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crónicas del siglo pasado

 

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Revista Gente y la Actualidad

En Tartagal, Salta, casi perdemos un fotógrafo. No por peligro de su vida —aunque no era nada fácil treparse por montes repletos de trampas y animales—, sino por el entusiasmo que contagió Federico Leloir, personaje central de la nota, a nuestros enviados, Cristina Irala y Mario Paganetti; sepultado en el polvo y comido por los jejenes, Paganetti escuchaba con deleite las palabras de "Vico" Leloir, quien contaba las "maravillas de esa selva que puede salvar los destinos de cualquiera". Al poco rato, Paganetti ya estaba proyectando con él vender sus cosas y comprarse "algunas hectaritas" para ir a trabajarlas. Fue difícil hacerlo desistir. Ya con el pie en la escalera del avión le decía a Leloir: "«Vico», por favor, no te olvides. Escribime si ves algo que me convenga

La nota de Horacio Ferrer, "Viaje al Conventillo del Arte", tuvo un trámite bastante complicado. Sus habitantes no son nada amigos del periodismo. Varias veces se negaron a que entrásemos para contar la vida de esa casona insólita y exclusiva. Roberto Cárdenas, el administrador del conventillo, hizo gestiones oficiosas y les dijo a sus inquilinos: "Miren, el que va a hacer la nota es Ferrer, el autor de María de Buenos Aires, la o perita de Piazzolla. . .". Esto ablandó las cosas y con fondo de la "Milonga de la Anunciación", todos contaron las intimidades de esta aventura conjunta del arte.

El fin de la semana pasada fue para Nicolás Mancera quizá el más agitado de su vida. Grabó programas adelantados para cubrir su ausencia mientras esté en Italia, desde donde transmitirá vía satélite parte de sus Sábados Circulares. Precisamente ese día Renée Sallas llevó la indicación de seguirlo minuto a minuto. Primero los asistentes de "Pipo" advirtieron que era imposible. Después Haimovitz, su productor y mano derecha, prometió: "Mirá, yo le voy a decir que vas a estar en el canal. . . Si puede que hable. . .". Y a las 8 de la mañana Renée Sallas estuvo allí y no lo perdió de vista hasta que él partió desde Ezeiza a Italia. Nuestra redactora contó después: "Cada minuto libre me lo dedicó a mí, tiene un sentido de la profesión periodística asombroso. . . Estaba tan preocupado como yo para que pudiera salir el reportaje. . .".
Hasta la próxima. . .
Revista Gente y la Actualidad
18.09.1969

 

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