-Los recitales de Obras fueron una especie de revancha por lo de
La Falda...
-Sí, fue alucinante. En la primera función fue increíble, aunque
tocamos mejor en la del domingo. Nos sorprendió mucho la gente.
Estaban "al mango" desde el principio. Nosotros nos habíamos
propuesto tocar muy bien porque como estábamos grabando en vivo
queríamos que todo sonara impresionante, aunque la euforia de la
gente nos enloqueció a todos, técnicos incluidos.
-¿Y qué pasó en La Falda?
-Pasó lo que tenía que pasar. Nosotros fuimos de "calentones"
que somos. El año anterior no tocamos y fue una buena movida no
ir. Cuando tocamos en el Atenas de Córdoba salió todo bien y
nadie tiró nada, pero La Falda es muy especial. Parece que ese
lugar tiene esa vibración, que los tipos no entienden que el
tiempo pasa o que quieren revivir algo...
-Lo difícil es saber qué...
-Es una mano "paz y amor", pero muy baja. Yo creo que Seru Giran
tiene más que ver con Virus que con esa gente, por lo menos a
nivel "civilizados". Pienso que somos un grupo común, que no
hacemos nada raro. Para mí, el tipo que tira una cosa al
escenario está descalificado como ser pensante. No me interesa
esa gente, por más que al año siguiente me aclamen. El primer
día del festival me aclamaban y pedían que subiera a tocar con
León y Raúl, y a los dos días me recibieron tirándome con cosas.
Nosotros decidimos no ir a tocar más allí porque es una pérdida
de tiempo. Pienso que es una cosa del lugar. "Ellos quieren ver
un héroe con su túnica, con el pelo súper largo y hablando de la
paz y el amor. Parecería que ese es el nivel que curten y que no
les da la cabeza para ver una cosa sutil.
-Se puede dar el mismo mensaje pero dicho de otra manera, en
forma más inteligente...
-Claro, no tenés siempre que decir ."paz y amor" para decir paz
y amor. Además, no hay por qué decir siempre paz y amor. Eso es
una cosa que me raya. El rock es un canal de expresión libre.
Para mí, Virus es tan válido como nosotros o como cualquiera?
Esa negación a una cosa nueva es como una falta de humor, una
mala onda. Los Abuelos de la Nada tocan bien, pero en La Falda
les tiraron de todo porque Miguel se movía. Y eso es show, que
no viene mal de vez en cuando...
-¿Qué va a pasar con Seru Giran?
-Mirá, no sé bien qué va a pasar. Pedro se va definitivamente.
Eso ya lo sabíamos desde hace tres meses, y desde entonces
venimos pensando qué es lo que vamos a hacer.
-¿Cómo te sentiste cuando Pedro te dijo que se iba?
-Bien por un lado y mal por el otro. Me sentí mal porque
habíamos logrado un grupo que sonaba muy bien, simplemente por
el tiempo que hacía que estábamos tocando juntos. Habíamos
conseguido una personalidad, un humor, mucha comunicación con la
gente, un buen equipo de trabajo alrededor nuestro, y teníamos
una actitud profesional sobre la cosa. Además, se nos estaban
abriendo las puertas de Europa y ahora no las vamos a poder
aprovechar. Por otro lado, Pedro es un músico que está muy por
sobre el nivel de lo que es la Argentina ahora, y era lindo
tocar con un tipo así. Pero también me sentí bien porque era
algo que se tenía que dar en algún momento. Pedro tiene otras
perspectivas de vida y otros gustos musicales. Él se va a
estudiar jazz a los Estados Unidos, en una superescuela, y
pienso que le va a ir bien. Él quiere realizarse como persona y
me parece bárbaro. Y es mejor eso a que se quede en el grupo, se
resienta su personalidad y se resienta el grupo. Es lamentable,
porque habíamos logrado un buen nivel, pero pienso que es bueno
también, porque le va a servir para crecer como persona y como
músico.
-¿Y cuál es la idea de ahora en más para el grupo?
-Mirá, hay un montón de temas. Yo todo este tiempo estuve
componiendo en casa con un grabador de cuatro canales, y tengo
unos diez, quince temas que considero buenos. O sea que nos
agarra esto en un buen momento, porque David también compuso sus
cosas y hay mucho material.
-¿Harían discos solistas?
-La idea es grabar un disco David, Moro y yo, como Seru Giran. A
lo mejor ponemos algún invitado. Vamos a hacer un disco y
después vamos a buscar los músicos necesarios para tocar eso. La
idea es hacer un disco que nos guste a los tres y para las
actuaciones poner un bajista, un tecladista o un trompetista,
según lo que necesitemos. Sería algo así como lo que hace
Genesis.
-O sea que el grupo va a estar parado por un tiempo...
