Año VIl Buenos Aires, 11 al 17 de febrero de 1969 - Nº 320
La semana pasada, dos ocasionales habitantes de Villa La Angostura, Neuquén, fueron perturbados por la tercera crisis universitaria que mortifica al Gobierno desde julio de 1966. Juan Carlos Onganía, uno de los veraneantes, sólo dedicó al problema un módico interés; el otro, en cambio, debió regresar a la Capital Federal y afrontar el entuerto, del que es primer actor: se llama Raúl Devoto y ejerce, hace un año, la Rectoría de la Universidad de Buenos Aires.
El pleito había estallado el 31 de enero, cuando Devoto defendió en la Casa Rosada, ante el Presidente, sus planes para reestructurar los institutos que dirige. A partir de ese momento, Devoto fue el blanco de un motín de Decanos que pone en peligro su estabilidad y que cobró el jueves 6 su víctima inicial: ese día renunciaba el titular de Derecho, Abel María Fleitas, un amigo del Ministro de! Interior; lateralmente, el episodio descubría ias tensiones que separan a Guillermo Borda del Secretario de Cultura y Educación.
La crisis, en fin, revelaba una vez más que 31 meses después de su acceso al poder —esgrimiendo, entre otras banderas, el caos universitario— el Gobierno Onganía mantiene al país huérfano de una política vanguardista, coherente, en materia de enseñanza: he aquí uno de los lujos que la Argentina ya no podrá permitirse por más tiempo en una época cuya evolución —el mismo Presidente lo ha señalado— se mide menos por las cuestiones ideológicas que por los profundos avances de la ciencia y la técnica.
En las páginas 60/63 se edita un minucioso informe sobre el pleito y sus entretelones, nunca revelados por la prensa argentina, así como los frutos de la única entrevista que Devoto concedió al periodismo: un redactor de Primera Plana lo siguió hasta Villa La Angostura y vino a Buenos Aires con él, en el mismo avión. Entre tanto, un grupo de corresponsales y enviados concluía; su examen de la obra realizada en las otras nueve Universidades del Estado, con reportajes a sus Rectores: es un vasto material que hemos preferido, por su trascendencia y extensión, publicar en el Nº 321.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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