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EL RETORNO DE JOHN LENNON
"SIEMPRE BUSQUE DEJAR LOS BEATLES"

Luego de cinco anos de retiro voluntario, John Lennon ha vuelto a la escena musical con un álbum, "Fantasía doble", y la posibilidad de actuaciones en vivo. A continuación reproducimos la única entrevista que Lennon concedió a una periodista estadounidense después de cinco años de silencio. Con respuestas precisas, Lennon habla de su retorno, de los negocios, de la educación de su hijo, de Yoko, y, por supuesto, de Los Beatles.

 

 

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Durante los nueve años transcurridos desde que los Beatles se separaron, John Lennon, su miembro más brillante y controvertido, creció en forma turbulenta. Después de una serie de álbumes post-Beatles de calidad decididamente irregular; una disputa que duró cuatro años con el Servicio de Inmigraciones de los Estados Unidos; una separación de quince meses de su mujer, Yoko Ono, y el nacimiento de su hijo Sean, Lennon desapareció de la vida pública en 1975. Hoy, al borde de cumplir 40 años, reaparece con el álbum más esperado del año: "Fantasía Doble". Son "Momentos de un matrimonio" en catorce canciones, siete de Lennon y siete de Ono. Con gran variedad de estilos desde el rockin' boggie del tema de Lennon "(Como) Empezando de nuevo", hasta la influencia litúrgica de "Terminaron los tiempos difíciles" de Ono, desde el visionario "Muchacho Hermoso" de Lennon, hasta el ácido rock-disco "Besa, besa, besa" de Ono, el álbum está hecho con muchas ganas y gustará, sin duda, a las más variadas tendencias.
Hace algunos años, la pareja cambió sus roles: Lennon se convirtió en el "ama de casa" que cuidaba al niño y hacía la comida, mientras que Ono se convirtió en la encargada de los asuntos económicos de la familia. Sus propiedades son muchas: cinco cooperativas en la legendaria casa de departamentos Dakota en Manhattan, media docena de mansiones ubicadas entre Palm Beach, Florida, un refugio de montaña en el estado de Nueva York y cuatro franjas agrícolas.
Extremadamente flaco y enfundado en un jean y una camisa de trabajo y fumando cigarrillos franceses, el ex-Beatle habló mucho de sí mismo en la primer entrevista importante que concede en cinco años, sin mostrar el menor trazo de los fantasmas interiores que alguna vez frecuentaron sus canciones:
P: ¿Por qué desapareciste en 1975? ¿Estabas cansado de hacer música o del negocio?
Lennon: Un poco de las dos osas. Estuve contratado desde los 22 años y siempre "debía". Debía escribir cien temas para el viernes y debía elegir uno para el sábado, debía hacer esto y aquello. Me hice artista porgue apreciaba la libertad, mi lugar no estaba en un aula o en una oficina. La libertad era lo único positivo de todo lo negativo que implica ser un chiflado. Pero, de pronto, me debía a una compañía grabadora, al medio, al público. ¡No era libre pava nada! Me retiré varias veces, en parte porque soy un monje, en parte, una pulga trabajadora. El miedo en el negocio de la música es que no sos nadie si no estás en Xenon con Andy Warhol. Pero descubrí que la vida no termina cuando dejas de aparecer en cartelera.
P: - ¿Por qué cinco años?
Lennon: —Si conoces la historia, sabrás que nos tomó mucho tiempo tener un hijo. Y quería pasar cinco años enteros con Sean. No vi crecer a Julián, mi primer hijo (con su ex-mujer Cynthia), y ahora es un muchacho de 17 años que me habla de motos por teléfono.
Soy un lector ávido, principalmente de historia, arqueología y antropología. En otras culturas, los chicos no abandonan la espalda de sus madres hasta los 2 años. Pienso que la mayoría de las escuelas son prisiones; la naturaleza de un chico es amplia y cercenarla y mandarlo a competir en el aula es una broma. Mandé a Sean al jardín de infantes. Cuando me di cuenta de que lo hacía para sacármelo de encima, lo dejé quedarse en casa. Si no le presto atención a los 5 años, después le voy a tener que dar dosis dobles en la adolescencia. Se lo debo.
P: -Paul Mc Cartney sostiene que te recluíste porque hiciste de todo menos ser vos mismo.
Lennon: —¿Que quiere decir eso? Paul no sabía lo que yo hacía, tenía tanta curiosidad como los demás. Hace diez años que no hablo realmente con él. Se tanto de él como él de mí, es decir, nada. Hace dos años, apareció en casa. Le dije: "¿no te importaría llamar primero? Tuve un día terrible con el bebé, estoy muerto y vos apareces con una maldita guitarra".
P: Contame un día cualquiera de la vida de John y Yoko.
Lennon: —Yoko se convirtió en el sostén de la familia, se ocupa de los banqueros y de los negocios. Y yo me convertí en el ama de casa. Diría que es como una de esas comedias en las que se cambian los roles: — "¿Qué tal te fue en la oficina hoy, querida?, ¿Querés tomar algo?, No encontré tus chinelas, y las camisas no volvieron del lavadero". A todas las amas de casa les digo que ahora entiendo porqué se quejan. Mi vida se estructuró alrededor de las comidas de Sean. ¿Estoy limitando mucho su dieta? (Los hábitos alimentarios de los Lennon son macrobióticos, y evitan los productos lácteos, el alcohol y la carne) "¿Me hablará de negocios cuando vuelva de la oficina?" Soy ama de casa rica, pero igual debo ocuparme de las cosas.
P: -Yoko, ¿por qué decidió hacerse cargo de los negocios?
Ono: Hay una canción de John en el álbum que se llama "Tiempo de Cambio" y eso fue para nosotros. Debido a nuestra .relación con Apple (la corporación de los Beatles) y con todos los abogados e intermediarios que tenían un pedazo nuestro, no éramos económicamente independientes ni siquiera sabíamos cuanto dinero teníamos. ¡Todavía no lo sabemos! Ahora estamos vendiendo nuestras acciones (25 %) de Apple para tener más energías para otras cosas. Nos aconsejaron invertir en acciones y petróleo, pero no creemos en eso. Hay que invertir en cosas que te gusten, como vacas, que son animales sagrados en India. Comprar casas fue una decisión práctica. John empezaba a sentirse bloqueado en el Dakota y nos molestaban en los hoteles. Cada casa que compramos la elegimos porque marcaba un acontecimiento importante que necesitaba ser reconstruido.
P: —John, ¿fue muy difícil no hacer nada relacionado con la música?
Lennon: —Al principio, sí. Pero musicalmente mi mente era sólo una confusión. Se notaba en "Paredes y puentes" (su álbum de 1974), que era la obra de un artesano semienfermo. No tenía inspiración y a su alrededor había un halo de sufrimiento. No podía escuchar la música por los ruidos que tenía en la cabeza. Al rechazarla, empecé a escucharla nuevamente. Como le pasó a Newton, que nunca podría haber descubierto lo que significa la caída de la manzana sino hubiera estado descansando bajo un árbol. Vivo por eso, por el placer de que cada cinco años caiga la manzana sobre mi cabeza.
P: —¿Por qué dejaste de escuchar música?
Lennon: —Escuchaba música clásica o Musak. No me interesa el trabajo de otra gente, sólo si me afecta. Tengo el honor de no haber ido nunca a Studio 54, ni a ningún otro club de rock. Es como preguntarle a Picasso que museos visitó últimamente.
P: —¿Por qué decidiste volver a grabar?
Lennon: —Porque a esta ama de casa le gustaría tener una carrera también. El 9 de octubre cumplí 40 años y Sean 5, y puedo decirle: "Papi hace otras cosas, también". No está acostumbrado, en cinco años, casi no toqué una guitarra. La última Navidad nuestros vecinos le
mostraron "Submarino Amarillo" y él vino diciendo: —"Papi, cantabas, ¿eras un Beatle?". "Bueno, sí" le contesté.
P: —¿Por qué colaboraste con Yoko en este long play?
Lennon: —Es como una obra de teatro; nosotros la escribimos y la representamos. Es John y Yoko, lo tomas o lo dejas; sino (risas) es vacas y queso, querida. Mi relación con Yoko me hace sentir completo. No puedo cantar si ella no está. Somos como consejeros espirituales. Al principio, cuando me separé de los Beatles, pensé: "bárbaro, no tengo que escuchar a Paul, Ringo ni George". Pero es aburrido cantar solo en un estudio. No necesito más todo ese espacio.
P: — Sos muy distinto del muchacho que a los 23 años escribió "Las mujeres deberían ser obscenas y no escuchadas". ¿Cómo se produjo ese cambio?
