|
|
TATO BORES, SEBASTIAN (12) Y MARINA (7). El redactor los
sorprendió mientras los tres se dedicaban a tomar sol en las
cercanías del Canal 9, durante las primeras horas de la tarde.
La pregunta fue rápidamente respondida: parecía haber merecido
ya sesudas meditaciones: "Me apasionan las radios, los
televisores, armar instrumentos raros, todo lo que tenga que ver
con la electrónica —se entusiasmó Sebastián—; muchas veces me
preguntan cómo es que no me gusta trabajar en la tele o en el
cine, como papá; pero cada vez que voy a un estudio, lo único
que me pongo a mirar son los aparatitos, los controles y las
cámaras en funcionamiento".
Cuando le tocó el turno, Tato se puso algo nostálgico: "Mirá
viejo, mi sueño de siempre fue ser actor, pero de cine —sonrió—.
De pibe me volvía loco por Judy Garland y por las películas de
gangsters que hacía Humphrey Bogart. La verdad es que el
berretín de chiquitín todavía me dura: aún hoy espero llegar a
hacer en cine algunas de esas cosas que tanto me gustan". Por su
parte, Marina no parecía asignar al problema ninguna gravedad: "Mirá,
lo que pasa es que Sebastián es muy aburrido para elegir trabajo
—suspiró—; cuando sea grande, yo voy a ser modelo, y recién
cuando me aburra, me voy a poner a trabajar de doctora".
Revista Siete Días Ilustrados
27.03.1975