El conjunto de música progresiva más caro del país
COMO SU NOMBRE LO INDICA: 
TOCAN CON ALMA Y VIDA
EN LOS ÚLTIMOS CARNAVALES FUERON APLAUDIDOS
AL NIVEL DE ARTISTAS INTERNACIONALES.
FUE EL CONJUNTO QUE MAS RECAUDO. HACEN MÚSICA DE LA
BUENA Y ESTÁN, EN SU GENERO, COTIZADOS COMO
LOS MAS CAROS DEL PAÍS. SE LLAMAN "ALMA Y VIDA"
FUERON MÚSICOS DE LEONARDO FAVIO
Y DESDE HACE CUATRO AÑOS PROGRESAN CONSTANTEMENTE.
EN LO HUMANO, LOS SEIS FORMAN UN GRUPO
EXCEPCIONAL VALE LA PENA RECORDAR EL ULTIMO ÉXITO;
"SALVEN A SEBASTIÁN". Y CONOCERLOS, CLARO ESTA.

 

 

 

 

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Había una vez un grupo de muchachitos que acompañaba a Leonardo Favio en sus actuaciones como cantante. Eran "la orquesta" de Favio. Hasta que un día Favio decidió dejar de cantar. Pero lo que podría haber sido una circunstancia adversa, se convirtió en el principio de un éxito. A partir de ese momento, los muchachitos decidieron independizarse y formar un conjunto de música moderna. Muchos pudieron suponer, entonces, que se trataba de un grupo más, pero se equivocaron.
Decidieron llamarse "Alma y Vida". Hoy están considerados como los mejores hacedores de música moderna del país. En los últimos carnavales, por ejemplo, fue el grupo musical más aplaudido y el más caro (800.000 pesos viejos por show).
Pero lo más insólito y al mismo tiempo lo más importante de este "boom" es que no hacen música fácil, pegadiza, comercial. Salvo excepciones como "Del gemido de un gorrión" o "Salven a Sebastián", no es música para tararear. Sin embargo gusta, entusiasma. Tal vez porque detrás de sus melodías se advierte la presencia de músicos que se toman lo suyo en serio. Uno sabe que Carlos Mellino, por ejemplo, es el cantante del conjunto y el autor, junto con su hermano Esteban, de la mayoría de los temas. Nada mejor, entonces, que comenzar preguntándole a él.
EL ESTILO DE "ALMA Y VIDA"
—¿Por qué crees que gustan? 
—Sin duda porque hay una armonía, un armado, una cosa elaborada detrás de lo que hacemos. Nosotros ponemos mucho cuidado cuando hacemos nuestros temas, los estudiamos con tiempo y no dejamos ningún detalle librado al azar. Y aunque parezca mentira eso se nota arriba del escenario o en el disco.
—¿Cuál fue la idea musical al crear "Alma y Vida"?
—Con "Alma y Vida" se dio un fenómeno muy especial. Nosotros lo hicimos con un fin estrictamente musical. Nunca pensamos que podría funcionar comercialmente. Al principio lo único que nos interesaba era hacer nuestra música, sin ningún tipo de concesiones. Poder trabajar, vivir de esto y nada más.
—¿Qué es "nuestra" música?
—Ese es el problema más serio que hemos tenido desde que nos unimos. Definir nuestro estilo musical es difícil, porque la nuestra es la confluencia de varias modalidades —jazz, balada, rock—; por momentos lo nuestro suena a música inglesa, de a ratos a música de Estados Unidos. Pero podríamos decir que "nuestra música" es el reflejo de nuestras inquietudes individuales.
—Es bastante inusual que un conjunto de música moderna utilice, como ustedes lo hacen, instrumentos de viento. Uno de ellos es "Blow, Sweet & Tears", un excelente grupo inglés, ¿lo que ustedes hacen tiene algo que ver con lo que hacen ellos?
—En un principio sí. BIow, Sweet & Tears era, en ese momento, los únicos que se asemejaban a lo que nosotros queríamos hacer. Pero ahora no. No obstante, algunas influencias siempre hay. 
A medida que se va desarrollando la charla surge la primera virtud de "Alma-y Vida" en el aspecto humano: el sentido de grupo. Musicalmente, forman una especie de comunidad perfectamente organizada, donde se reparten por partes iguales. Incluso la palabra. De pronto es Bernardo Baraj, que en el grupo toca el saxo y un instrumento extremadamente difícil como la flauta traversa, el que define si es o no progresiva la música que hacen.
—Sí, es progresiva. Pero hay que.aclarar que aquí se confunde el término como definición estilística. Progresivo no significa hacer rock furioso o blue violento. Progresivo, de pronto, es Piazzolla. Es decir que somos progresivos porque progresamos y no nos quedamos estancados. Hay algunos que "suenan" progresivos, pero como se han quedado siempre en lo mismo hoy ya son regresivos. El estilo de Jimmy Hendrix hizo furor hace ya muchos años y lo suyo perdurará como individualidad, como perduró Louis Armstrong, por ejemplo, Pero Hendrix murió y hoy hay muchos otros que son vanguardistas.
—¿Es música de protesta la de ustedes?
—No. Para nosotros no existe la música de protesta. Sino, simplemente, letras que protestan.
—¿Y las letras de ustedes no protestan?
—A veces sí. Cuando alguno de nosotros ha sentido indignación por algo, lo nuestro fue protesta. Pero protesta no es una palabra para definir nuestra línea. Nosotros, específicamente, hacemos música, y de pronto aprovechamos esa música para decir algo que no nos gusta.
¡Y vaya si "Alma y Vida" hace música! Ver un show de ellos, hoy en día, lleva, inevitablemente, a acordarse de lo que hizo Santana cuando estuvo en nuestro país el año pasado. Porque de pronto un tema dura diez minutos y durante el mismo, cada uno de sus integrantes da rienda suelta a toda su imaginación musical, inventa sobre la marcha y el resultado es que termina siendo una creación cada vez que lo hacen. Claro que, en sus comienzos, "Alma y Vida" no era así.
—¿A qué se debe ese cambio?
Vuelve a responder Carlos Mellino. Todos de acuerdo.
—Es que llegamos a un punto de nuestra carrera en que quisimos hacer borrón y cuenta nueva. Hasta ahora, nuestros shows duraban alrededor de 25 minutos. Y a veces hacíamos tres o cuatro por noche; era un locura. Se trabajaba a las corridas, y, además, en 25 minutos era imposible darle a la gente una muestra acabada de lo que es nuestra música. por eso decidimos encarar este planteo revitalizador. El tener que montar un show y hacerlo cinco o seis veces por semana produce un desgaste. Ahora nuestras actuaciones tienen 50 minutos o una hora, pero las hacemos dos veces por semana. Así podremos seleccionar los lugares, preparamos mejor, ofrecer una cosa más armada, darle al público las cosas que nos pide. También pensamos empezar a hacer recitales en teatros, porque consideramos que el teatro es el mejor lugar para hacer nuestra música; para expresarnos realmente. Nuestro ideal, en realidad, es poder llegar a vivir de los recitales de teatros.