Sí, tenemos que hacer toda la "cocina" de nuevo. Seru va para un
tipo de música muy diferente, que a la vez no es tan diferente.
"No llores por mí, Argentina" es una canción que tocada de otra
forma seria una canción típica de Seru, pero está encarada de
otra forma. Creo que con la partida de Pedro, David y yo vamos a
tener más espacio para meter un montón de cosas. Pienso que Seru
va a ser más directo, simplemente porque David y yo somos más
directos en la forma de hacer música. Eso nos sale naturalmente,
queremos divertirnos con la música.
-La forma de presentación va a ser menos intelectual...
-Sí, pero a la vez puede ser igual de intelectual porque con
cosas más sencillas se puede decir lo mismo o más. Yo estoy muy
interesado en plantear muchas cosas de otra forma pero con la
misma intensidad. No quiero hacer una música que no diga nada,
al contrario, quiero hacer una música con más melodía, con
letras más pesadas.
-¿Y, desde esa óptica, cómo ves el resto del panorama argentino?
-Yo creo que hay un bajón. Me parece que a los músicos
argentinos les está faltando inspiración. Tienen que sacarse un
montón de cosas de encima. Este es un lugar en el cual cuando
vos Ilegás a algo, tendés a estancarte. No es un lugar que te
haga progresar. Yo pienso que los músicos están y son muy
buenos. Falta inspiración. Lo que hace falta es un poco de vida.
Si vos te quedás en tu casa mirando, televisión; mucho no vas a
sacar. Pienso que Buenos Aires es una ciudad viva, una ciudad
donde pasan cosas, donde vos salís a la calle y sentís
determinado tipo de sensaciones. No es una ciudad que vos salís
y es un pelmazo, está todo mal. Está todo mal, pero te exige un
nivel de supervivencia. Yo pienso que los músicos tenemos que
poner eso bien adelante y hacerlo pesar por sobre la realidad
como para presionar. Eso es lo que yo hago. Mi única defensa
contra el "monstruo" es poner eso adelante. Aunque uno esté del
lado de los perdedores, es bueno ser ganador. Lo que pasa acá es
que hay músicos con mucho talento pero que tienen miedo. No se
animan a mover la realidad, a desajustarla e intentar cambiarla.
-¿No será que cuesta tanto llegar, que cuando se llega uno
inconscientemente se aferra a eso?
-Ah, sí, es un mundo. Por otra parte me parece bien que un
artista viva su mundo porque no es cuestión de sacar tu alma
todos los días a la calle para que te la pateen y te la escupan,
porque eso pasa. Te digo que no es fácil hacer cosas nuevas,
olvidarse de lo que te da de comer. Lo que hacen todos es juntar
un poco de guita y si te he visto no me acuerdo. El sueño de
todo argentino es tener su piso en Libertador, su quinta en
Martínez, cerrar las puertas y olvidarse del mundo. Yo pienso
que al haber pocos lugares de reunión artísticos, hay pocas
bocas de información, y pocas bocas de inspiración. Pero confío
que eso puede revertirse. Ahora llegó una ola de abrir la boca,
de decir cosas, y eso va a pinchar a la gente a hacer cosas
mejores.
-De todas maneras, en ese aspecto el rock salvó a un montón de
gente de esos espectros contaminantes.
-Sí, es cierto. Los otros días pensaba en lo de Mercedes Sosa.
Eso fue algo increíble, pero porque estaba Mercedes que tiene un
alma y una polenta increíbles, que puede juntarme a mí con Raúl
Barboza. Falta gente como Mercedes, que no le importa nada. Ella
va a cantar y canta porque sabe que es importante y tiene
talento.
-Tenés pensado hacer cosas con músicos de otras corrientes?
-Me encantaría. Yo pienso que mi mayor virtud en la música es
saber ordenar las cosas. Saber armar algo con piezas que por ahí
no tienen nada que ver y sacar algo bueno. Pienso que puedo
tocar con cualquiera. Me encantaría hacer un disco con Mercedes
Sosa y yo arreglarle las músicas. Pienso que nuestras visiones
son compatibles. Hay gente como Mercedes que trascienden los
estilos. Ella es una folklorista nata, pero puede cantar
"Peperina" y te da vuelta la cabeza porque comprende, asimila y
escucha otras cosas.
-Esa es una apertura que acá pocos practican...
-Yo siempre digo que acá hay que juntarse más. No hay que tener
miedo al fracaso. Aquí la gente tiene mucho miedo a fracasar.
Pasa que a lo mejor te apoyan un día y al otro te odian. A mí me
pasó: yo me fui a Brasil y cuando volví todos me odiaban y yo no
entendía por qué...
-Pero cuando el público se entrega, se entrega con todo...
