CONJUNTO MUSICAL BEAT ALMENDRA, INTEGRADO POR LUIS ALBERTO SPINETTA, 19 AÑOS; RODOLFO GARCÍA, 23; EMILIO DEL GUERCIO, 19, Y EDELMIRO MOLINARI, 22.

CUATRO JÓVENES CON POESÍA

EN MAR DEL PLATA, EN EL CINE OCEAN REX, A LA UNA DE LA MADRUGADA, EL CONJUNTO MUSICAL BEAT ALMENDRA OFRECIÓ UN RECITAL ANTE UNA SALA COLMADA. MAS DE 700 JÓVENES PAGARON 500 PESOS CADA UNO PARA ASISTIR A UNA AUTENTICA DEMOSTRACIÓN DE TALENTO, MÚSICA Y BELLEZA.

 

 

 

 

OTRAS CRÓNICAS DE ROCK

Espíritu: se pone en movimiento
Viudas e hijas: Rock con corpiño
J.C.Baglietto: No soy un depresivo
Pajarito Zaguri: Cómo es un joven beat?
Los Gatos: El cansancio de Los Gatos
El Acusticazo: Los exploradores del sonido
Vox Dei: Y la Biblia se hizo
Manal: La otra galaxia de Manal
MIA: de gira
Claudio Gabis: Intocable
Invisible: primer reportaje
Tiritando bajo el frío de la madrugada rnarplatense, cansados después de un largo día de playa, aburridos de dar vueltas esperando que llegue la hora, humedecidos por la constante garúa, la larga cola de adolescentes casi uniformados en esa nueva forma de vestirse "como a uno se le da la gana" se aprieta junto a la puerta del cine Ocean Rex sin dar muestras de impaciencia. Dentro de dos horas —a la una de la madrugada— y previa compra de su platea —500 pesos viejos cada una— se presentará sobre el escenario el conjunto musical beat Almendra. Un grupo que los chicos nombran con profunda dulzura.
Curiosamente, los jóvenes músicos que crean en su tomo tanta expectativa y llenan como hoy salas completas, recién han grabado hace quince días su primer long-play. Una publicidad modesta anunció el recital en Mar del Plata y sus nombres apenas si han aparecido en artículos de prensa. Es que los muchachos, vestidos iguales, tienen una personalidad bien definida, saben —por lo menos en materia musical— qué es lo que quieren; por eso primero eligen ellos. ¿Después? Bueno..., que los complejos mecanismos empresarios difundan a sus ídolos todo lo que quieran. Cuando Edelmiro pasó entre ellos con su bajo en la mano y Emilio ayudando a Rodolfo a acarrear la batería, sus admiradores sólo los saludaron: "Hola che, canten bien, ¿eh?". No hubo gritos, ni estridencias. Cuando ya todos se habían instalado en sus lugares y prendido sus respectivos cigarrillos —cosa inevitable en este tipo de reuniones, inútiles todo intento de disuadirlos—, llegó Luis Alberto Spinetta con su guitarra bajo el brazo. Pasó entre las hileras de butacas para subir —casi trepando— al escenario. Como único comentario, se oyó el de un vecino de asiento gritando satisfecho: "Qué rata sos, Luis Alberto". Veinte minutos después, previos chillidos de los instrumentos, se corrió el telón y... toda la escenografía consistía en los cuatro muchachos junto a la pantalla proyectora, parados junto a sus instrumentos, el "plomo" —así llaman al encargado de reparar la parte eléctrica de los instrumentos— sentado en el suelo. Viéndolos sobre ese escenario desnudo, descarnado. A esa hora de la madrugada, en una ciudad en pleno veraneo, uno tomaba conciencia de que realmente el movimiento musical beat es todo un fenómeno. ¿Cuál de nuestros monstruos musicales podría salir a un escenario y llenar una sala en esas condiciones? Y en caso de conseguirlo, ¿cuántas veces podría repetirlo? Almendra me diría más tarde con toda naturalidad: "Hemos hecho más de seis o siete recitales este año. Ahora recién empezamos a andar mejor en clubes. Nosotros somos más para recitales. Más para escuchar que para bailar."
Luis Alberto Spinetta, 20 años, es la voz principal del grupo y el compositor de casi todos los temas. Luis Alberto inicia la primera canción. Es extraño el magnetismo que irradia este muchacho con aspecto de pájaro, un rostro filoso como el de una hoja de afeitar y los ojos oscuros y redondos como cuentas, tan separados entre sí. Sus 56 kg de peso están vestidos con menor cuidado que el que pone un jovencito para trabajar bajo un auto. Una remera celeste de mangas cortas, cuello redondo, algo deformada, blue-jeans azul y zapatillas de basquetbol del mismo color. El pelo, cayendo sobre su cara, ondulado y desprolijo. Pero. Luis Alberto está cantando y los espectadores casi niños han olvidado sus chistes y risas para dejarse llevar por el sortilegio de los temas. Una música especial, personal, define al conjunto. La letra de las canciones no tiene anécdotas, son casi surrealistas, muchas veces ilógicas pero dibujan bellísimas imágenes transportadas por la música. Después de cada tema el público aplaude calurosamente de pie. Pero ante los primeros acordes de los instrumentos vuelven a sentarse apurados, para así, acurrucados en sus butacas, dentro de esas camisas de colores y camperas con flecos, beberse toda la melodía. ¿Qué significa en sus temas? Le preguntaría más tarde en un café a Spinetta. "Son letras contradictorias que no significan nada. Yo las definiría como humorísticas, porque
tratan sobre el absurdo."
—¿En qué momentos las compone?
—No sé. Brotan espontáneas. Son formas libres, automáticas. Lo importante es que no les doy importancia. No me preocupo.
—O sea que necesita hacer las cosas sin que le importen para que sean importantes. Pero, ¿realmente cree, que son realmente importantes?
—¡Qué sé yo! Me es imposible contestar cosas concretas a hechos que para mí no son. No es posible percibir lo desconocido. No sé. No importa, ¿no?
No. No creo que demasiado. Luis Alberto tiene 19 años, Rodolfo García, baterista, 23, Emilio Del Guercio, 19 y Edelmiro Molinari 22; abandonaron la escuela de Bellas Artes, un taller de mecánica, la Facultad de veterinaria, el bachillerato, para intentar la buena música. Lo realmente importante es que lo han conseguido.
CRISTINA DE IRALA 
Fotos: Osvaldo Fernández Burgos
5 de marzo de 1970
revista Gente y la actualidad


al margen
¿AHORA? UNA OPERA
El primer long play del conjunto de música beat Almendra salió a la venta hace sólo 15 dias. En sólo 20 vendieron 10.000 placas. El dibujo de la tapa fue hecho por Luis Alberto Spinetta, quien antes de dedicarse a la música estudiara para profesorarse en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Ahora están preparando una ópera, a la que dedican la mayor parte de su tiempo.
—Recién hemos compuesto la primera parte. Pienso que dentro de un mes y pico o más la terminaremos.
—¿Cuál es el tema?
—Un tema absurdo humorístico; trata de un hombre que busca inútilmente el bien sin saber que lo lleva dentro de sí; cuando lo descubre tampoco puede hacer nada.
—¿Eso no se podría mejor llamar humor negro?
(Risas.) —Puede ser..
—¿Dónde piensan estrenarla?
—No lo sabemos todavía, pero en un lugar así como el cine Opera o el Coliseo.

 

Vamos al revistero