas para terminar más tarde. Todos se preguntan, entonces, por qué tardaron tanto en editar si álbum, por qué pospusieron tantas veces su realización definitiva.
Por todas las distintas versiones que se ofrecen, conviene resignarse a entender que la demora se debió a la preparación de la tapa, que, según se dice, incluye un complicado proceso de "pintura mágica", gracias al cual el comprador puede colorear cualquier imagen con sólo agregarle agua. Page también se niega a hablar de la demora. Será mejor que cada uno saque sus propias conclusiones.
"Surgieron problemas inesperados con la producción del vinilo —sostiene Page—. El retraso no tiene nada que ver con la tapa. Salieron muchos discos doblados. Prefiero no hablar demasiado sobre este álbum. El título se relaciona con la idea de buscar el camino más difícil para llegar a algo. Esta vez John Paul Jones usa más teclados y sintetizadores que en otras oportunidades. Tiene una de esas monstruosas máquinas electrónicas de Yamaha, que suenan como una orquesta individual. Jones trabajó muchísimo con ese aparato, lo cual le permitió ver todas las posibilidades de uso que tiene.
"Yo también, por mi parte, utilicé un sintetizador de guitarra. Pero son muy limitados; en mi opinión, los sintetizadores de guitarra están todavía en las primeras etapas de un proceso."
El último álbum de estudio de Zeppelin, "Presence", evidenció una notable falta de los pasajes
acústicos que la banda acostumbraba incluir en álbumes anteriores como "Led Zeppelin III". Prevalecía asi en todo el álbum una atmósfera eléctrica que se filtraba a través de cada uno de los temas.
En lineas generales, este álbum tiene las mismas características que su antecesor —explica Page finalmente—. Hay un solo acústico en uno de los temas, pero es lo único. Cada long play que hacemos es un resumen de lo adquirido hasta el momento. El segundo álbum, por ejemplo, fue grabado en gira. Después, habiendo tocado todas las noches durante dos años seguidos, preferimos trabajar directamente en el estudio. Fue por eso que el tercer álbum lo grabamos en una casa de campo. Plant v yo nos instalamos alli, el resultado fue una especie de suavidad presente en cada uno de los temas.
"Pienso que el sentimiento que cada uno transmite es una de las cosas más importantes cuando se trata de grabar, porque lo que se intenta es capturar cierta esencia, el sonido de las cosas, la emoción que cada cosa contiene. La clave es tratar de capturar algo. No pienso decir en ninguna entrevista cuál es la atmósfera que prevalece en "In Through The Out Door", porque tendría que entrar en detalles que no quiero mencionar."

Los problemas en Norteamérica
Es evidente que las evasivas de Page son bien directas. Elige las palabras con sumo cuidado, calcula todo lo que dice, hasta el punto de ofrecer respuestas inconclusas.
Uno de los temas que menciona sin tapujos es la pelea que ocurrió después del concierto de San Francisco, durante la gira norteamericana en 1977. Tuvieron que ver en el asunto tres empleados del promotor Bill Graham, y miembros del personal que acompañó a Led Zeppelin en la gira. La noticia de la pelea se difundió no sólo por todo Estados Unidos sino también por Europa, y algunos diarios sensacionalistas no dudaron en labrar toda una historia que espantó a los lectores crédulos.
"Realmente me sorpendió mucho lo que se dijo. Yo no estaba cuando se armó el lío, pero sé que no fue tanto como se publicó. Según dicen, Graham aseguró que Led Zeppelin no volverá a tocar en los Estados Unidos. No sé nada en concreto —afirma Page—, pero sí sé que permite que sus hombres ataquen a otros con puño de hierro. Siempre fue así. Hay tantas versiones que no sé qué pensar. De lo que estoy seguro es que todo esto es muy feo."
Al día siguiente, Led Zeppelin tenía que tocar su segundo concierto en San Francisco, pero llegaron una hora y media más tarde porque se negaban a dejar el hotel hasta tanto Graham no firmara un documento en el que prometía no demandarles más de dos mil dólares por los daños físicos que su gente sufrió en manos de la de Zeppelin.
Page: "¿Hay alguien que pueda creer semejante historia? ¿Creen que si hubiera estado realmente ofendido habría firmado eso? Evidentemente no le afectó tanto el hecho de que siguiéramos en Estados Unidos, porque tocamos el segundo concierto sin problemas. Lo que pasa es que había dinero de por medio. El dijo que permitió que tocáramos porque no se le podía fallar a cincuenta mil personas."
Más tarde se dijo que los empleados de Bill Graham habían iniciado un juicio por dos millones de dólares en contra del baterista John Bonham, el manager de giras Richard Cole, el encargado de seguridad John Bindon y Grant. Según parece, el grupo deberá hacer una nueva visita a Estados Unidos para contestar la demanda.
"Lo del juicio también es mentira —dice Page—. En Estados Unidos siempre tienen por costumbre agregar unos ceritos cuando se trata de asuntos legales. Todos sospechan por el hecho de que no volvimos más a Estados Unidos, pero no hay nada que nos detenga. Si quisiéramos, tocaríamos en California, en San Francisco. Lo que ocurre es que ni locos tocaríamos para Bill Graham, pero por una cuestión de preferencia personal.
"Se me ocurre que se le dio demasiada trascendencia a esta cuestión con Bill Graham. Además, él aprovechó el escándalo para promocionarse para los conciertos siguientes. Sí realmente se hubiera sentido ofendido, no habría esperado a que nos fuéramos del país para hablar pestes de nosotros. ¿Por qué nos dejó, entonces, tocar el segundo concierto, si está tan decidido a no dejarnos tocar más en Estados Unidos?
"Y todavía no se quedaron tranquilos, pues se siguen inventando versiones. Dicen que John Bindon, el encargado de seguridad de la gira, fue culpado de asesinato. Y hasta ponen en duda su función en nuestras giras. En todo el tiempo que estuve con él, nunca lo vi causar problemas.
Simplemente formaba parte del plantel de seguridad. En cuanto a los problemas que tiene ahora, no quiero asegurar nada porque sencillamente no sé nada. No me quiero arriesgar a dar opiniones sobre algo que no conozco."

La pesadilla de Knebworth
La banda empezó a ensayar para el Festival de Knebworth con bastante anticipación, ya que fue una especie de desafío el hecho de tocar frente al público inglés después de cuatro años de ausencia. Si bien es cierto que ahora todo marcha sobre rieles, en algún momento los preparativos para el regreso tuvieron sus complicaciones.
"El festival de Knebworth empezaba a transformarse en una especie de pesadilla, porque no resultó tan fácil conseguir las licencias. En un comienzo nos habían dicho que otra banda iba a ser el número principal. Después se decidieron por nosotros. Luego, nadie sabía nada de todas las bandas que iban a servir de apoyo. Nuestra idea original era que incluyeran a Dire Straits, Joni Mitchell y Little Feat, y a Fairport, por supuesto.
"La elección del local también trajo sus problemas. En años anteriores probamos en locales más chicos, pero las cosas se complican un poco. Es cierto que es más cálido, pero mucha gente se queda con las ganas de ver el show, por las limitaciones de espacio. Es una cuestión de oferta y demanda.
"Como en otras oportunidades, incluimos en el festival pantallas de video, para que todo el mundo pudiera vernos bien. La presentación del escenario fue distinta de la de otros años, por supuesto. El lugar tiene la forma de un anfiteatro natural, por lo cual decidimos idear una escenografía tal que el escenario fuera el foco de atención.
"Recuerdo que cuando yo iba a ver a Crosby, Stills, Nash & Young en Wembley, oía una música que no sabía bien de dónde venía. De pronto uno se daba cuenta de que era la música que tocaba la banda. Tomando eso como antecedente, tratamos de evitar que ocurriera lo mismo en nuestros conciertos.
"Además de marcar un regreso. Knebworth casi resultó en la edición del primer simple de Led Zeppelin en Inglaterra. Todavía no pudimos concretar nada, pero nuestra idea era editar un simple conmemorativo, un tema no incluido en el álbum. Pero, entre los ensayos y los preparativos, nunca encontramos el momento de dedícarnos a ese proyecto."
Sin duda, algo que mitigó la impaciencia de los seguidores de Led Zeppelin durante la ausencia de la banda de Inglaterra, fue el primer intento cinematográfico del grupo, "La canción es la misma", que gira en torno a un concierto en Madison Square Garden en 1973. Su estreno, en noviembre de 1976, coincidió con la edición de un álbum doble de material en vivo.
"El mundo del cine es fascinante— opina Page—. Lo digo desde el punto de vista de un músico, más que como personaje de una trama. Nunca me imaginé que haya que repetir mil veces una determinada toma hasta que salga perfecta."

