Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Los grandes reportajes
Charly García
Revista Pelo
marzo de 1982
-Los recitales de Obras fueron una especie de revancha por lo de La Falda...
-Sí, fue alucinante. En la primera función fue increíble, aunque tocamos mejor en la del domingo. Nos sorprendió mucho la gente. Estaban "al mango" desde el principio. Nosotros nos habíamos propuesto tocar muy bien porque como estábamos grabando en vivo queríamos que todo sonara impresionante, aunque la euforia de la gente nos enloqueció a todos, técnicos incluidos.
-¿Y qué pasó en La Falda?
-Pasó lo que tenía que pasar. Nosotros fuimos de "calentones" que somos. El año anterior no tocamos y fue una buena movida no ir. Cuando tocamos en el Atenas de Córdoba salió todo bien y nadie tiró nada, pero La Falda es muy especial. Parece que ese lugar tiene esa vibración, que los tipos no entienden que el tiempo pasa o que quieren revivir algo...
-Lo difícil es saber qué...
-Es una mano "paz y amor", pero muy baja. Yo creo que Seru Giran tiene más que ver con Virus que con esa gente, por lo menos a nivel "civilizados". Pienso que somos un grupo común, que no hacemos nada raro. Para mí, el tipo que tira una cosa al escenario está descalificado como ser pensante. No me interesa esa gente, por más que al año siguiente me aclamen. El primer día del festival me aclamaban y pedían que subiera a tocar con León y Raúl, y a los dos días me recibieron tirándome con cosas. Nosotros decidimos no ir a tocar más allí porque es una pérdida de tiempo. Pienso que es una cosa del lugar. "Ellos quieren ver un héroe con su túnica, con el pelo súper largo y hablando de la paz y el amor. Parecería que ese es el nivel que curten y que no les da la cabeza para ver una cosa sutil.
-Se puede dar el mismo mensaje pero dicho de otra manera, en forma más inteligente...
-Claro, no tenés siempre que decir ."paz y amor" para decir paz y amor. Además, no hay por qué decir siempre paz y amor. Eso es una cosa que me raya. El rock es un canal de expresión libre. Para mí, Virus es tan válido como nosotros o como cualquiera? Esa negación a una cosa nueva es como una falta de humor, una mala onda. Los Abuelos de la Nada tocan bien, pero en La Falda les tiraron de todo porque Miguel se movía. Y eso es show, que no viene mal de vez en cuando...
-¿Qué va a pasar con Seru Giran?
-Mirá, no sé bien qué va a pasar. Pedro se va definitivamente. Eso ya lo sabíamos desde hace tres meses, y desde entonces venimos pensando qué es lo que vamos a hacer.
-¿Cómo te sentiste cuando Pedro te dijo que se iba?
-Bien por un lado y mal por el otro. Me sentí mal porque habíamos logrado un grupo que sonaba muy bien, simplemente por el tiempo que hacía que estábamos tocando juntos. Habíamos conseguido una personalidad, un humor, mucha comunicación con la gente, un buen equipo de trabajo alrededor nuestro, y teníamos una actitud profesional sobre la cosa. Además, se nos estaban abriendo las puertas de Europa y ahora no las vamos a poder aprovechar. Por otro lado, Pedro es un músico que está muy por sobre el nivel de lo que es la Argentina ahora, y era lindo tocar con un tipo así. Pero también me sentí bien porque era algo que se tenía que dar en algún momento. Pedro tiene otras perspectivas de vida y otros gustos musicales. Él se va a estudiar jazz a los Estados Unidos, en una superescuela, y pienso que le va a ir bien. Él quiere realizarse como persona y me parece bárbaro. Y es mejor eso a que se quede en el grupo, se resienta su personalidad y se resienta el grupo. Es lamentable, porque habíamos logrado un buen nivel, pero pienso que es bueno también, porque le va a servir para crecer como persona y como músico.
-¿Y cuál es la idea de ahora en más para el grupo?
-Mirá, hay un montón de temas. Yo todo este tiempo estuve componiendo en casa con un grabador de cuatro canales, y tengo unos diez, quince temas que considero buenos. O sea que nos agarra esto en un buen momento, porque David también compuso sus cosas y hay mucho material.
-¿Harían discos solistas?
-La idea es grabar un disco David, Moro y yo, como Seru Giran. A lo mejor ponemos algún invitado. Vamos a hacer un disco y después vamos a buscar los músicos necesarios para tocar eso. La idea es hacer un disco que nos guste a los tres y para las actuaciones poner un bajista, un tecladista o un trompetista, según lo que necesitemos. Sería algo así como lo que hace Genesis.
