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Los
parapsicólogos no niegan que a través del mediumnismo se logran cierras manifestaciones
tildadas por algunos como sobrenaturales. Todo estriba -afirman- en poderes emanados del
médium, término que la parapsicología ha adoptado con la denominación de
"dotado". Un dotado es un ser con condiciones naturales para canalizar
expresiones fenomenológicas, promovidas por su propia psiquis. Otros niegan el fenómeno
en si, aduciendo que hay humanos sugestionables proclives a la alucinación. Tales
manifestaciones, entonces, o bien son creadas imaginativamente, o realizadas
subconscientemente. Se habla de fraudes conscientes o inconscientes. El Padre Quevedo.
famoso por sus avanzados estudios parapsicologícos, ha explicado en libros, reportajes y
artículos periodísticos, los mecanismos psíquicos que intervienen en la cuestión.
Hasta llegóse a comprobar que muchas de las experiencias llevadas a cabo por hombres de
ciencia, como Richet, Crowles, etc., con la participación de médiums de los llamados de
"Efectos Físicos" (fenómenos PK para la parapsicología), como las famosas
Eusapia Paladino y Eva Caire o Carriére, fueron fraudulentas. En tales casos, el médium,
ansioso por lograr el fenómeno desdobla su personalidad y lo simula, engañándose a si
mismo y a los demás. Otra teoría, negadora de la validez espirita de los fenómenos
aludidos, es la que atribuye a fuerzas malignas el origen. Según tal parecer, los seres
de las tinieblas asumen la falsa apariencia de espíritus, para confundir, engañar, y
hasta perturbar a los poseídos. Es un concepto aceptado por círculos religiosos,
principalmente protestantes. Pese a esta lucha casi permanente entre la afirmación y la
negación, la duda y el fanatismo, la idea espirita se ha expandido enormemente por el
mundo entero. Para muchos no es una superstición ni mucho menos una superchería. Veremos
seguidamente cómo llegó a nuestro país, su arraigo y situación actual.
En la Argentina el espiritismo fue introducido entre 1869 ó 1870 -no se ha
precisado exactamente el año- por un inmigrante español llamado Justo de Espada. Según
Cosme Marino, espiritista de la primera hora y renombrado periodista, primer director de
"La Prensa" y autor de varias obras bibliográficas (Bases para la Formación de
un Partido Liberal, Las Primeras Golondrinas, etc.) el citado de Espada, fue un malagueño
que: "Trajo consigo al espiritismo, cuya doctrina preocupaba entonces al elemento
liberal y progresista que mediante la revolución del '68 se había extendido en España
entre los intelectuales más avanzados''. (3)
De Espada consiguió al cabo de un tiempo reunir a cierto número de amigos que
coincidían con él, formando una sociedad de experimentación cuyas sesiones tenían
lugar en los altos de la farmacia de Arizabalo (situada frente a la iglesia de San
Nicolás -Corrientes esquina Carlos Pellegrini). Esa fue la primera sociedad de tal
carácter que se constituyó en Buenos Aires; también la primera del país. Como ocurre
casi siempre, con el tiempo algunos de sus miembros, por rencillas o intereses personales
la abandonaron y formaron otras sociedades, todas de efímera existencia. Entre los
nombres de aquellos precursores de la introducción espirita, figuran Ios de Francisco
Casares, H. de Llano, el médico homeópata Camilo Clausolles, los ingenieros Lasanee y
Rafael Hernández -hermano del poeta- y el profesor Ángel Scarnicchia. No pasaría mucho
tiempo sin que se suscitara un cisma dentro del incipiente espiritismo criollo que
desembocaría en dos grupos antagónicos en lo teórico y práctico. Para los primeros los
fenómenos revestían relativa importancia, prevaleciendo la idea de centrar la acción en
la doctrina kardecista, por entender que el espiritismo aislado de principios filosóficos
y morales convertíase en algo negativo. Vemos, pues, que ya desde el comienzo la prédica
de Allan Kardec se hizo sentir muy oportunamente. Para el segundo grupo, la actividad
descansaba pura y exclusivamente en las llamadas sesiones, sin preocupación alguna por el
fondo moral.
