¡Rock, rock, rock!


Spinetta - Nebbia - Bisso

El rock es la flauta de Hamelín. Pero vale la pena señalar una diferencia: nosotros, que antes fuimos ratones, somos ahora los leones del mundo. PRESLEY
¡ROCK, ROCK, ROCK!!!
UN REPASO DEL ORIGEN Y DESARROLLO DEL ROCK AND ROLL ES, TAMBIÉN, LA JUSTIFICACIÓN PARA PLANTEARSE UNA PREGUNTA TODAVÍA SIN RESPUESTA: ¿EXISTE UN ROCK ARGENTINO? SEIS PROTAGONISTAS -TRES DISC-JOCKEYS, UN PRODUCTOR Y DOS INTÉRPRETES- INTENTAN, POR DISTINTAS VÍAS, BRINDAR UNA CONCLUSIÓN. MIENTRAS TANTO, LA MÚSICA SIGUE.

 

 

 

 

OTRAS CRÓNICAS DE ROCK

Sui Generis: El portentoso adiós
Espíritu: se pone en movimiento
Viudas e hijas: Rock con corpiño
J.C.Baglietto: No soy un depresivo
Pajarito Zaguri: Cómo es un joven beat?
Los Gatos: El cansancio de Los Gatos
El Acusticazo: Los exploradores del sonido
Vox Dei: Y la Biblia se hizo
Manal: La otra galaxia de Manal
MIA: de gira
Claudio Gabis: Intocable
Es prácticamente imposible definir al rock. Porque no es —necesariamente— una música. Ni un, ritmo. Ni un estilo. El rock, más allá de estos límites, es una compleja forma de expresión, es el aullido de una generación de disconformes. Los intérpretes, es claro, son el rock en medida bastante notable; pero hay algo que les escapa, y ese algo es mucho: las contorsiones, los saltos, los gritos del público, el clima asombrosamente excitante que crea el rock en cuanto sitio se presenta.
Musicalmente la simpleza impera: la mayor parte de las piezas de rock tienen un compás de cuatro por cuatro y nunca sus tonos son más de tres o cuatro. Lo que prima es el ritmo: marcado, sincopado, enérgico. Tanto en su vena melódica —The Beatles— como en su vena rítmica —The Rolling Stones— el ritmo es esencial al rock.
Sus características hacen del rock una música absorbente, fuerte: nadie puede dejar de participar en él. Arrastra al baile, al contorneo, al instintivo movimiento de acompañamiento. Son muchos los que creen que es una verdadera droga; otros lo definen como una música que saca la piel, que retuerce y atraviesa, que duele, que expresa lo que muchos no se atreven o no saben decir.
Nació alrededor de 1950, a grupas de Bill Halley y sus Cometas. Era, por entonces, un pergeño de cierta timidez, aunque llegó a euforizar con un par de temas: Round around the clock (Al compás del reloj) y See you later, alligator (Hasta luego, cocodrilo). Pero, tras ese nacimiento, el episodio que representó el verdadero "despegue" del rock lo protagonizó Elvis Presley, un solista que surgió en 1956 entonando Hound dog (Perro feroz) y liberó al estilo de ciertas formas de severidad que aún lo ataban: Elvis impuso un notorio desenfado, pulió el alarido, abrió todas las puertas que Halley no se había atrevido ni siquiera a tocar. El furor no tardó en expandirse: Johnny Halliday (en Francia), Peter Kraus (en Alemania), Cauby Peixoto (en Brasil), Masaaki Hirao (en Japón), Tommy Steele (en Dinamarca), facturaron —aunque notoriamente influenciados— sus propios hallazgos.
Claro que, por derecho y por méritos, Estados Unidos fue la gran sede. Little Richard, un negro petiso y desaforado que tuvo, según los iniciados, tanta importancia como Presley, dio al rock el último ingrediente que le faltaba para hacerse arrasador: llevó a su fuerza la excitante monotonía de la música negra; quebró el ritmo y lo manejó a su gusto, como sólo un hombre de color podía hacerlo. Eso fue —en principio— Jerry y, tras él, el tema más logrado de Richard: Did you hear about Jerry? (¿Escuchaste hablar de Jerry?) Claro que USA dio mucho más que Halley, Presley y Richard: en esa primera época nacieron, además, Paul Anka, los hermanos Everly, Ricky Nelson, Jimmy Claton, Frankie Avalon, Johnny Mathis, Jimmie Rodgers.
La aparición de The Beatles signa, en la historia del rock, el capítulo fundamental. Por lo pronto, la denominación "rock" comienza a alternar —y es, por último, prácticamente desplazada— con la de "música beat". En segundo lugar, Inglaterra se erige como sede mundial, desplazando a USA. La música que hacen The Beatles es menos desaforada que el rock americano y reúne más influencias: se nota claramente que hay en ella mucho de jazz, bastante de blues y hasta algunas cargas evidentes de orientalismo. The Beatles —que, además, fueron los creadores de un estilo universal de juventud— hicieron que el rock se insertara en el movimiento pop (o beat) y se transformara en su forma musical de expresión, en su patrimonio lírico.
Legiones de imitadores intentaron reeditar el infrecuente éxito de The Beatles. Hubo hasta un conjunto estadounidense de deplorable calidad que echó mano a un recurso barato: titularse The Bee-tles. En nuestro país, Los Shakers llegaron a vender 35 mil placas de su primera grabación y el Show Shindig, que trasmitía Canal 11, reunía una audiencia multitudinaria; allí prosperaron Sam the Sam, Los Detergentes, Los Animales, Caníbal y sus Cazadores de Cabezas: todos aullaban, se vestían con exotismo, dejaban crecer sus cabelleras.
Pasada la época de la imitación, el rock dio los frutos de su decantación. Bob Dylan es quien le otorga dimensión poética. También llega el rock psicodélico, "adulto": lo hacen los muchachos de Jefferson Airplain, una de las primeras orquestas estadounidenses; en Inglaterra, el grupo Pink Floyd y la gente de Soft Machine cultiva las mismas maneras. Más agresivos, surgen The Rolling Stones como otra manera síntesis de hacer rock. Ahora sí quedan claros los temas: el amor, la agresión, la introspección, la paz, la oprimente cotidianeidad.
En nuestro país también existe toda una historia del rock. ENCICLOPEDIA DEL HOMBRE DE LA CALLE eligió seis protagonistas — principales— para conversar sobre el tema, y en base a sus respuestas preparó la síntesis que figura a continuación.

