China y la UN

 

 

 

 

 

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El lunes pasado, 8 de noviembre, la asamblea general de las Naciones Unidas inició el debate sobre la admisión de China Comunista. Abrió el fuego, rechazando ese ingreso, el Embajador de USA, Arthur Goldberg; pero las ponencias favorables —entra las cuales se contó la de Francia— superaron a las opositoras. El debate debe proseguir y, aunque posiblemente crezcan los sufragios positivos (la última votación, de 1963, sumó 57 contra China y 41 a favor) hasta volverse mayoría, la asamblea dispone de un recurso formal: calificar al tema de "asunto importante", lo que exige dos tercios de los miembros. La semana pasada, en Nueva York, Primera Plana consultó su posición a cinco jefes de misiones que aún no la habían expresado:
GRAN BRETAÑA. — Embajador Lord Caradon: "Considero que China Comunista debe ingresar en la UN, y este año tiene más probabilidades". Hace los cálculos sobre porcentajes de sufragios, negativos y positivos en las 117 naciones, pero los termina con la incertidumbre de que no puede adivinar las sorpresas posibles de esa votación.
Sobre la conducta de China comunista no opina mucho. Puede ser ilógico que un país que quiere ingresar en la UN mantenga, en los meses previos, una conducta agresiva, como lo hizo frente a la India, simultáneamente con la guerra de Cachemira. "Es muy difícil conocer las intenciones de Pekín. Lo único que sabemos por el momento es que ellos ponen condiciones extremas en caso de ser admitidos." Y después de recordar la teoría de la universalidad que sostiene el Secretario General, U Thant, comenta con ligera ironía: "No podemos aceptar sólo a los países que nos gustan. Este problema debe solucionarse definitivamente".
CAMBOYA — Embajador Huot Sambath: "Mientras los Estados Unidos presionan a ciertos países, China continuará alejada de la UN", profetiza. Y en una encendida manifestación contra la política norteamericana, subraya como absurda la presencia en la UN de un país minúsculo como Taiwan, "al que ningún otro país toma demasiado en serio" (Taiwan es el nombre que designa a China Nacionalista).
Ante el habitual argumento norteamericano de que China es una potencia agresiva y un peligro para la paz mundial, el delegado de Camboya enumera: "Las tropas de los Estados Unidos están actualmente en todas partes del mundo, en Vietnam, Corea del Sur, Thailandia, Japón, América latina. ¿Existen bases chinas sobre el continente americano? ¿Hay un solo soldado chino fuera de su país? ¿Quién amenaza realmente la independencia de otros países y la paz mundial?" Y puntualiza aun que en 1959 Singapur denunció un plan de la CIA (la Agencia Central de Inteligencia, con sede en Washington) para subvertir al régimen de Camboya.
CHINA NACIONALISTA - Viceministro de Relaciones Exteriores, Yang: "¡No van a tener votos!", proclama agresivamente. El eventual ingreso lo exaspera a tal punto que proclama: "Si llegasen a entrar se acabaría la UN". En su opinión, China Popular no está realmente interesada en ingresar, como lo confirmaría el apoyo que prestó a Indonesia para retirarse de la entidad, a principios de año.
Y agrega que los chinos pretenden la revisión de la Carta, algo que estima profundamente inadmisible. En ésas y otras palabras se trasluce el interés de China Nacionalista, que podría verse desplazada por China Popular en la UN. El Ministro invoca las opiniones de otros países. Cree que Francia reconoció a Pekín porque esa medida favorece sus intereses políticos y económicos; que Inglaterra no sacó nada con reconocerla; que en África la política de China Popular ha dado malos resultados, porque suscitó la objeción de Madagascar, Nigeria y Gabón a sus procedimientos subversivos. Estima el Viceministro Yang que los países africanos han cambiado ya sus criterios: tras un primer apoyo a los chinos, la Costa de Marfil denunció (en 1959) esa infiltración, y después Kenya llegó a prohibir que en su territorio descendieran aviones chinos.
El Ministro no se inquieta por la eventual desaparición de Chiang Kaishek, líder de la lucha contra China Popular. Entiende que su gobierno es constitucional y seguirá con firmeza la política trazada.
ESPAÑA - Embajador Manuel Aznar: "Personalmente opino que es muy difícil que el ingreso se produzca este año. Los dos tercios son una poderosa barrera". Y no duda de que la Asamblea considerará que el presunto ingreso de China Popular estará clasificado como asunto importante, tecnicismo que hará exigibles dos tercios de los votos posibles y que de hecho impedirá la admisión.
"No nos oponemos a que China ingrese por el hecho de ser comunista —continúa Aznar—, pero tenemos profundas dudas de que realmente quiera ingresar. De lo contrario aceptaría sin reparos la Carta de las Naciones Unidas. Imagínese que alguien se haga miembro de un club determinado: después no puede pretender el desprecio al reglamento interno."
Sin embargo Aznar no parecía convencido de que la Unión Soviética propugne ahora el ingreso de China Popular. "Rusia no tiene prisa por este acontecimiento, ya que todas sus luchas internas se pondrían de manifiesto en la UN"; por otro lado, para los Estados Unidos la clave está en la guerra de Vietnam. El embajador español cree que el único entendimiento posible entra ambos países por Hanoi (la capital de Vietnam del Norte). "Nos tenemos que acostumbrar a la idea de dos Chinas, como hemos aceptado dos Alemanias, dos Coreas, dos Vietnam."
No obstante. Aznar admite que el ingreso de China traería dos ventajas: el principio de universalidad y un contralor más efectivo da la política china. Pero juzga superior la desventaja de que China mantenga su posición combatiente y adopte la guerra como sistema. Por eso se manifiesta, en definitiva, contra la admisión.
CHILE - Senador democristiano Renán Fuantealba: "La mejor estratagema para impedir el ingreso es el obstáculo de los dos tercios. Nadie duda de que la Asamblea General exigirá el rótulo de asunto importante, con lo que impide la posibilidad de admisión. El clima es ahora más favorable, porque el 90 por ciento de los países tienen conciencia de la necesidad de que China esté representada en la UN. Pero tampoco el problema está tan candente como antes. Al principio se discutían las posibilidades; ahora hay temas más importantes, como la Conferencia Mundial de Desarme Total, cuyas tratativas carecen verdaderamente de valor si China Popular no está representada". La posición chilena ha sido negativa hasta hoy. "Este año hemos evolucionado en la posición y habremos de abstenernos", aseguró Fuentealba.
PRIMERA PLANA
18 de noviembre de 1965
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