-Ah, sí, eso es bárbaro. El público argentino es fenómeno,
aunque hay que luchar contra muchas paranoias, muchos
prejuicios. Un ejemplo es lo de La Falda: vos vas con buena onda
y te encontrás con que esa gente es peor que un oficinista.
-Es cómo que están contra sus propios símbolos.
-Sí. Es como "yo soy de River, yo soy de Boca" y chau, mi mundo
termina acá. Mi mundo no es el rock'n'roll. O sea, es, pero de
repente admiro mucho más a Fellini o a Woody Allen que a muchos
músicos de rock. El rock tiene su onda, pero...
-¿A veces no sentís que estás metido en un "mundito"?
-Sí, y es horrible. Y eso hace que los músicos se pongan muy
para adentro. Estamos viviendo en un mundito, marginaditos. Yo
pienso que hay mucha gente que tendría que estar ligada al rock
y sin embargo no está. Acá todos vivimos en munditos: los
rockeritos, los intelectualitos. Tenemos que abrirnos un poco
más...
-En Obras, cuando tocaste el tema de la nueva ola, dijiste "Viva
Virus". Mucha gente puede tomar eso como una ironía aunque sea
una especie de halago.
-Lo que pasa es que la semana anterior había ido al recital
donde estaban Virus, los Dulces y Raúl, y me puso de muy mal
humor como la gente se portó con Virus, Me pareció deprimente.
Lo que tiene de valor Virus es que es diferente. Tienen la
"osadía" de burlarse de todo, hasta de ellos mismos.
-¿Sentís miedo de cómo pueda tomar el público esta etapa de
Seru?
-No. Lo que mueve a la gente a ir a un recital es la onda del
grupo, las canciones. Y eso va a seguir estando. Yo pensaba
hacer un disco solista, pero la partida de Pedro cambió todo
porque la idea era parar, editar cuatro álbumes solistas y
después juntarnos de nuevo. Ahora tengo que cambiar todo porque
debo ver si a Moro y David le interesan mis canciones. Yo pienso
que Seru va a seguir si seguimos copados en común con una misma
idea. A nivel humano está todo bien, con David y Moro somos uno.
Y ese trío fue siempre el que llevó adelante la cosa. Por ahí
ahora cada uno de nosotros tiene que sacrificar sus mambos
personales, como el mío era hacer el disco y tocar todos los
instrumentos. Igualmente, esto es muy lindo. Y yo no quiero
cortar más nada.
-Esto no te recuerda un poco al tema "Cuando ya me empiece a
quedar solo"...
-Mirá, yo siempre me las arreglé solo. Yo no soy como cuando
estoy en el escenario, esa es sólo una parte de mi vida. Yo soy
como un escritor. Soy ideas. Soy un tipo que labura solo. Con
esto no te quiero decir que no necesito de nadie, pero sé que
tengo las fuerzas suficientes como para hacer cosas solo.
Además, me encanta estar solo. Ojo, que también me gusta estar
con amigos, con mi mujer, mi hijo, pero tengo un mundo propio
con mis grabadores y mis instrumentos. Por ahí me paso desde las
cuatro de la tarde hasta las seis de la mañana encerrado
tocando. Creo que a muchos le debe pasar lo mismo. Yo no me
imagino a Woody Allen escribiendo sus libros en un café con sus
amigos.
-En varias de tus canciones hablas de Dios, ¿tenés
preocupaciones religiosas?
-Me preocupa mucho el hecho de morirme y no ira ningún lado. No
sé sí creo en Dios, pero creo que la inspiración me llega por
algo. Y eso me hace pensar que es algo superior a mí que me
atrapa en ese instante. No soy místico ni tampoco me pongo a
orar, pero sé apreciar lo sobrenatural y la chispa que tiene la
vida.
-No sos un racionalista completo...
-No, no, no puedo. Tengo mi parte que insiste en creer. Mi
profesora de piano era súper católica y me instaba a creer en el
sacrificio. Hubo un tiempo en que fui totalmente racionalista.
Ahora tengo largas charlas con David pese a que aparentemente
somos opuestos. El a veces me descalifica por mi forma de pensar
pero creo que él en parte tiene un poco de lo mío y yo un poco
de lo de él. Como dice Joni Mitchell "tengo un poco de mí en
cada persona".
-¿Te gasta mucho el rock'n'roll?
-Sí, pero para mí es una tabla de salvación. Si yo no estuviera
en esto por ahí estaría mucho más loco. Es una forma de volcar
vivencias súper íntimas ante miles de personas para tratar que
todo sea mejor. En el fondo es eso. A mí me encanta. Yo a veces
tengo crisis de nervios o de depresión, pero la mejor forma de
salir es laburando.