EL ROCK EN LA ARGENTINA
ADOLFO SALINAS, disc-jockey
—¿Qué es el rock?
—Una música bailable, antiquísima. Todos creen que se descubrió hace unos años, pero hace cientos que se bailaba: los negros de! Mississipi la llamaban Bayou Rock. Por supuesto, como toda música folklórica, tuvo alguien que la adaptó, la organizó, la movió, la promovió. En la primera época fueron Bill Halley y Elvis Presley. Después aquello se superó. Hace unos meses el rock volvió con toda la furia. Me parece que, ahora, esa furia ya pasó: para mí ya han desaparecido completamente, en nuestro país, todos los conjuntos de rock. Ahora aparece un tema —no importa quién lo haya grabado—, le gusta o no a la gente y camina o no camina. Son temas frescos, fáciles; baratos podría decirse. No sé por qué lado podría volver a surgir. Hay gente como Litto Nebbia que están intentado, en este momento, hacer una mezcla de rock-jazz que tiene bastante éxito. En USA hay dos conjuntos de rock-jazz: uno es el Chicago, el otro es Chase, Chase anda bárbaro, está integrado por cuatro trompetas sensacionales. Vamos a ver aquí cómo anda la Nebbia's Band.
—¿Qué antecedentes reconoce el rock que se hace en la Argentina?
—Acá, realmente, no se hace rock. El año pasado aparecieron tres o cuatro conjuntos que lo hacían, pero nunca dedicados específicamente. Lo que más se acerca es lo que hace Nebbia; pero acabo de enterarme que termina en el folklore. No se adonde quieren llegar.
—¿Y los conjuntos que tocaban en La Cueva?
—No eran grupos. Toda la gente de La Cueva eran Litto Nebbia, Carlitos Bisso y otros más que después, juntos, formaron un conjuntito. Ellos dicen que hacían rock; pero un rock elemental. Como si un chico de quinto grado dice que sabe manejar la tabla de logaritmos. Acá jamás hubo un verdadero conjunto de rock. Imitadores y tipos que se creían que hacían rock, eso sí. El año pasado, cuando la onda recomenzó, hubo algunos que hicieron rock bueno: Los Gatos y Manal.
—¿Usted diría que grupos como Manal y Almendra no sabían música?
—Si, lo diría. Música no saben. Pero son gente inteligente, de talento.

JORGE ÁLVAREZ, productor
—¿Puede hablarnos del rock argentino?
—Yo marcaría, primero, una diferencia fundamental: los que hacen rock comercial y los que buscan un rock auténtico. El movimiento rockístico argentino tiene tres etapas: 1º) Los Shakers, Los Guantes Negros y Los Gatos. Esto es, la época de La Cueva de Billy Bond; 2?) Con Manal y Almendra, que cuando se disuelven dejan valores como Alberto Spinetta —autor de "Muchacha"—, Javier Martínez —ex baterista de Manal y único autor argentino de rock— y Litto Nebbia. Pero aún cuando tuvieron éxito no llegaron a repetir el furor que causó "La Balsa", compuesta por Tanguito y Litto Nebbia en un baño de La Cueva: vendió 170 mil discos; 3º) En este momento, después de romperse los conjuntos por la comercialización y la falta de claridad ideológica, quedan: Pappo, Billy Bond y Vox-Dei.
—¿Cómo definiría el rock?
—Es una expresión de rechazo al sistema. Es un fenómeno psicológicamente colectivo, lo que lo diferencia de otros ritmos y estilos musicales.

