Integrante de la sorprendente generación de músicos rosarinos
que trascendieron en los últimos años, Lalo De Los Santos
comienza ahora su propio camino luego de haber conformado
distintas agrupaciones junto a otros grandes de aquella ciudad.
Cantante, compositor e intérprete, De Los Santos se acerco por
primera vez a Buenos Aires cuando vino junto con Rubén Goldín
para integrarse hace diez años a la banda de Raúl Porchetto,
proyecto que no pudo concretarse por distintos compromisos en su
ciudad de origen.
Allí se sumaría a Pablo El Enterrador, donde ya estaba Goldín,
que en aquella época era uno de los números fuertes de Rosario.
La ventaja que siempre tuvo fue su ductilidad como músico, ya
que toca la guitarra y el bajo, además de componer y poseer una
voz cálida y expresiva que da mucha vida a los distintos temas
que interpreta.
Cuando hace cuatro años Pablo El Enterrador viene a Buenos
Aires, él ya decide establecerse aquí a pesar de la temporaria
disolución de la banda. Algunos de los músicos vuelven a Rosario
y él comienza a trabajar como bajista para distintos músicos,
entre ellos J.C. Muñiz y Raúl Peña.
Pero por suerte -y los resultados se pueden apreciar en su álbum
debut- no deja de componer y desarrollar un camino paralelo de
producción propia. Así es como se da la particularidad de que
Baglietto se presentaba en los recitales con la banda que se le
conoció pero en los shows lo hacía como trío, junto a Silvina
Garré y De Los Santos.
TEMAS DE ROSARIO
Más tarde, cuando Garré forma su propia banda, es él su bajista
y también participa como compositor y arreglador. Todo siempre
tuvo un sabor rosarino y uno de sus temas claves se titula
precisamente "Tema de Rosario", que ya se ha convertido en un
clásico en esa ciudad y en cierta forma, para muchos músicos, es
una suerte de himno por los valores, tan personales pero a la
vez tan emotivos, que allí se describen
sobre la ciudad.
Como casi no podía resultar de otra forma, fue un coterráneo -ya
consagrado- el encargado de darle el espaldarazo final para que
pudiera llevar a un disco su visión, tan rica en armonías, de la
música. Litto Nebbia lo conoció en ocasión de realizarse un
concierto gigante -"Rock Rosario '83"- a cargo de varios
artistas de aquella ciudad y quedó muy impresionado por sus
composiciones y el estilo de De Los Santos.
El ya venía efectuando entradas como solista en los shows de
Silvina Garré y ahora se le presentaba la oportunidad de hacer
una exposición más extensa de su propuesta.
Y el esfuerzo que faltaba no tuvo que ser mucho debido a la
calidad del material. Litto presentó algunos de sus temas ante
distintas grabadoras y en pocos días ya había propuestas
concretas por parte de tres compañías, optándose al final por
RCA.
Desde aquel encuentro entre Nebbia y De Los Santos no pasó más
de un año, y ya a fines del '83 comenzó la selección y grabación
del material. "Al final de cada día" es el nombre de su disco,
que incluye "Mi primer retrato" de Fito Páez y "Silbándole a la
luna" de Fabián Gallardo.
El resto de las composiciones son suyas o en coautoría con
Charlie Bustos, otro creador rosarino que aún no cumple los
veinte y que continúa esta saga poética y musical que no deja de
sorprender a quienes buscan un fin para todo.
Con sus veintiocho años, no podemos hablar del surgimiento de un
artista al referirnos a De Los Santos, sino simplemente
presentar a un músico sensible, expresivo, que fue puntal en
muchas bandas y ahora disfruta del halago de tener su disco
propio, ganado exclusivamente en base a su calidad, algo que
podrá comprobarse en cualquiera de sus próximas presentaciones.
Daniel Lauría