CASA CON MÚSICA
—Lo que pasa —interviene Gustavo Moretto, que toca trompeta, trombón y flauta dulce— es que hay ciertas etapas que mueren por sí mismas. Uno llega a la insatisfacción y quiere hacer cosas nuevas. En los conjuntos llega un momento en que las cosas se desgastan. Entonces, cuando ello ocurre, hay tres caminos a seguir: continuar haciendo lo mismo de siempre a disgusto, deshacer el grupo o cambiar completamente. Nosotros nos decidimos por la tercera variante. Por eso quisimos cambiar todo: desde la sala donde ensayábamos, en la que trabajamos durante cuatro años, hasta nuestros equipos de sonido, de luces, pasando por la música, naturalmente. Eso, además, nos dio nuevas motivaciones para trabajar en función del grupo. La nueva sala de ensayos, por ejemplo, la hicimos nosotros mismos. Alquilamos una casona vieja que era un depósito, nos pusimos nuestras peores ropas y comenzamos a trabajar de albañiles para transformarla en una sala de ensayo de verdad. Allí vamos a tener todo lo ideal en la materia; paredes acusticadas para lograr las mejores condiciones de sonido, grabadores, y, al mismo tiempo, una cocina, una sala de estar. En fin, la dotamos de todas las comodidades. De ahora en más esa casa será el hogar de "Alma y Vida".
—¿Y los dejaron hacer todo eso en una casa alquilada?
—Cuando la dueña vio lo que estábamos haciendo, la sonrisa le llegó de oreja a oreja —recuerda Carlos Villalba con picardía. Toca el bajo y es el más alegre del grupo.
— Le dejamos la casa nueva. Hasta le revocamos las paredes...
—¿Y no cuesta mucho dinero encarar un cambio como el que ustedes han decidido?
—Remodelar la casa nos costó cinco millones de pesos; cambiar los equipos, otros diez millones. Pero era tanta la necesidad que teníamos de hacer algo distinto que ni el dinero ni el esfuerzo nos importaron.
—¿Tanta renovación quiere decir que también va a cambiar el estilo de "Alma y Vida"?
—Digamos que no va a cambiar, sino que sé va a enriquecer. Siempre nos sentimos muy felices de tocar y de golpe nos dimos cuenta de que nos estábamos estandarizando.
—¿Económicamente, el cambio los beneficia?
—Hasta cierto punto. Porque si bien a partir de ahora nuestro show será más caro, haremos menos presentaciones. Inclusive creemos que hasta nos vamos a perjudicar en ese aspecto.
—¿No tiene miedo de que el público no acepte ese cambio, que no entienda la nueva música.
—No —afirma Juan Barrueco, según todos un guitarrista excepcional—. Pero en última instancia nos vamos a jugar la carta igual que cuando nos separamos de Favio y empezamos por nuestra cuenta. Hasta ahora, en los pocos recitales que hemos hecho dentro de la nueva línea tuvimos un gran apoyo del público y eso nos da más fe para seguir porque estaba en el espíritu de cada uno liberarnos, explotar a fondo las posibilidades de cada uno individualmente.
QUE ES "ALMA Y VIDA"
—Mucha gente dice que ustedes son el mejor conjunto argentino de música moderna y que Carlos Mellino es el mejor cantante del país. ¿Ustedes qué dicen a eso?
—Nosotros creemos ser, simplemente, un buen conjunto —retoma la palabra Mellino—. Con muchas posibilidades. Además, acá hay muchos grupos que hacen las cosas muy bien. Nosotros hacemos lo nuestro. En última instancia esto es una cuestión de tener "ángel" o no". De subir a un escenario y que la gente acepte o no lo que uno hace.
—¿Ustedes pueden vivir de la música que hacen?
—Por suerte sí, y eso es muy lindo —aclara el baterista, Alberto Hualdi.
—¿Y qué pasará cuando "Alma y Vida'' no dé más para vivir?. ..
—Lo más probable es que sigamos haciendo música, aunque sea individualmente, porque esto es lo único que nos gusta.
—¿Podría cada uno de ustedes definir en pocas palabras qué es "Alma y Vida"?
Juan Barrueco: —Es la mejor manera y más honesta de comunicarse con la gente.
José Alberto Hualdi: —Es una realidad en la que se dice mucho y a través de la cual yo puedo descargar un montón de cosas.
Bernardo Baraj: —Fue y es una cosa de mucho valor, porque aparte de darme la posibilidad de vivir haciendo lo que a mí me gusta me abrió el panorama musical.
Carlos Villalba: —Es lo más importante que hice en mi vida. Además, es el conjunto que siempre soñé.
Gustavo Moretto: —Es el conjunto donde mucha gente depositó su esperanza de encontrar, por fin, un grupo musical que estuviera a la altura de sus expectativas. Y creo que no hemos defraudado.
Carlos Mellino: —Es un fenómeno inexplicable. Yo podría decir que "Alma y Vida" es lindo, bueno, importante, que le gusta a todo el mundo, pero muchas veces yo mismo me pregunto por qué.
—¿Y no sabes por qué?
—No.
Es curioso: no es de los conjuntos más vendedores de discos, pero es el más caro para actuaciones en vivo. Su música a veces es difícil de entender, pero llega a todo tipo de público. Dicen que es el mejor conjunto de música moderna del país y ni ellos mismos saben explicar por qué. Escuchándolos, pensamos que podría ser porque detrás de sus melodías se advertía la presencia de músicos en serio o porque en las letras de sus temas había verdadera poesía. Ahora que además los conocemos a fondo, que sabemos quiénes son, cómo piensan, podemos asegurar que "Alma y Vida" funciona como un equipo de verdad. Y, por sobre todas las cosas, arriba del escenario o abajo de él, con una gran sencillez. Pero de todo esto parece que ellos todavía no se han dado cuenta. Por suerte.
ALBERTO DEL PRIORE
Fotos: EDUARDO FRÍAS
REVISTA GENTE Y LA ACTUALIDAD
04/04/1974

QUIEN ES QUIEN
Leyendo este recuadro, usted tal vez se sorprenda. En él descubrirá que todos los integrantes de "Alma y Vida" son casados, tienen uno o varios hijos. Es una manera de desvirtuar muchas cosas que se dicen respecto de los jóvenes que hacen música moderna,
CARLOS MELLINO, 26 años, casado, un hijo. Se lama Sebastián y en él se inspiraron para hacer el último éxito, "Salven a Sebastián". Es la primera voz del grupo y toca el órgano. Canta desde los 8 años y a los 16 empezó en un conjunto que se llamaba "Los Season". Luego comenzó a acompañar a Favio cómo guitarrista.
CARLOS ALBERTO VILLALBA,
27, soltero, aunque no por mucho tiempo. Toca el bajo. Alguna vez fue vendedor en una sedería, desde hace 10 años es músico. Acompañó a varios cantantes como Yaco Monti, Hugo Marcel, Sandro y, finalmente, Favio.
BERNARDO BARAJ, 29, casado, 3 hijos. Saxo y flauta traversa. Fue repartidor y ascensorista. Mientras tanto estudiaba clarinete, hasta que lo cambió por el saxo, empezó haciendo jazz tradicional. Tal vez por eso sus solos de saxo sean tan impactantes.
BENIGNO JUAN BARRUECO,
28, casado, un hijo en camino. "Toca la guitarra mejor que Santana", dicen sus compañeros. Antes hacía tallados artísticos en vidrio. Empezó a hacer música a los 15 años, a los 17 ya era profesional. Como los otros, acompañó a varios cantantes en shows y grabaciones.
GUSTAVO MORETTO, 23, casado, un hijo. Toca la trompeta, la flauta dulce y el trombón. De estudiar en la Universidad Católica pasó directamente a hacer música. Nunca hizo otra cesa.
JOSÉ ALBERTO HUALDI, 31, soltero. Antes era laboratorista de fotografía. Toca la batería y estudia música desde los 15 años. A los 20 empezó a tocar en el conjunto "Los Guantes Negros". Como todos, también fue músico de Leonardo Favio.
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