Lennon: —Yo era un macho de clase trabajadora, acostumbrado a ser servido y a Yoko eso no le interesaba. Desde el día que la conocí, me exigió la misma cantidad de tiempo, de espacio y los mismos derechos. Le dije que no esperara que cambiara, que no se entrometiera en mi espacio. Me contestó que entonces no podía estar conmigo, porque no había espacio donde yo estaba. Todo giraba alrededor mío y no podía respirar en esa atmósfera. Le agradezco su enseñanza.
P: —La gente culpó a Yoko de arrancarte de la banda y destruir a Los Beatles. ¿Cómo fue realmente?
Lennon: —Siempre busqué un una razón para separarme de Los Beatles desde que filmé "Cómo gané la guerra" (en 1966). Pero no tenía coraje. Todo comenzó cuando Los Beatles dejaron de hacer giras y yo no soportaba no aparecer en público. Pero tenía demasiado miedo como para salir del palacio. Esto fue lo que mató a Presley. Los cortesanos siempre matan al rey. Lo sobre-alimentan, sobre-miman y emborrachan para mantenerlo atado a su trono. La mayoría de la gente en esa situación nunca despierta. Yoko me mostró lo que era ser Elvis Beatle y estar rodeado de esclavos serviles, a quienes sólo les interesa mantener la situación, una especie de muerte. Y así fue como terminaron Los Beatles, no porque ella los separó sino porque me dijo: 'Estás desnudo'.
P: —¿Qué opinás de tu radicalismo político de comienzos de la década del'70?
Lennon: —Que era falso, en serio, porque su causa era mi culpabilidad. Siempre me sentí culpable de haber ganado dinero, entonces lo daba, o lo perdía. No quiero decir que era hipócrita; cuando creo, creo profundamente, pero como era un camaleón, me convertía en la persona que estaba conmigo. Entonces te detenés y pensás que hacía yo peleando al gobierno americano sólo porque Jerry Rubín no podía conseguir lo que quería: un trabajo lindo y cómodo.
P: —¿Extrañas tos viejos tiempos?
Lennon: No. Lo que hizo que Los Beatles fueran Los Beatles, también hizo que los años '60 fueran lo que fueron. Y cualquiera que piense que si John, Paul, George y Ringo se juntan, Los Beatles renacerían, está loco. Los Beatles dieron todo lo que tenían que dar, y más. Los cuatro muchachos que formaban ese conjunto ya no lo pueden volver a hacer, aún si lo quisieran. ¿Qué pasaría si Paul y yo nos juntásemos? Sería aburrido. Que George o Ringo se unieran, no es importante porque Paul y yo hacíamos la música. Hay muchos temas de Los Beatles que reharía, nunca fueron como a mí me gustaban. Pero volver a Los Beatles sería como volver a la escuela. Nunca me gustaron las reuniones. Todo terminó.
P: —De todas las nuevas canciones, sólo en "Estoy perdiéndote" aparecen los famosos fantasmas Lennon. ¿Cómo la escribiste?
Lennon: —Surgió de un agobiante sentimiento de pérdida que tengo conmigo desde siempre. Una noche, no me podía comunicar por teléfono con Yoko y me sentí totalmente desconectado. Pienso que eso fueron los últimos cinco años: rehacerme para mí mismo. La verdadera toma de conciencia cuando recordé quién era, fue en mi cuarto de Hong Kong, porque Yoko me había hecho viajar para estar solo. No había hecho nada solo desde que tenía 20 años. No sabía registrarme en un hotel, si alguien lee esto va a pensar "Estas malditas estrellas pop". No entienden el dolor que implica ser un hippie. Cuando me pongo nervioso, me doy un baño, y en Hong Kong me di cuarenta baños. Estaba contemplando la bahía cuando algo hizo sonar una campana. ¡Era el reconocimiento, Dios! Esta persona relajada soy yo de nuevo. El sabe hacer las cosas, no confía en la adulación o el éxito. Así que llamé a Yoko y le dije: "¿Sabes quién es? ¡Yo!".
Paseé solo por Hong Kong al amanecer y fue emocionante. Era redescubrir una sensación que tuve una vez de chico, caminando por las montañas de Escocia con una tía. Las matas, la niebla. Pensé, ajá, esta es la sensación que te hace escribir o pintar. ¡Y estuvo conmigo todo el tiempo! Y es por eso que estoy libre de los Beatles, porque me llevó tiempo descubrir que era John Lennon antes de Los Beatles y que lo seré después de ellos, y así sea.
revista Pelo
Noviembre 1980