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AÑO IX * Nº 452 • BUENOS AIRES, SETIEMBRE 28, 1971
CARTA AL LECTOR
El sábado los porteños pudieron disfrutar la transmisión de la pelea entre Carlos Monzón y el desafiante norteamericano Emile Griffith. El dueño del Luna Park y el de la Casa Rosada se habían puesto de acuerdo para derramar ese circo sobre Buenos Aires. Pan es un poco más difícil (pág. 62).
Veinticuatro horas antes el Ministro de Trabajo reconocía frente a las mismas cámaras que el proceso en marcha no estaba consolidado (pág. 17). Olvidando el origen del gobierno a que pertenece, se ocupó de recordar a los organismos obreros que existen normas legales que señalan "órbitas de acción" y límite "al ejercicio de las atribuciones" que les corresponden.
El domingo, en España, Jorge Daniel Paladino seguía esperando ser recibido por su amo Juan Perón, que desde el lunes se paseará por la otoñal Madrid, en un flamante Torino (pág. 8).
A 20 años de la Revolución del general Menéndez, los supérstites la recordaron con una Misa, primera plana con una nota (pág. 32). No era para menos: fue la primera vez que el oficial Alejandro Agustín Lanusse desenvainaba el sable.
En Chile, Graham Greene, desalentado, sigue buscando el rostro humano del socialismo que hasta ahora sólo encontrara en Cuba. Había dejado en Buenos Aires el reportaje enhebrado por Victoria Ocampo. Una exclusividad, por el autor y por el intérprete, que ofrece Primera Plana (pág. 40).
Pese a la crisis económica, el Barrio Norte se sigue, alimentando —no es una frase resentida, los hechos lo demuestran— a los lugares de siempre se suma, semana tras semana, un nuevo boliche. Curiosamente, donde más parece florecer la vida es en los alrededores de la Recoleta —paradojas de la sociedad de consumo— (pág. 23).
Más, al norte, en un pueblucho del Brasil mulato —Pintada le llaman—, cayó Lamarca. Incrédulos, os lavradores lo denunciaron. Primero murió su amor. Después lo acribillaron a él. ¿Quedará menos guerrilla en el Brasil porque la maten? (pág. 58).
Hasta el martes próximo. El Director.
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