Renacimiento frustrado
Jimmy Page tiene treinta y cinco años y le importa muy poco todo lo que sea furor o moda, tal como lo refeleja su clásico estilo en la ropa. Del mismo modo, tampoco sigue una línea impuesta por el tiempo en la música de Led Zeppelin. Hasta el momento nunca han recurrido a la música "disco", como lo han hecho los Stones, por ejemplo.
"Eso no significa que no somos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor —destaca Page—. Pero no se me ocurre ningún caso en que la moda haya afectado algo de lo que hicimos. Nunca nos vimos ante la obligación o compromiso de editar música 'disco'. Tenemos la suerte de que siempre nos sobra material original.
Todos saben que durante los primeros meses de 1977 Led Zeppelin se sorprendió ante el surgimiento de las bandas de la "nueva ola" que coparon la escena londinense. Más de una vez se los vio a Page y a Plant en conciertos de grupos como los Damned y Generation X.
"En un momento pensé que esta cuestión de la nueva ola era algo sensacional —admite Page—. Pero hay dos corrientes: los que siguen fieles a sus ideales y son realmente auténticos, y los que no hacen más que engañar y engañarse. No es tan fácil ser un punk de verdad.
"En este momento, la tendencia es un regreso al estilo Mod, pero no sé hasta qué punto esto tiene que ver con Quadrophenia. El tiempo dirá. Veremos si es sólo el furor de un momento o si la cuestión es seria. Yo siempre pensé que a mediados de la década del setenta los músicos se iban a dedicar a hacer más composiciones sensatas, de hombres pensantes. Siempre es momento para un renacimiento del rock, pero pensé que ése era el tiempo de las grandes obras. Me sorprende que todavía no haya ocurrido nada de eso. Será cuestión de esperar la década del ochenta."

La columna vertebral
El interés que Led Zeppelin tiene en la música de otros grupos se refleja claramente en la política de su sello grabador, Swan Song, que en 1974 firmó contrato con Bad Company, luego de lo cual el grupo vendió más álbumes que nunca. Otras de las figuras que trabajan para ese sello son Pretty Things, Detective y Dave Edmund.
"Nuestra intención es que sea siempre una cosa en familia —explica Page—. Quizá sea una ambición demasiado idealista. Pretty Things y Metropolis hacían música buena, pero nunca se decidían a hacer un trabajo en concreto. No tenían continuidad. Me gustaría trabajar con más bandas, pero por ahora tratamos de organizamos con las que tenemos."
De todas maneras, el gran interrogante del momento gira en torno a Led Zeppelin propiamente dicho. ¿Qué pasara ahora, que Knebworth terminó?
Page: "Tenemos pensado hacer algo en una plaza de toros en Ibiza. ¿Por qué hay que hacer siempre lo mismo, en el mismo lugar? ¿Acaso la única alternativa posible es hacer giras monstruo por los Estados Unidos? No quiero decir con esto que no haremos giras largas, pero pienso que resulta más inteligente ofrecer conciertos sueltos aquí y allá. Por el momento, ése es nuestro razonamiento. Siempre hablando con un enfoque idealista, ¿no?
"El primer paso, entonces, será ofrecer conciertos aislados. Quizá lo mejor será organizar dos o tres recitales por vez. Las series de actuaciones demasiado prolongadas, sin pausa intermedia, se hacen muy pesadas. Lo mejor es actuar tres noches seguidas, por ejemplo, y tomarse dos de descanso o algo así. Después de una gira larga, uno ni sabe cómo se llama, y antes de reanudar cualquier actividad hay que tomarse un período de rehabilitación."
Según parece por sus declaraciones, Page se siente totalmente comprometido con su banda, a la que se dedica con alma y vida.
"No tengo planeado hacer un álbum solista, porque mi esperanza es tener un grupo como vehículo personal. Led Zeppelin es una unidad de cuatro individuos muy identificados uno con el otro."
Si bien es fácil reconocer cierta homogeneidad en la unidad que conforman los miembros de Led Zeppelin, también hay que admitir el papel destacado que desempeña Page dentro de la banda. El asegura, sin embargo, que la responsabilidad de dirigir la banda está dividida en cuatro partes iguales y no recae sobre nadie en particular.
"Más de una vez han sugerido que Robert Plant, Peter Grant y yo conformamos la columna vertebral de la banda, pero me parece mucho más sensato pensar que la columna vertebral es la sección rítmica."


