"Lo primero que recuerdo es cuánto costaba
vender un televisor. La gente se resistía al
cambio. Yo puse una casa para vender aparatos. Y
quebré. Uno de los pocos que no quebró en
aquellos primeros días fue un tal Pedro Chagüe,
que tenía una técnica especial aparentemente muy
riesgosa pero entonces la única eficaz. Chagüe
cargaba un camión con aparatos y empezaba a
dejar de a uno en casa de gente más o menos
conocida. A todos les decía lo mismo: "Téngalo
por diez o quince días; no tengo lugar". Cuando
volvía a llevarse el aparato el virus ya había
prendido, y si el dueño intentaba la devolución
su mujer, su suegra y sus hijos le rompían el
alma. Total que le preguntaba cómo podían hacer
para comprarlo." Guillermo Brizuela Méndez
Foto de Juan Mestichelli en la revista Gente y
la Actualidad, 28.10.1971