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crónicas del siglo pasado

REVISTERO

Comentarios sobre discos
(recopilación)

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LEÓN GIECO
El fantasma de Canterville

A pesar de todos los inconvenientes que debió soportar este álbum para su lanzamiento, editado catorce meses después de su grabación, su nivel resultó aceptable; sin embargo, presenta algunos altibajos compositivos y fallas de grabación, como las apreciables en "Todos los caballos blancos". La línea musical que Gieco encara en este trabajo no difiere excesivamente de la abordada hasta el momento de su grabación, pero en el disco aparecen ciertas peculiaridades estilísticas que favorecen su propuesta. Gieco profundizó la tendencia melódica en temas de gran belleza formal, como "En la cintura de los pájaros" o "Desde tu corazón".
Tapa: Un trabajo poco feliz, malas fotos y mala impresión; buena Información.
Síntesis: Un trabajo aceptable, en el que Intervienen Importantes músicos.

RODOLFO MEDEROS Y GENERACIÓN CERO
De todas maneras

La aparición de este último álbum (el segundo) de Rodolfo Mederos permite advertir la búsqueda musical que experimenta uno de los creadores que mayores muestras de talento ha dado en los últimos tiempos, dentro de la música progresiva nacional. Cada uno de los temas de Rodolfo Molleros proyecta la fuerza compositiva de una propuesta muy distante de la estereotipación. Los temas que conforman "De todas maneras" tienen, dentro de su complejidad compositiva, la fluidez necesaria como para obtener matices comunicativos de gran vuelo. La solidez de la banda de Mederos permite conseguir lineamientos musicales impecables, en los cuales destacan las intervenciones de Gustavo Fedel (teclados) y Tommy Gubitsch {guitarra).
Tapa: Una presentación simple y sobria; la Información es abundante.
Síntesis: Un valiosa aparte a la música contemporánea argentina.

LOS JAIVAS
Canción del sur

Este nuevo álbum de los Jaivas logra satisfacer las expectativas que había centrado su preparación y lanzamiento. A través de un desfile de siete temas, la agrupación chilena consigue efectivizar una propuesta que caracterizó definitivamente su estilo. Mediante una fusión de rock y folklore, Los Jaivas desarrollan variados climas que describen dos tipos de paisajes argentinos, del norte y del sur. La capacidad musical de cada uno de los componentes de la banda permite una estructuración musical sólida y matizada. Si bien los temas presentan un nivel parejo en todo sentido, dos de los que más destacan son: "La vida mágica ay si" y "Danza".
Tapa: Un .Interesante dibujo de Rene Olivares: tiene, además, buena información.
Síntesis: Un álbum sin desperdicios, con buenos temas y bien Interpretados.
Revista Pelo 92

LOS JAIVAS
CANCIÓN DEL SUR

Este es el tercer álbum de los Jaivas que aparece en la Argentina y el segundo grabado en nuestro país, en marzo de este año. Confieso que me gusta mucho este grupo y que los he seguido a muerte a través de todas sus presentaciones en Buenos Aires, pero también sigo sosteniendo que sus obras discográficas reflejan pobremente la vitalidad y calentura que ponen en escena, dando solo una pálida idea del entusiasmo y sentimiento de sus presentaciones en vivo.
Así y todo es gratificante sumergirse en esta danza del espíritu con alma y vida: el mensaje de Los Jaivas es demasiado hermoso como para ser pasado por alto. Canción del Sur incluye temas que ofrecieran en sus recitales de despedida y otras composiciones que continúan recorriendo el trayecto que dieron a conocer a través de todas sus actuaciones en nuestro país. Aquí no hay nada nuevo, para los especialistas en descubrimientos. Es siempre la misma onda, lo suficientemente profunda e importante como para no seguir de largo sin prestarle la debida atención.
Los mejores temas del disco: "Canción del Sur-co", "La Vida Mágica Ay Sí! (tocar, tocar y tocar)", con bellísimos arreglos de coros y Gabriel Parra destrozando la batería con su característica polenta infernal y "Dum Dum Tambora", un tema con letra popular uruguaya que canta Pajarito Canzani, con un ritmo impresionante que hace mover las paredes.
Tapa: una excelente labor gráfica de Rene Olivares que refleja a las mil maravillas la propuesta del grupo. Información completa del personal en la contratapa y -en el sobre interior- los músicos y los instrumentos que interpretan en cada uno de los temas, en forma tan detallada que si llegáramos a sentir una desafinata de cajita y pito en el efecto de tren de "En la Cumbre de un Cerro", sabemos que hay que echarle la culpa a Pajarito y a Claudio...
Resumen: La magia de Los Jaivas antes de partir a Europa. Un disco para tener y escuchar bastante a menudo, como para no olvidarse de que aún es posible -en algún recóndito lugar del universo-, ponerse a bailar en las veredas.
Gloria Guerrero
El expreso imaginario octubre 1977

AEROBLUS
ídem

Cuatro meses después de su grabación apareció el primer álbum de Aeroblus, la agrupación integrada por Alejandro Medina (bajo), Júnior Castelo (batería) y Pappo (guitarra) Aunque los miembros del trío anunciaban un sonido novedoso e inesperado, el álbum no permite apreciar una propuesta compositiva pretensiosa, excepto en dos temas, "Arboles difusores" y "Sofisticuatro". Los tres músicos realizan un buen trabajo instrumental sobre un rock puro y pesado, pero sus esfuerzos no rinden en la medida en que las composiciones no aportan elementos demasiado valiosos. La línea musical que encara Aeroblus no logra despegarse de todo lo hecho anteriormente por Pappo; de ese modo, las posibilidades de Júnior y Alejandro Medina se diluyen. Hay que destacar que el trabajo del bajista ofrece, a pesar de todo, una precisión notable, y junto al baterista efectúa un trabajo rítmico muy sólido.
Tapa: Una realización bastante pobre que apenas contiene Información.
Síntesis: Sólo dos temas reivindican el nivel de este trabajo.
revista Pelo 92

PLUS
Idem

El problema de Plus es el de muchos grupos y solistas nacionales. Músicos que poseen virtudes creativas pero que no pueden vehiculizar esa creación en un disco, por carecer de una dirección artística adecuada. En Argentina nunca hubo un verdadero productor discográfico de rock, apenas gente con buena voluntad. Eso es exactamente lo que Plus no tiene: alguien capacitado para darle un sonido acorde con su música, una mezcla inteligente que haga de la banda una unidad compacta. Escuchando este disco sorprende descubrir que ha sido grabado en uno de los estudios más completos de Sudamérica. Se evidencia una mala ubicación de los .planos sonoros, con una preeminencia de la batería realmente innecesaria. Al margen de esta circunstancia, Plus ha tenido un notorio progreso con respecto de su álbum anterior. A pesar de la reiteración de ciertos clisés de estilo en las vocalizaciones, hay canciones de buena factura: "Viejo y largo camino" y "Los que estuvieron conmigo" resultan buenos ejemplos. "Melancólica muchacha" es una pequeña suite que resume las nuevas aspiraciones del grupo. El tema atraviesa diversos estilos, por momentos llegando a crear buenos climas que no se resuelven finalmente.
Tapa: ¿En serio la hizo Gatti? El logo es lo mejorcito.
Síntesis: Plus sigue sin poder volcar el sonido y la energía que tienen en escena en el disco. Además corren el riesgo de introducirse en caminos que les son desconocidos. El rescate de buenas ideas ayuda a solventar expectativas sobre esta banda de rock'n'roll.
revista pelo 109

REDD
Tristes noticias del imperio

"Que tu corazón y tu guitarra piensen dos veces antes de callar", es la moraleja de una pequeña fábula que se incluye en este álbum v que casi explica lo que es Redd. Detrás de este disco existe una larga historia de grupos tucumanos semiolvidados, como aquella Banda de Trícupa que sorprendió en un festival B. A. Rock. Este conjunto es una especie de continuación.
Su estilo se proyecta en la música elaborada aunque no incursiona en las modalidades contemporáneas, menos tonales. La fuerza comunicativa de Redd es destilada por una combinación elástica de melodías transparentes, arreglos vocales e instrumentales bien pensados y un sentido rítmico -por momentos, difuso-. Los estilos musicales son irreconocibles y, sin embargo, Redd forma imágenes sensibles.
Hay aciertos, como el cuidadoso arreglo de los temas, y desaciertos, como las letras, aferradas a un concepto rítmico forzado. Redd no es un conjunto de virtuosos y, de todos modos, obtienen un sonido compacto, convincente. Luis Albornoz (guitarras y voz), Esteban Cerioni (bajo, mellotron y voz) y Juan Escalante (batería, percusión piano, mellotron, sintetizador y voz) lograron un ensamble libre de chaturas, aun cuando la música del grupo tenga como pivote a largos climas. Les falta explotar lo rítmico para equilibrar la profusión de melodías como lo consiguieron en el excelente "Kamala", pero este debut ya muestra lo promisorio de Redd.
Tapa: Una muy buena idea de tintes surrealistas y completa información.
Síntesis: Por tratarse del primer álbum de un grupo nuevo, Redd realizó un trabajo encomiable. Quedan muchos aspectos por depurar para que el grupo asuma una personalidad totalmente diferente. Pero el esfuerzo de crear un sello discográfico propio para evitar condicionamientos creativos tuvo un resultado que permite vislumbrar en este grupo el germen de algo perdurable.
revista Pelo 114

REDD
TRISTES NOTICIAS DEL IMPERIO

Escuchar este disco del grupo tucumano Redd fue para mi una experiencia gratificante en varios sentidos. Porque es uno de los primeros "grupos del interior" que consigue grabar un LP, porque este fue realizado a pulmón, en forma totalmente independiente, de manera similar a la empleada por MÍA, y por la música contenida en su interior. Ya desde la cuidada presentación se advierte el amor y la dedicación artesanal que han puesto en la confección de este álbum. Redd es básicamente un trío, compuesto por Juan Escalante en batería, teclados y voz, Luis Albornoz en guitarras y voz y Esteban Cerioni en bajo y voz. A ellos se suman el letrista Ricardo Gandolfo y varios colaboradores encargados del arte, sonido y la organización. El sonido de este LP me retrotrae en cierta manera a los comienzos del rock nacional, aunque no sé muy bien por qué. Quizás sea el espíritu que campea por sus surcos, una cierta ingenuidad que no sé muy bien como definir. Quizás sea el sonido, en el que se detectan ecos de, por ejemplo, los primeros LP de Almendra y Manal. Una instrumentación sencilla, prolija, sin sobregrabaciones ni arreglos excesivos, en fin, un sonido no muy frecuente en estos tiempos de creciente sofisticación. Una guitarra que mete los punteos justos, ciertos medidos fondos de sintetizador, un bajo con una marcación delicada, casi jazzistica por momentos y una gran exactitud en el desarrollo de los temas (que se nota han sido ensayados hasta el cansancio). Hay dos cosas fundamentales para destacar. Una es la voz del baterista Juan Escalante: realmente hermosa, clara y sentida, y además con una gran ventaja a su favor; canta como él mismo, sin preocuparse por imitar a nadie. Hacia mucho que no escuchaba algo tan bueno por estos lugares en lo que a cantantes se refiere. La otra es uno de los temas, sin discusión la joyita del álbum: "Matinee" un blues realmente emocionante, con una letra nostálgica y llena de melancolía (de que otra manera podía ser tratándose de un blues) pero a la vez totalmente local, con una hermosa descripción de aquellas matinées de cine de barrio en las cuales "fuimos los dueños de un sueño especial/ y por las noches antes de dormir/ había muchas cosas nuevas que sentir". Otros temas que me gustaron fueron "Kamala II", con un bello clima llevado por la guitarra acústica, y "Nocturno de Enero", con buenos arreglos vocales. El más flojo me pareció precisamente el que da titulo al álbum, cuyo desarrollo resulta un tanto extenso.
La grabación, dentro de su precariedad, es de una nitidez bastante sorprendente, se escucha cada cosa bien separada y con claridad (en lo que supongo tiene buena parte de responsabilidad el. técnico Jorge Da Silva). La tapa, aunque bien realizada, no me gustó por la onda fúnebre que tiene. Viene con una hoja que incluye las letras y detallada información. En resumen: buen trabajo de un grupo en desarrollo, bien encaminado en la búsqueda de una identidad más definida. La profundización en la línea de temas como "Matinee" puede hacer que Redd se convierta en una de las esperanzas más firmes del rock que se viene.
Claudio Kleiman
revista el expreso imaginario mayo 1979

LEÓN GIECO
IV

Los siete años de desafío que lleva León Gieco sobre si no son simple y teóricamente poca cosa. Más de una vez fue vilipendiado por el hecho de haberse atrevido a abrirse paso en los escenarios del rock sólo con una guitarra acústica y unas letras que hacen a un lado la poesía, en parte, y se centran en el contenido.
En general, las canciones de Gieco no se han modificado en sustancia sino que, mas bien, su visión se amplió. Pasó por el folk en sus inicios; luego se volcó, lentamente, hacia los ritmos folklóricos latinoamericanos -en principio, los del altiplano cuando incorporó el charango a su instrumental- y ahora investiga en el chamamé como una de las variantes argentinas. A ese marco, las letras aportan una de las claves más poderosas para el fenómeno que desencadena cualquier actuación de Gieco.
Dentro de toda la discografía de Gieco (cuatro álbumes más el de Porsuigieco), éste último contiene el más depurado trabajo de matices vocales e instrumentales, sin por eso haber hecho una concesión mecánica al mentado profesionalismo que suele arruinar la franqueza del sentimiento. Este no es un error que haya cometido Gieco en este disco: más bien. la incorporación del bandoneonista Dino Saluzzi le acercó una cuota de fresca convicción; o la inclusión de tres temas registrados en vivo durante el Festival en beneficio de la Fundación de Genética Humana ("La historia esta", "Canción de amor para francisca" y "Tema de tos mosquitos"), a pesar de la escasa nitidez sonora, son la continuidad exacta para la atmósfera que identifica al disco.
La calidad melódica de las nuevas canciones es desigual, pero, como en todas las que hace Gieco, la evaluación fragmentaria no tiene sentido. Todas conservan una ilación entre si en la que si se soslaya la propuesta, ajena a cualquier intelectualización (muchas veces veleidosa en otros), se pierde de vista la trascendencia de Gieco y, por lo tanto, cualquier tecnicismo aplicado a su música carece de razón. Su música es popular, simple, sin ambages y eso es todo. En definitiva, son canciones para disfrutar porque quien las hace cree en sí mismo.
Tapa: Como concepto general, es original, lujosa e informativa (contiene todas las letras), aunque la confección gráfica es deficiente.
Síntesis: De los álbumes de Gieco, éste es el más maduro, prolijo, con buenas canciones, que muestra a un cantante cálido antes que virtuoso. El corazón de sus canciones tiene la sangre vital, siempre regeneradora, de su simplicidad.

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