-O sea que el grupo va a estar parado por un tiempo...
Sí, tenemos que hacer toda la "cocina" de nuevo. Seru va para un tipo de música muy diferente, que a la vez no es tan diferente. "No llores por mí, Argentina" es una canción que tocada de otra forma seria una canción típica de Seru, pero está encarada de otra forma. Creo que con la partida de Pedro, David y yo vamos a tener más espacio para meter un montón de cosas. Pienso que Seru va a ser más directo, simplemente porque David y yo somos más directos en la forma de hacer música. Eso nos sale naturalmente, queremos divertirnos con la música.
-La forma de presentación va a ser menos intelectual...
-Sí, pero a la vez puede ser igual de intelectual porque con cosas más sencillas se puede decir lo mismo o más. Yo estoy muy interesado en plantear muchas cosas de otra forma pero con la misma intensidad. No quiero hacer una música que no diga nada, al contrario, quiero hacer una música con más melodía, con letras más pesadas.
-¿Y, desde esa óptica, cómo ves el resto del panorama argentino?
-Yo creo que hay un bajón. Me parece que a los músicos argentinos les está faltando inspiración. Tienen que sacarse un montón de cosas de encima. Este es un lugar en el cual cuando vos Ilegás a algo, tendés a estancarte. No es un lugar que te haga progresar. Yo pienso que los músicos están y son muy buenos. Falta inspiración. Lo que hace falta es un poco de vida. Si vos te quedás en tu casa mirando, televisión; mucho no vas a sacar. Pienso que Buenos Aires es una ciudad viva, una ciudad donde pasan cosas, donde vos salís a la calle y sentís determinado tipo de sensaciones. No es una ciudad que vos salís y es un pelmazo, está todo mal. Está todo mal, pero te exige un nivel de supervivencia. Yo pienso que los músicos tenemos que poner eso bien adelante y hacerlo pesar por sobre la realidad como para presionar. Eso es lo que yo hago. Mi única defensa contra el "monstruo" es poner eso adelante. Aunque uno esté del lado de los perdedores, es bueno ser ganador. Lo que pasa acá es que hay músicos con mucho talento pero que tienen miedo. No se animan a mover la realidad, a desajustarla e intentar cambiarla.
-¿No será que cuesta tanto llegar, que cuando se llega uno inconscientemente se aferra a eso?
-Ah, sí, es un mundo. Por otra parte me parece bien que un artista viva su mundo porque no es cuestión de sacar tu alma todos los días a la calle para que te la pateen y te la escupan, porque eso pasa. Te digo que no es fácil hacer cosas nuevas, olvidarse de lo que te da de comer. Lo que hacen todos es juntar un poco de guita y si te he visto no me acuerdo. El sueño de todo argentino es tener su piso en Libertador, su quinta en Martínez, cerrar las puertas y olvidarse del mundo. Yo pienso que al haber pocos lugares de reunión artísticos, hay pocas bocas de información, y pocas bocas de inspiración. Pero confío que eso puede revertirse. Ahora llegó una ola de abrir la boca, de decir cosas, y eso va a pinchar a la gente a hacer cosas mejores.
-De todas maneras, en ese aspecto el rock salvó a un montón de gente de esos espectros contaminantes.
-Sí, es cierto. Los otros días pensaba en lo de Mercedes Sosa. Eso fue algo increíble, pero porque estaba Mercedes que tiene un alma y una polenta increíbles, que puede juntarme a mí con Raúl Barboza. Falta gente como Mercedes, que no le importa nada. Ella va a cantar y canta porque sabe que es importante y tiene talento.
-Tenés pensado hacer cosas con músicos de otras corrientes?
-Me encantaría. Yo pienso que mi mayor virtud en la música es saber ordenar las cosas. Saber armar algo con piezas que por ahí no tienen nada que ver y sacar algo bueno. Pienso que puedo tocar con cualquiera. Me encantaría hacer un disco con Mercedes Sosa y yo arreglarle las músicas. Pienso que nuestras visiones son compatibles. Hay gente como Mercedes que trascienden los estilos. Ella es una folklorista nata, pero puede cantar "Peperina" y te da vuelta la cabeza porque comprende, asimila y escucha otras cosas.
-Esa es una apertura que acá pocos practican...
-Yo siempre digo que acá hay que juntarse más. No hay que tener miedo al fracaso. Aquí la gente tiene mucho miedo a fracasar. Pasa que a lo mejor te apoyan un día y al otro te odian. A mí me pasó: yo me fui a Brasil y cuando volví todos me odiaban y yo no entendía por qué...
