Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

Primera Plana
DIRECTOR JACOBO TIMERMAN
CARTA AL LECTOR
ZAVALA ORTIZ: Al cabo de más de treinta años de carrera política, en un mes de ministerio demostró una ansiedad por innovar que contrasta con la curiosa cautela del resto del gabinete. Llamados a definir la personalidad de Zavala Ortiz, los observadores dan respuestas contradictorias. Es un "gorila", un liberal típico, un amigo de los nacionalistas o de los izquierdistas, un conservador o un corporativista, según los distintos ángulos de visión. En realidad, es todo eso a la vez, y con una autenticidad a toda prueba. En momentos en que se anulan los contratos de petróleo, se elude la ratificación del acuerdo de garantías de inversión y se revisa la actitud argentina ante la Alianza para el Progreso y ante la conferencia interamericana sobre democracia representativa, Zavala Ortiz atrae la atención del país no sólo por ocupar una posición clave en el gobierno sino también por su desconcertante personalidad (ver páginas 8-9). 

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GÁTICA: Uno de los manuales que utilizan los estudiantes de la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, USA, explica : "Dentro de los límites de la honestidad, el periodismo comercial puede hacer cualquier cosa, menos entrar en discusiones de fondo con los lectores. Puede revelar cualquier verdad, aun las más estremecedoras, y contrariar en muchos aspectos al público; pero no puede impunemente entrar en conflicto con aquellos estereotipos de la conducta social —prejuicios, convicciones irracionales, convenciones aceptadas por todos— que constituyen la columna vertebral de la psiquis del público. Cuando usted discute cara a cara con alguien, no
tiene más remedio que soportarlo; pero con su diario, usted no discute: se limita a arrojarlo al canasto de los papeles y, lógicamente, no volver a comprarlo". Uno de aquellos prejuicios, de aquellas convenciones aceptadas por todos, es lo que obliga a tratar con excepcional piedad —a veces rayana en el ocultamiento más almibarado— a los muertos. Sin embargo, el hecho de que esta semana podamos publicar el informe de páginas 20 - 22 demuestra que aquella observación del manual de Columbia no es válida en el ciento por ciento de los casos.

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ESCANDALOS: En los Estados Unidos, pocos funcionarios civiles reúnen tanto poder real como los senadores.
Tal vez, quienes sigan en la lista sean los secretarios de los senadores. Ahora se ha comprobado que —por lo menos en un caso— la lista se continúa con la bella secretaria del secretario. El escándalo ha estallado en torno de las ambiguas actividades del secretario del bloque mayoritario del Senado, y ha detonado hasta el punto de quebrar un principio hasta ese momento inconmovible: el Senado investiga a cualquiera, menos a los senadores. Ahora, los senadores están investigando al dinámico secretario, pero él no desespera: "Si investigan —ha declarado— podrán aclarar muchas cosas mías, pero a mí no me hace falta investigar. Yo ya sé muchas cosas de ellos". (Ver página 26.)
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
19-11-1963

 

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