LA CRITICA INGLESA DEL ÁLBUM
"TAN MORTALES COMO CUALQUIERA

La función de "Led Zeppelin 2" fue, en su momento, liberar toda la tensión que se había creado durante un período muy especial, un período muy pesado, haciendo estallar esa pesadez en medio de una serie de ruidos imponentes creados por la banda. Después de un mes de su edición, lo único que quedó del disco fueron ronquidos casi imperceptibles. Las limitaciones y compromisos contenidos en el álbum se hicieron evidentes, y, una vez cumplido su ciclo, la obra se transformó en un marco vacío que encuadraba una energía también vacía.
A diferencia de verdaderas piezas maestras del rock metálico, "Led Zeppelin 2" destruía constantemente su culminación con pasajes musicales tontos, mansos, excesivamente pomposos e indisciplinados que apuntaban hacia una especie de grandeza sinfónica pero que le erraban por mucho.
No fue para menos, entonces, la reacción de muchos seguidores de la banda, que se sintieron traicionados y dejaron, por un buen rato, de comprar material de Zeppelin.
Y ahora, entre bombos y platillos, como un mensaje digno de dioses olímpicos, se anuncia la llegada de un nuevo álbum de led Zeppelin. Y una vez más se comenta mucho más de lo que se garantiza. Demasiado escándalo, como si se tratara de un regreso triunfal, jamás visto, jamás esperado.
La presentación externa del álbum es realmente soberbia. Para llegar a la verdadera cubierta de "In Through The Out Door" hay que pasar primero por una envoltorio de papel herméticamente cerrado que lleva estampada la toma de un bar en distintos tonos de marrón y sepia. Muy bien. Al quitar la otra tapa nos encontramos con un primer plano en blanco y negro de artículos de mesa, que tiene la particularidad de colorearse. Hasta ahora no hay objeciones.
Muchos encontrarán motivo de queja (o incluso motivo de risa), en cambio, cuando escuchen el primer tema, que, como el resto del álbum, se jacta de estallar en sonidos y estruendos. ¿Dónde está toda la energía y la potencia de que hablan?
Los únicos dos temas que traen un poco de alegría son las últimas canciones del lado uno: "Fool In The Rain" y "Hot Dog". La primera de ellas comienza con un riff de Page, agradable y varias veces repetido, que de pronto, en la mitad del disco, se ve interrumpido por un piano latino de lo más eufórico; interviene Bonham y toda la banda toma impulso hacia un climax arrollador que luego vuelve a decaer gradualmente hasta perderse en los riffs del principio.
Quizá "Fool In The Rain" no tenía por objeto hacer divertir, pero sí "Hot Dog", en el que la banda elige un estilo country western. Con una voz medio tonta y chillona, Plant empieza repitiendo el título. A continuación hay una especie de historia tejana que muchos comparan con sonidos de la banda de los Muppets.
Led Zeppelin, los viajantes del mundo, aportan también en esta oportunidad una sintetizada introducción de Medio Oriente para el tema de apertura del álbum, "In The Evening", que se desliza luego hacia una canción muy poco interesante y sin inspiración alguna basada en el limitado vocabulario de Plant ("Ohh, ohhh baby, ohhh yeaaahhh"), que imita casi constantemente el estilo de Roger Chapman.
El tema siguiente, "Southbound Suárez" se acerca a un formato de rock más liviano, que pierde algo de su valor por la no demasiado feliz ejecución de John Bonham en batería.
Según dicen, el lado dos contiene el material serio. Todas las canciones comienzan con acordes de teclados, seudo-clásicos y bombásticos, seguidos de riffs demasiado cargados. Por su duración y por todas las variaciones que tiene, es muy probable que "Carouselambra" esté pensada para ser la obra maestra del álbum. Pero una vez más vuelve a fallar la buena intención de los autores, por la inclusión de imaginería histórica "romántica".
Una pieza con algo de encanto es "All My Love", basada en una clara ejecución de teclados y una agradable guitarra de Page, que, sin embargo, se echa a perder por una inoportuna sección de música de cámara en el medio.
"I'm Gonna Crawl" toma la forma de un lento Moody Blues. Quizá sean muy pocos los que se sientan satisfechos con "In Through The Out Door". Las ejecuciones no tienen mucho brillo en la mayoría de los casos. A nadie le atrae mucho el estilo macho de Plant y su pedantería al cantar. La voz de Page se escucha muchas veces reprimida y baja, y Bonham no termina de acertar con su función de baterista. John Paul jones juega un papel más destacado que en otras oportunidades, pero, aunque sus ejecuciones en bajo llegan a avivar un poco las cosas, su trabajo en teclados contribuye en gran medida a la lentitud del disco.
Led Zeppelin vuela demasiado alto en un cielo que ellos mismos crearon. Como dioses, festejaron demasiado tiempo las glorias pasadas, y se olvidaron de lograr nuevas victorias. Están demostrando, por primera vez, que son tan mortales como cualquier ser humano. Es hora de que acepten su destino como tales. Hace rato que se quedaron sin jugo.

 

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