-Pero cuando el público se entrega, se entrega con todo...
-Ah, sí, eso es bárbaro. El público argentino es fenómeno, aunque hay que luchar contra muchas paranoias, muchos prejuicios. Un ejemplo es lo de La Falda: vos vas con buena onda y te encontrás con que esa gente es peor que un oficinista.
-Es cómo que están contra sus propios símbolos.
-Sí. Es como "yo soy de River, yo soy de Boca" y chau, mi mundo termina acá. Mi mundo no es el rock'n'roll. O sea, es, pero de repente admiro mucho más a Fellini o a Woody Allen que a muchos músicos de rock. El rock tiene su onda, pero...
-¿A veces no sentís que estás metido en un "mundito"?
-Sí, y es horrible. Y eso hace que los músicos se pongan muy para adentro. Estamos viviendo en un mundito, marginaditos. Yo pienso que hay mucha gente que tendría que estar ligada al rock y sin embargo no está. Acá todos vivimos en munditos: los rockeritos, los intelectualitos. Tenemos que abrirnos un poco más...
-En Obras, cuando tocaste el tema de la nueva ola, dijiste "Viva Virus". Mucha gente puede tomar eso como una ironía aunque sea una especie de halago.
-Lo que pasa es que la semana anterior había ido al recital donde estaban Virus, los Dulces y Raúl, y me puso de muy mal humor como la gente se portó con Virus, Me pareció deprimente. Lo que tiene de valor Virus es que es diferente. Tienen la "osadía" de burlarse de todo, hasta de ellos mismos.
-¿Sentís miedo de cómo pueda tomar el público esta etapa de Seru?
-No. Lo que mueve a la gente a ir a un recital es la onda del grupo, las canciones. Y eso va a seguir estando. Yo pensaba hacer un disco solista, pero la partida de Pedro cambió todo porque la idea era parar, editar cuatro álbumes solistas y después juntarnos de nuevo. Ahora tengo que cambiar todo porque debo ver si a Moro y David le interesan mis canciones. Yo pienso que Seru va a seguir si seguimos copados en común con una misma idea. A nivel humano está todo bien, con David y Moro somos uno. Y ese trío fue siempre el que llevó adelante la cosa. Por ahí ahora cada uno de nosotros tiene que sacrificar sus mambos personales, como el mío era hacer el disco y tocar todos los instrumentos. Igualmente, esto es muy lindo. Y yo no quiero cortar más nada.
-Esto no te recuerda un poco al tema "Cuando ya me empiece a quedar solo"...
-Mirá, yo siempre me las arreglé solo. Yo no soy como cuando estoy en el escenario, esa es sólo una parte de mi vida. Yo soy como un escritor. Soy ideas. Soy un tipo que labura solo. Con esto no te quiero decir que no necesito de nadie, pero sé que tengo las fuerzas suficientes como para hacer cosas solo. Además, me encanta estar solo. Ojo, que también me gusta estar con amigos, con mi mujer, mi hijo, pero tengo un mundo propio con mis grabadores y mis instrumentos. Por ahí me paso desde las cuatro de la tarde hasta las seis de la mañana encerrado tocando. Creo que a muchos le debe pasar lo mismo. Yo no me imagino a Woody Allen escribiendo sus libros en un café con sus amigos.
-En varias de tus canciones hablas de Dios, ¿tenés preocupaciones religiosas?
-Me preocupa mucho el hecho de morirme y no ira ningún lado. No sé sí creo en Dios, pero creo que la inspiración me llega por algo. Y eso me hace pensar que es algo superior a mí que me atrapa en ese instante. No soy místico ni tampoco me pongo a orar, pero sé apreciar lo sobrenatural y la chispa que tiene la vida.
-No sos un racionalista completo...
-No, no, no puedo. Tengo mi parte que insiste en creer. Mi profesora de piano era súper católica y me instaba a creer en el sacrificio. Hubo un tiempo en que fui totalmente racionalista. Ahora tengo largas charlas con David pese a que aparentemente somos opuestos. El a veces me descalifica por mi forma de pensar pero creo que él en parte tiene un poco de lo mío y yo un poco de lo de él. Como dice Joni Mitchell "tengo un poco de mí en cada persona".
-¿Te gasta mucho el rock'n'roll?
-Sí, pero para mí es una tabla de salvación. Si yo no estuviera en esto por ahí estaría mucho más loco. Es una forma de volcar vivencias súper íntimas ante miles de personas para tratar que todo sea mejor. En el fondo es eso. A mí me encanta. Yo a veces tengo crisis de nervios o de depresión, pero la mejor forma de salir es laburando.

 

Ir Arriba

 

Charly García
Charly García
Charly García
Charly García


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Búsqueda personalizada