En 1877 se funda la Sociedad "Constancia", que significó el reverdecer
de un tipo de espiritismo más científico y organizado, y cuyo fin era el estudio de la
teoría y el fenomenismo. Su fundador fue el profesor Ángel Scarnicchia, con el apoyo de
los militantes en el grupo conocido por los teóricos. Los demás solían formar
grupúsculos que se reunían en casas particulares, en una actividad desordenada y sin
prolongación. La Sociedad "Constancia" consiguió atraer a muchas personas, lo
que le otorgaría continuidad. Cuatro años después se funda otra institución con
elementos que habían demostrado practicar el espiritismo por convicción: "La
Fraternidad", creada por Antonio Ugarte y su esposa. Rosa B. de Ugarte. Ambas
entidades se unen en una lucha común contra los detractores de entonces, que a través de
algunos órganos de opinión atacaban las prácticas mediúmnicas. Ese mismo año -1881-
Cosme Marino es nombrado miembro de la comisión directiva de "Constancia", y le
insufla un sentido de difusión a través de conferencias con entrada libre,
clarificadoras de los alcances "del verdadero espiritismo", resaltando su
orientación humanística y su proyección social. Funda una biblioteca especializada
dentro de la sociedad y crea una revista, "Constancia", que fue la primera
publicación espirita editada en el país.
La acción de las sociedades nombradas -Constancia y La Fraternidad- la existencia
de la biblioteca y la obra informativa que en alguna medida desarrollaba la citada
publicación, hacen que la idea se propague. Así vemos que en 1886, aparte de las dos
instituciones nombradas, había otras, como La Humildad, La Fe, Caridad, Hijos de la Fe,
La Providencia, Psico y Cosmos. También se hacían reuniones de prosélitos en casas
particulares; de algunas derivaron otros grupos que con el tiempo se convirtieron en
sociedades. En la década siguiente la idea espirita desborda la capital y se extiende por
el interior. Figuran por entonces en la provincia de Buenos Aires las siguientes
instituciones: en Belgrano:
Centro Amor y Ciencia. En Pergamino: una sociedad fundada por M. Zorrilla. En
Chivilcoy: una entidad creada por A. García. En Rosario de Santa Fe, dos sociedades: Luz
y Fraternidad y Caridad. En Concepción del Uruguay: Fe y Caridad. En Salta: Grupo
Humildad. En Corrientes: Progreso. En San Juan:Humildad. En Tucumán: La Luz y en Mendoza:
Perseverancia.
Con el tiempo se formarían otras entidades en diversos lugares del territorio
argentino. Hoy día se calculan que sobrepasan con creces al centenar. La Confederación
Espirita Argentina cuenta como federadas a ella cerca de sesenta. También hay que
considerar la gran cantidad de adeptos que no pertenecen a sociedad alguna, limitándose a
reuniones en casas particulares.
La aparición dentro del espiritismo criollo de la Escuela Científica
"Hermano Basilio" le confirió un carácter espectacular. Esta asociación
despojó al espiritismo de su privacidad, implantándolo en un contexto de raigambre
popular, con la organización de multitudinarias reuniones en el Luna Park, asistiendo
numerosas delegaciones de filiales del interior. Entre las más recordadas, figuran
aquellas en que el "maestro" Hilario Fernández, más conocido por "Hermano
Lalo", efectuaba proyecciones espirituales a remotos planetas, sin que su cuerpo
dejara de permanecer en la tierra, mientras relataba a su rendido auditorio lo que iba
viendo en los mundos que visitaba. Descolló, asimismo, una médium que aseguraba que
estaba encarnado en ella el espíritu de Jesús, quien, al hablar a través de su boca, se
explayaba en diversos temas, tanto espirituales como mundanos. Este tipo de sesiones
suscitó la repulsa, no sólo de aquéllos que no comulgaban con el kardecismo también de
los espiritistas celosos de las directivas legadas por Allan Kardec, en cuanto a la
seriedad y responsabilidad que debían observarse en las prácticas. En una de esas
reuniones, elementos de la Acción Católica molestaron abiertamente las incursiones
extraterrenas del Hermano Lalo, con gritos o silbidos. Eso dio lugar que en las sucesivas,
verdaderos energúmenos oficiasen de agentes del orden, sacando a los revoltosos a
empellones. Tal fue la confusión que llegaron a desalojar a viva fuerza a un joven que
repartía volantes promocionando una publicación espiritista.
