AÑO IX • Nº 444 • BUENOS AIRES, AGOSTO 3, 1971
Salta por un lado, los anuncios electorales por el otro, le brindaron una cierta tregua al Gobierno, sobre dos frentes de batalla: militares y políticos. Fuerza momentánea que, en este agosto, esgrimirá Lanusse para montar un Gabinete de coalición, remover Gobernadores, acentuar el populismo económico. Siguen, claro, las incógnitas y un ambiguo carisma madrileño: el acuerdo puede recibir su toque de gracia, o su golpe de gracia (página 10).
La revolución deberá realizarse mediante los comicios, o sin ellos. En el extenso reportaje incluido entre las páginas 14 y 16, Arturo Frondizi vuelve a probar la ductilidad de su arsenal político. No gusta de elecciones, pero, si las hubiera, ya convoca un frente de alternativa a la Hora del Pueblo, bajo un programa de seis puntos que, por vez primera, enuncia en primera plana. Se define contra Grüneisen: amicus Plato, sed magis amicus desarrollo.
Si hay una personalidad controvertida e irritante, en el teatro mundial, ésa es la de Jerzy Grotowski. Desde su teoría del Teatro Pobre, el lúcido director planteó una serie de cambios que, al fin, resultaron revolucionarios. Sus ideas han cruzado el mundo, la multitud de snobs se preocupó en tergiversarlas. Uno de los desafíos de Grotowski, el desnudo, fue vilmente corrompido; contra ese burdo comercio, contra esa escasez de talento, Grotowski escribe un notable documento que se presenta en la página 36.
El viernes 30, un hombre de Primera Plana estaba en Santiago de Cali, capital del Valle del Cauca, presenciando la inauguración de los VI Juegos Panamericanos. El caleño, pueblo humilde, emocionado, agasaja a sus huéspedes. Los respeta y consigue ser respetado. Un día más tarde, en la primera jornada, las tres primeras medallas doradas quedaban en poder de los remeros argentinos. Encantador comienzo, sus vericuetos son analizados en la página 64.
Es una idea con originalidad; al menos, en, América latina. No alcanza a ser un zoológico, tampoco se puede decir que constituya una selva: está en el término medio. Se trata de una reservación para animales salvajes, en el camino a La Plata, a 40 kilómetros de Buenos Aires. Doscientos cuarenta animales, dispersos en 60 hectáreas, poblarán el mágico universo de los niños. Un auto, una hora de viaje, 200 pesos viejos y allí está como en la página 22.
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