Año VIl - Buenos Aires, 3 al 9 de junio de 1969 - Nº 336
El 7 de junio de 1966 se cumplía una huelga general de veinticuatro horas declarada por la CGT; su motivo aparente era el de protestar contra el veto del Ejecutivo a las reformas de la Ley 11729; su intención verdadera, ofrecer a los militares que conspiraban un índice más del presunto caos en que se debatía la Argentina.
La historia es un eterno retorno. El paro del viernes último quiso, tal vez, imitar el oculto objetivo de aquella medida de hace tres años; en todo caso, fue una muestra de descontento, una queja ante los aliados de otrora, hoy en el poder. El Gobierno, en cambio, lo consideró un acto político y hasta lo supuso vinculado con un plan subversivo: el mismo argumento utilizaron las autoridades de 1966.
Pero, más allá de esta diferencia de criterios, los hechos del 30 de mayo tienden a señalar el surgimiento de una nueva oposición, en la que conviven sectores gremiales, de la Iglesia Católica, estudiantiles y de la llamada izquierda nacional, unidos por encima de las clásicas banderías y de los partidos tradicionales. Esa nueva oposición —quizá un simple germen, o el fruto de una solidaridad circunstancial que se disolverá con rapidez— tiene su cara visible en Raimundo Ongaro, 43, líder de la CGT de Paseo Colón. El informe abierto en la página 14 rastrea los antecedentes del movimiento, su naturaleza y proyecciones, a la luz de los graves episodios que vive el país y que alcanzaron niveles inusitados en Tucumán y Córdoba.
"Las largas discusiones no me interesan. Si tengo algo preciso que decir, lo digo; si quiero escuchar algo, hago una pregunta y me responden, sí o no. Eso es todo." Así se definió, días atrás, una de las figuras más controvertidas de la actualidad mundial: Moshe Dayan. Lo hizo durante las dos horas estrictas que concedió, saliendo de su escaso entusiasmo por los periodistas, ante un enviado de L'Express. El reportaje —que se ofrece en exclusividad entre las páginas 41 y 45— es un testimonio valioso para conocer la personalidad del Ministro; también, para avizorar el drama de Medio Oriente.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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