Se ha dicho que Hipólito Yrigoyen hizo prácticas espiritistas en su juventud y
también que Juan Perón miraba con simpatía a la Escuela Científica "Hermano
Basilio", a la que autorizó sus reuniones en el Luna Park durante su enfrentamiento
con la Iglesia Católica en 1954. |

Annie Besant en su juventud. Fue la "descubridora" del "nuevo mesías"

Krishnamurti en la actualidad. El sueño mesiánico ha quedado muy atrás

Arigó en una de sus famosas "operaciones" de cataratas. Resalta la mirada
perdida del "medium" poseído -según afirma- por el espíritu de un médico
alemán

Max Heindel formó la Fraternidad Rosacruz, en la California sobreestructurada de cultos
idolátricos y delirantes
La influencia brasileña
Capítulo aparte merece la
"invasión" de cultos espíritas nacidos en el Brasil. En la década del 50,
Alejandro Erú viaja a ese país, y visita diversos centros llegando hasta fotografiar una
manifestación de forma humana producto de un fenómeno de "Efectos físicos".
En su periplo, entrevista al famoso José Arigó; al no menos conocido "Chico"
Xavier, a Hercilio Macs, "medium" de Ramatis, sin dejar de visitar Palmelo, un
pueblo cuya población es totalmente espiritista. A su vuelta da conferencias ilustradas
con diapositivas y películas. Así, el público argentino puede apreciar las célebres
intervenciones de tipo quirúrgico de Arigó, que extirpa cataratas celulares sin
anestesia, sin asepsia y valiéndose de... un cuchillo de cocina. Otras personas, movidas
por el interés personal o el afán de curación, visitan a Arigó. Algunas vuelven
contando maravillas, otras totalmente desencantadas. Nicolás Mancera es uno de los
periodistas que filma un reportaje efectuado al célebre médium, y luego lo da a conocer
a través de un canal televisivo.
En poco tiempo, casi todo el país habla de Arigó y sus sensacionales curaciones,
que según afirma son realizadas valiéndose de su persona por el espíritu de un alemán
llamado Fritz, que en vida fuera un famoso cirujano. ¿Realidad, superchería o
mitomanía? . . Cómo siempre, entran en escena los convencidos y los detractores. Y la
polémica, más la fama de los hechos sorprendentes, popularizan al espiritismo en alguna
medida.
Junto con Arigó, acceden al conocimiento de los argentinos otros personajes,
famosos en Brasil, pero aquí casi desconocidos: "Chico" Xavier, por ejemplo, un
médium psicográfico de Minas Gerais, que por esa época tenia editados cerca de ochenta
libros atribuidos a los más grandes vates y prosistas de la literatura brasileña,
quienes, de acuerdo con lo afirmado por el mismo Xavier, eran dictados desde el "Más
Allá" por sus autores, ya que él sólo se limitaba a psicografiarlos. Lo cierto que
psiquiatras, parapsicólogos, escritores y eruditos en literatura no se atrevían a negar
que la paternidad real de esos libros no correspondiera a los espíritus de esos grandes
de la pluma, ya fallecidos, como un Castro Alves porque tanto el estilo y otros elementos
en juego, coincidían tan exactamente con la obra realizada en vida, que desconcertaban.
Otro de los famosos médiums dados a conocer por ese entonces -aunque ya la
editorial Kier se había ocupado de sus producciones psicografiadas- fue el abogado
Hercilio Maes, residente en Curitibia. Maes era el intermediario entre Ramatis y este
mundo, según lo que afirmaba. Así, aparecieron un número considerable de obras que se
referían a la vida en el planeta Marte, los discos voladores, el Karma, la pluralidad de
otros mundos, etc. Las sucesivas ediciones de algunas de ellas, hablan elocuentemente que
tal tipo de literatura tiene aceptación en nuestro medio.
La enigmática Rosacruz
Difícil, por no decir imposible,
resulta establecer objetivamente la época inicial de los Rosacruces. Algunos
historiadores la ubican en el Siglo XVII, fundada por Christián Rosenkreuz, un ocultista
alemán; para otros, como Spencer Lewis, los reales orígenes habrían tenido lugar en el
antiguo Egipto, en el período faraónico. Dice en una de sus obras:
"Se debe rechazar la vulgar y más completa opinión de que la Orden Rosacruz
tuvo origen en el siglo XVII en Alemania. Debe rechazarse la romántica y simbólica
historia referente a Christián Rosenkreuz y su fundación del primer grupo de
rosacruces''.
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