BILLY BOND, intérprete
—¿En qué sitios comenzó a interpretarse el rock en la Argentina?
—Por primera vez en El Galeón, un sótano que estaba en Tucumán y el bajo. Cuando lo cerraron, junto con un pibe que se llamaba Carlitos y le decíamos Carnaza —ahora es contrabajista de Alma y vida— abrimos La Cueva, en Pueyrredón y Juncal. La Cueva duró nada más que un año y medio: por allí desfilaron todo los músicos argentinos, desde Javier Martínez hasta Litto Nebbia, desde Alejandro Medina hasta Ciro.
—¿Por qué cerraron La Cueva?
—Hubo problemas con los miembros de Tacuara, porque ellos pensaron que éramos comunistas. Nosotros con la política no tenemos nada que ver, ni queremos tener nada que ver. Lo cierto es que los tacuaristas nos metieron una bomba y se acabó La Cueva.
—¿Usted qué hizo cuando se cerró La Cueva?
—Grabé cuatro temas de protesta en los años 66 y 67. Pensábamos—con Los Beatniks, Moris, Pajarito Zaguri, que también grababan temas de protesta— salir unidos y organizar un movimiento. La idea no prosperó.
—¿Abandonaron el rock por la protesta?
—No. El rock siempre estuvo y estará en nosotros.

CHARLIE LEROY, autor e intérprete
—¿Cómo empezó a hacer rock?
—Yo antes hacía folklore con tres amigos. Un día fui a comprar un disco de Trini López y él vendedor me preguntó: ¿No querés un simple que salió de estos tipos? Yo vi, en el sobre, a cuatro locos saltando una pared. Lo escuché y me gustó tanto que me llevé a casa el longplay donde estaban con jopo, peinados para atrás. Así empezamos hacer ese tipo de música. Los cuatro locos, como se imaginarán, eran Los Beatles. Trini López quedó abandonado; yo pasé, del folklore sureño —tres guitarras y bombo— a los Vip's —dos guitarras, bajo y batería.
—¿Qué pasó con Los Vip's?
—Éramos muy chicos. Recién teníamos quince años, alguno había cumplido dieciséis. Tocábamos en Whisky a Gogó y nos llevábamos 14 mil pesos por semana cada uno; una verdadera fortuna. Un día un tipo nos preguntó si queríamos grabar. Dijimos que sí, que macanudo. Primero fue "Down-town". Después "Escándalo y vergüenza en la familia", "Muchachita" y "Michelle", éste último el principal. De "Michelle" se vendieron 128 mil discos, una cosa increíble para esa época. Los de la grabadora —el sello Alaniqui, que quebró— nunca habían vendido más de 30 mil y se agarraban la cabeza. Las pegábamos todas. Hasta que un día nos miramos y nos dijimos: "Bueno, se acabó. No tengo más ganas de verte". Y Los Vip's se disolvieron.

RICARDO KLEINMAN disc-jockey
—¿Qué pasa en este momento con el rock?
—Para mí rock es todo lo que sea moderno, todo lo que es de golpe. Yo no lo defino como un ritmo. Yo creo que la música joven va a andar siempre, de una u otra forma. Cambian determinadas estructuras, pero la base, la idea primordial de hacer algo diferente, eso siempre queda en pie. La música progresiva ha caído en los últimos tiempos, en todo el mundo, y se va hacia la música bailable. El verdadero rock, el de nivel, no es éxito en este momento.

ALBERTO MATA disc-jockey
—¿Qué opina del rock en la Argentina?
—No estoy convencido de que esta entrevista sea una cosa en serio. No entiendo cómo se puede hablar de rock en la Argentina si aquí jamás se hizo rock. El rock es esencialmente música de negros: y en la Argentina no hay negros, no hay rock y no hay historia de rock.
— ¿Qué sucede cuando el rock es hecho por blancos?
—Una de sus formas es el folk-rock, del sur de USA. Elvis Presley hace rock, pero con mucho de balada. La diferencia entre el rock negro y el rock blanco estriba en el ritmo, que es un atributo natural de la gente de color. Cuando el rock es tomado por los blancos se vuelve más elemental. El rock, insisto, es negro, y tan o más viejo que el jazz.
—¿Qué es lo que hacen los conjuntos argentinos?
—Intentan hacer rock y les sale como la mismísima mona. No pueden hacerlo, no tienen ritmo. Deberían hacer música argentina en vez de imitar.
Revista Gente
30/09/1971
Vamos al revistero

-Luis A. Spinetta
-Pajarito Zaguri
-Billy Bond
-Charlie Leroy
-Almendra
-Los Gatos
-Carlos Mellino