Año VI - Buenos Aires, 6 al 12 de agosto de 1968 - Nº 293
CARTA AL LECTOR
Ahora, el Gobierno contraataca. El funcionario se echó hacia atrás en su sillón, después de haber cerrado con esa frase una charla de casi dos horas. Durante su transcurso, tal vez sin advertirlo, había dado a Primera Plana la pista de una noticia bomba: cómo será el tiempo político, según las grandes líneas esbozadas por el Presidente Onganía, a fines de julio, en su inesperado retiro de Calamuchita.
Otras cinco entrevistas con altos dignatarios permitieron afinar la puntería y deducir que, ya se trate de una nueva maniobra dilatoria, ya de una consumada decisión, acaban de iniciarse los debates y sondeos
para el trazado de un plan que haga viable, en fecha a determinar, la egitimación del proceso, la convivencia del Gobierno y sus opositores, el fin del régimen de facto. Lo que se edita en las páginas 13/15 constituye una primicia; más difícil, en cambio, es garantizar su futuro.
Si ésta fue, aunque ignorada, la noticia de la semana en la Argentina, su equivalente mundial está en la séptima Encíclica de Pablo VI: a ocho días de su publicación, De la Vida Humana se ha convertido ya en el documento pontificio más discutido del siglo, acaso en el mayor revulsivo de las conciencias católicas. Estadistas, burócratas internacionales, jefes de otras Iglesias cristianas, Obispos y núcleos de sacerdotes se pronunciaron ya sobre este texto de 31 parágrafos.
Un equipo de seis redactores ha preparado el vasto informe del presente numero sobre la Encíclica: en la página 25 se examinan sus fundamentos y consecuencias políticas; a partir de la 57 se estudian su repercusión entre los clérigos y laicos argentinos, sus entretelones teológicos, sus sostenes científicos y las encrucijadas que De la Vida Humana propone a la feligresía y al clero; una encuesta levantada por A & C Investigación, entre matrimonios católicos del Gran Buenos Aires, revela, en fin, los pro y los contras de su aplicación y la voluntad de obedecerla o repudiarla, expuesta por los fieles.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR
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