Siete Días Ilustrados
09.08.1971
En este número
Las primeras planas de los diarios, habitualmente reservadas
a las noticias políticas locales y del exterior, albergan
cada tanto, en la Argentina, novedades de otra índole:
periódicamente —y con una frecuencia que ha crecido en los
últimos tiempos— noticia de cabecera suele ser que la
paridad del peso con el dólar ha sido modificada, siempre en
sentido desfavorable a la divisa criolla. Cierto es que la
cotización oficial del dólar refleja la situación global de
la economía nacional, un panorama difícil de desbrozar aun
por parte de los técnicos; pero también otro tipo de
factores —más sórdidos, más solapados— influyen sobre el
mercado cambiario y por ende sobre los índices fijados por
el Estado: la especulación es una vieja y grave enfermedad
de la economía argentina, tanto más irritante si se observa
que desborda, a menudo, los propósitos y objetivos fijados
por el gobierno. La explicación de este fenómeno aberrante
fue solicitada a varios economistas representativos de
distintas filosofías políticas: por omisión, algunos
certificaron —negándose a contestar— lo espinoso del
problema; otros expertos, entrevistados por el redactor
Oscar Giardinelli, aventuraron graves acusaciones e
interpretaron, cada uno desde bu perspectiva, las causas y
remedios que hacen a un valor del dólar acorde con una
política económica global o, en cambio, sujeto a los
vaivenes de especuladores parcialmente situados fuera de la
ley (páginas 14 y siguientes).
•Definir lo justo y lo injusto es —y en eso están de acuerdo
tratadistas y filósofos, ideólogos y escritores— la más
ardua coyuntura en que puede sumirse la conciencia humana.
Más difícil aún cuando lo que está en discusión es la
legitimidad de los móviles políticos que empujan a un país
contra otro —el informe de páginas 34 a 37 expone el punto
de vista soviético sobre la invasión a Polonia de 1939—, o
que signan procesos internos y estrategias internacionales:
el reportaje exclusivo concedido por el embajador de Bolivia
en Buenos Aires (página 66) devela, justamente, los
criterios que rigen en La Paz respecto de la mejor política
interna y ciertos aspectos de las relaciones con la
Argentina, Chile y Perú. Frente a la magnitud de los
problemas que a veces suscitan las relaciones entre los
países, las injusticias que se ensañan con los individuos
aislados suelen quedar en la sombra. Pocos casos, sin
embargo, merece tanto salir a la luz como el de Walter
Hernández Gutiérrez, un uruguayo que estuvo preso 5 años, en
su país, porque fue confundido con otra persona: su historia
—narrada en primera persona por el propio Hernández, a
partir de la página 22— pone en tela de juicio todo un
aparato judicial y muestra como en una novela de Kafka la
Inerme pequeñez de un hombre frente a las instituciones.
•Otros aspectos de la realidad, quizás menos severos,
también están presentes en este número: en materia de
deportes, la reanudación del campeonato oficial de fútbol no
llegó a eclipsar las discusiones acerca del desempeño del
seleccionado nacional (página 74 y siguientes) aún cuando
nadie pone en duda la capacidad de uno de sus integrantes:
Norberto Madurga (foto). En literatura, el hecho más
importante de los últimos años1 es el descubrimiento de que
Shakespeare fue, en rigor, un autor inclinado a la escritura
erótica y casi pornográfica (54). En Estados Unidos, el
surgimiento de numerosas sectas neocristianas es visto por
muchos como un hecho significativo pero que también muestra
ribetes casi risueños (páginas 48 a 51).
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