Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Revista Extra
AÑO 8 N| 96
JUNIO 1973
DIRECTOR
BERNARDO NEUSTADT

EL EJERCITO Y LOS CASCOTAZOS
Contra los pesimistas, contra los tejedores de intrigas, contra los que de "buena fe" viven aterrados por algunos desmanes de la fiesta popular del 25 de mayo, repetimos: se pagó un precio barato. Hubo gente que pensó en saqueos, incendios de domicilios, atentados, "toma" de "La Prensa" y otros agorerismos. Midan y verán que entre los temores y la realidad hay un mundo a favor de la moderación. Y moderados no significa no ser revolucionarios. Porque hay quienes creen que "la revolución" se hace únicamente con las armas. Ninguna revolución conocida se hizo con fusiles, ametralladoras y cañones. Si con ideas. Tomando las "palancas del poder". Barriendo las injusticias. Transformando la cara de un país, su educación, sus arcaicas normas. Lo que pasa es que entre Perón y la masa han surgido algunos intermediarios muy particulares. No hablan de Perón. Ni bien, ni mal. Se "ponen su camiseta" y pregonan ideologías a contramano con el justicialismo. Que, como lo probó de 1946 a 1955, es un movimiento transformador, nacional y cristiano. No precisa de lecciones importadas. Ni de intelectuales que se disfrazan. Ni precisa de autocrítica.
El miedo grande en cambio hay que anotarlo en la relación Gobierno-Ejército-Pueblo. Comprendemos que un frío haya corrido por los militares cuando algunos de sus hombres recibieron agravios y por la "manera" en que fueron liberados los prisioneros políticos. Pero no confundir. No se trata de correr al Ejército a cascotazos. Seria contrarrevolucionario. Desobedecer la voluntad masiva del pueblo e indisciplinarse a Perón. No puede quedar el Ejército colgado del aire. Si Lanusse cometió errores hasta hacer aparecer como rendición lo que era un armisticio, ya no está. No le conviene a ningún país del mundo un "ejército derrotado". Y ésta es la misión de Jorge Raúl Carcagno y de sus colaboradores. Reconstruir. El Ejército ha de ser popular y acompañar las aspiraciones de todos los argentinos en sus verdaderas esencias o no será nada. Y está claro que los militares no nacen de pueblos extraños. Ajenos a nuestras raíces. Perón, que sepamos, es además de un político y un caudillo, vitalmente, un militar. Los países más exportadores de socialismo, comunismo o marxismo no han desconvocado ejércitos. No lo ubican en la zona neutral, sino que lo alinean junto al país. Aislado, no sirve. Disolverlo sólo cabe en la mente de algún anarquista de principios de siglo que está muerto pero que no se dio cuenta.
Practicamos un periodismo de advertencia. No tenemos susto. No tenemos óptica pequeña. Ponemos la realidad bajo los potentes reflectores de la verdad. Nadie se puede llenar la boca con San Martín, o recordar a Savio y Mosconi, o adorar a Perón y al mismo tiempo apedrear a un conscripto o a un general. Porque entonces lo que quieren perforar no es a un hombre con uniforme, sino a una institución. Y eso, tardé o temprano, se paga caro.
EL DIRECTOR

SUMARIO:
EXTRA íntimo: 5 • Editorial: 15 • ¿Un buñuelo de Buñuel?: 16 • Ideología: ¿un producto difícil de publicitar? (reportaje a Ramón García Fernández y Hernán Mayer): 20 • Denunciar hasta las últimas consecuencias (habla Carlos Gallo): 22 • Periodistas en Casa de Gobierno: 25 • Argentina entre la espada y la pared (escribe Emilio Romero): 27 • Una joya del periodismo (nota de Luis Calvo): 38 • Una mujer contra la liberación femenina (por Esther Villar): 39 • La violencia: 46 • ¿Por qué? (escribe Mariano Castex): 48.
siguiente

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba