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Revista Siete Días Ilustrados
07.02.1975
carta
La búsqueda de ciertos enfoques domésticos, a los que generalmente
no puede acceder el llamado "gran público", ha sido siempre una
tentación para los redactores y fotógrafos de Siete Días: cuando
se trata de personajes, nuestras preferencias se inclinan por
presentarlos fuera del ámbito de su actividad específica, ya que
ésa suele ser la imagen más fácil y hasta puede resultar vulgar.
Suponemos —y esperamos estar asistidos por la razón— que no tiene
mucha gracia mostrar al actor Duilio Marzio en un escenario o un
set, ya que esos ángulos han sido suficientemente transitados,
constituyen el colimo de la rutina. Este número reporta algunos
claros ejemplos de tal empeño: a partir de la página 54, Marzio
descubre rasgos hasta ahora inéditos de su personalidad, demuestra
hasta qué punto está consustanciado con afectos ajenos a su
metier. Desde la página 36 se describe cómo se urdió la entretela
de un acontecimiento que nutre él orgullo de toda una provincia:
es que el carnaval correntino goza de un prestigio que excede
largamente su propio marco físico. Saber cuáles son los recursos
de que se vale la fotógrafa Annemarie Heinrich —página 58— para
ostentar él título de "la más famosa retratista de actores", vale
tanto como recorrer sus álbumes. En fin, también Armando Alonso
Piñeiro ha querido —página 52— inspeccionar la calidad humana de
los próceres, atributo que el bronce no puede trasuntar. El
descubrimiento de verdades que no saltan a la vista puede
representar, lo sabemos bien, una tarea apasionante.
EL DIRECTOR
Foto de tapa: OSVALDO DUBINI
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