Año VII - Buenos Aires. 31 de diciembre de 1968 - Nº 314
CARTA AL LECTOR
A fines de la semana pasada, un hombre alto, envejecido más de lo necesario, sonreía con placer delante del espejo, mientras se anudaba la corbata. Podrá volverse a su estancia de Texas, como había previsto a mediados de año, envuelto en una aureola de éxitos, él, que durante el último invierno se derritiera bajo las llamaradas de odio y descontento de medio país. Es cierto que debió apartarse de la política, renunciar a un segundo mandato como Presidente; sin embargo, Lyndon Baines Johnson entregará el poder junto con una ruta abierta a la paz en Vietnam y algunos certeros aplausos de la URSS (página 25).
Con todo, su máximo triunfo se desarrolló fuera del planeta: se trata de la misión Apolo 8, cuyos cosmonautas —Frank Borman, William Anders, James Lovell— circunvolaron la Luna, por primera vez en la historia. Aventura política en su origen, el viaje de la semana pasada se convirtió en una hazaña de la ciencia, como sucede a menudo (ver páginas 42/45). Fue precisamente Borman, el jefe del operativo, uno de los astronautas a quienes entrevistó Primera Plana hace tres años, junto a un grupo de sus colegas soviéticos: "A los hombres les gusta ser desafiados —dijo entonces—, cuando advierten que detrás del reto hay algo capaz de beneficiar a la humanidad" (ver Nº 158). Al parecer, el Apolo 8 no beneficia a la humanidad, pero sí a sus corajudos tripulantes, a los Estados Unidos y al abuelo Lyndon Johnson.
Mientras Borman, Anders y Lovell volvían de la Luna, la empresa A & C Investigación entregaba los resultados de una encuesta que encargó Primera Plana para determinar quién ha sido "el hombre del año'. La Bedacción estaba en condiciones de elegirlo: acababa de elaborar su habitual selección y ponderación de los hechos trascendentales de 1968 (páginas 32/38). fío obstante, era atinado recurrir a las opiniones de la calle; el muestreo cubrió todas las clases, y la mayoría de los votos correspondió al boxeador Nicolino Locche; lo siguen el cirujano Christian Barnard, el muñeco Topo Gigio y el Presidente Onganía (páginas 3/6). No caben dudas de que si el sondeo se hubiese practicado en la postrera semana de diciembre y no en la anterior, habrían vencido los astronautas: su proeza tuvo al mundo sin aliento.
Feliz Año Nuevo. Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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