Los tiempos han cambiado mucho y Virus también. Si algo
quedó en evidencia tras la presentación de "Agujero
interior" en el hotel Bauen, eso fue que el grupo ahora
rockea a fondo. La ambigua sensación de banda pop que quiere
tocar rockanroll ya quedó en el pasado. Ahora Virus tiene
todo el sonido, la garra y la música propia de un grupo bien
rockero. Parte de esta variante se basa en que las guitarras
de Julio Moura y Ricardo Serra son ahora mucho más
aguerridas, más "frenteras", más desafiantes. Por supuesto,
el nuevo material también tiene mucho que ver con el cambio.
Virus consiguió sacarse de encima sus propias fórmulas y
renovó su propuesta. Y si bien es probable que ya no suenen
tan supuestamente "modernos" como antes, no hay dudas de que
la música es mucho más directa y accesible que en las
primeras épocas. En las letras también se advierten
variantes. Virus tenía acostumbrado al público a una
temática divertida pero superficial, carente de mensaje
concreto. El material de "Agujero interior", por el
contrario, no sólo divierte sino que además deja algo. Y eso
es positivo. Sería necio obviar que los hermanos Peyronel
seguramente tienen bastante que ver en el cambio pero
también lo sería pensar que en Virus no hubo una evolución.
En el Bauen el grupo demostró que llegó la hora de rockear y
que tienen la música adecuada como para noquear a la
audiencia. Temas como "Hay que salir del agujero interior",
"En mi garage", "El probador" o "Carolina" son ardorosas
muestras del nuevo sonido y la nueva música de Virus.
Cualquiera de estos temas —u otros del nuevo disco-tienen
diferencias abismales con "Soy moderno, no fumo", "El rock
en mi forma de ser" o "El 146", clásicos de otras épocas.
Este Virus está en el mejor momento de su carrera y da la
sensación de que, tras mucho tiempo de bregar por imponerse,
al fin tiene en su manos la posibilidad de llegar al público
masivo. La hora de rockear ha llegado y Virus está decidido
a aprovecharla. Revista Pelo enero 1984
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