Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Presentación
Lalo De Los Santos
Revista Pelo
septiembre de 1984
Integrante de la sorprendente generación de músicos rosarinos que trascendieron en los últimos años, Lalo De Los Santos comienza ahora su propio camino luego de haber conformado distintas agrupaciones junto a otros grandes de aquella ciudad.
Cantante, compositor e intérprete, De Los Santos se acerco por primera vez a Buenos Aires cuando vino junto con Rubén Goldín para integrarse hace diez años a la banda de Raúl Porchetto, proyecto que no pudo concretarse por distintos compromisos en su ciudad de origen.
Allí se sumaría a Pablo El Enterrador, donde ya estaba Goldín, que en aquella época era uno de los números fuertes de Rosario. La ventaja que siempre tuvo fue su ductilidad como músico, ya que toca la guitarra y el bajo, además de componer y poseer una voz cálida y expresiva que da mucha vida a los distintos temas que interpreta.
Cuando hace cuatro años Pablo El Enterrador viene a Buenos Aires, él ya decide establecerse aquí a pesar de la temporaria disolución de la banda. Algunos de los músicos vuelven a Rosario y él comienza a trabajar como bajista para distintos músicos, entre ellos J.C. Muñiz y Raúl Peña.
Pero por suerte -y los resultados se pueden apreciar en su álbum debut- no deja de componer y desarrollar un camino paralelo de producción propia. Así es como se da la particularidad de que Baglietto se presentaba en los recitales con la banda que se le conoció pero en los shows lo hacía como trío, junto a Silvina Garré y De Los Santos.

TEMAS DE ROSARIO
Más tarde, cuando Garré forma su propia banda, es él su bajista y también participa como compositor y arreglador. Todo siempre tuvo un sabor rosarino y uno de sus temas claves se titula precisamente "Tema de Rosario", que ya se ha convertido en un clásico en esa ciudad y en cierta forma, para muchos músicos, es una suerte de himno por los valores, tan personales pero a la vez tan emotivos, que allí se describen
sobre la ciudad.
Como casi no podía resultar de otra forma, fue un coterráneo -ya consagrado- el encargado de darle el espaldarazo final para que pudiera llevar a un disco su visión, tan rica en armonías, de la música. Litto Nebbia lo conoció en ocasión de realizarse un concierto gigante -"Rock Rosario '83"- a cargo de varios artistas de aquella ciudad y quedó muy impresionado por sus composiciones y el estilo de De Los Santos.
El ya venía efectuando entradas como solista en los shows de Silvina Garré y ahora se le presentaba la oportunidad de hacer una exposición más extensa de su propuesta.
Y el esfuerzo que faltaba no tuvo que ser mucho debido a la calidad del material. Litto presentó algunos de sus temas ante distintas grabadoras y en pocos días ya había propuestas concretas por parte de tres compañías, optándose al final por RCA.
Desde aquel encuentro entre Nebbia y De Los Santos no pasó más de un año, y ya a fines del '83 comenzó la selección y grabación del material. "Al final de cada día" es el nombre de su disco, que incluye "Mi primer retrato" de Fito Páez y "Silbándole a la luna" de Fabián Gallardo.
El resto de las composiciones son suyas o en coautoría con Charlie Bustos, otro creador rosarino que aún no cumple los veinte y que continúa esta saga poética y musical que no deja de sorprender a quienes buscan un fin para todo.
Con sus veintiocho años, no podemos hablar del surgimiento de un artista al referirnos a De Los Santos, sino simplemente presentar a un músico sensible, expresivo, que fue puntal en muchas bandas y ahora disfruta del halago de tener su disco propio, ganado exclusivamente en base a su calidad, algo que podrá comprobarse en cualquiera de sus próximas presentaciones.
Daniel Lauría

 

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Lalo de los Santos


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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