Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

CARTA AL LECTOR
Cuando los argentinos caen enfermos, están en condiciones de apelar a todo un moderno arsenal para luchar en favor de la salud. No hay diferencias substanciales entre las modernas drogas y tratamientos que es posible obtener en la Argentina o, por ejemplo, en Suecia o Suiza.
Pero cuando la sociedad argentina se enferma? cuando estallan síntomas tales como el auge del gangsterismo, el surgimiento de enconadas patotas juveniles y el establecimiento de la Ley del Talión en las cárceles y sus inmediaciones; cuando los jueces deben huir por la puerta trasera para no ser atropellados y cuando es mejor no ir en automóvil a Mar del Plata, para evitar el riesgo de que los iracundos lo quemen, entonces se hace evidente que, para combatir esas infecciones del cuerpo social, sólo es posible apelar a remedios de curandero, que hubieran avergonzado ya en el siglo pasado.
En páginas 22 a 26 se incluye un despiadado informe sobre el auge de la delincuencia y la actual carencia de medios para combatirla.

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En estas épocas abunda la gente "evolucionada". Ser "evolucionado" es, sin duda, elegante. Las personas "evolucionadas" leen, con signos de aprobación, los relatos sobre el alto grado de tolerancia, confianza mutua y buena voluntad alcanzado por los hombres... en otros países.
Por eso es alentadora la nota que podemos publicar esta semana en página 29: allí se explica cómo un grupo de cristianos de distintas iglesias, sin darle demasiada importancia ni convocar a la prensa, fueron capaces de reunirse, dialogar y organizar una fiesta de Navidad en la cual todos, unidos, cada uno en su propio idioma, pidieron a Dios por un mundo mejor.

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Cuando los arqueólogos del futuro desentierren los restos de esta civilización, algunos rollos de un material negro, frágil, transparente, quebradizo e inflamable llamarán poderosamente su atención.
El cine ha hecho la historia de la verdad y de la mentira del hombre; de su razón y de su sinrazón, de sus pasiones, sus locuras, sus vicios y sus invenciones. Ha hecho, también, la historia del sadismo del hombre. No sólo la del sadismo que el hombre, efectivamente, se ha atrevido a ejecutar, sino también la del sadismo que la humanidad sólo se atrevió a imaginar.
Un análisis del sadismo en el cine está contenido en páginas 31 a 34.

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Las filosofías y prácticas de origen oriental están siendo, ahora, moda en ciertos círculos aristocráticos e intelectuales de Buenos Aires. En rigor, es una moda repetidas hace treinta años sucedió algo parecido. De todos modos, la ocasión es propicia para ensayar una explicación coherente de las principales corrientes del pensamiento yogui y una descripción del grado de desarrollo alcanzado por cada una de ellas en este país, tal como se hace en páginas 42 a 45.

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Recientemente, un lector escribió a esta revista en los siguientes términos: "Debo felicitarlos por una labor de sano nacionalismo que ustedes están realizando: descubrir y presentar al público a los verdaderos estudiosos y científicos que, en condiciones materiales adversas, sin publicidad ni altos sueldos, trabajan todos los días en serio, mientras la mayoría de los argentinos no hacemos otra cosa que discutir. . ."
Uno de los sabios argentinos que trabaja en serio es Jorge Sábato, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (ver páginas 48 a 50). Por su parte, PRIMERA PLANA agradece los conceptos del lector y entiende cumplir con su deber al evitar que, como ha sucedido en el pasado, los hombres de ciencia de la Argentina sólo lleguen a ser conocidos en Buenos Aires cuando, en Suecia, reciben el Premio Nobel.
Hasta el próximo martes y Feliz Año Nuevo.
EL DIRECTOR

DIRECTOR
JACOBO TIMERMAN
01.01.1963

 

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